10:15 am de la fría, pero soleada, jornada del 31 de mayo en Valparaíso. Los primeros parlamentarios se alineaban en la alfombra roja del Congreso Nacional para dar la bienvenida a los ministros y autoridades que iban haciendo ingreso desde la calle Pedro Montt a la primera cuenta pública del Presidente Gabriel Boric.

En el grupo de avanzada, estaban la diputada Emilia Schneider, Vlado Mirosevic, Ximena Rincón, Loreto Carvajal, Juan Luis Castro, Camila Flores, Matías Walker, Luis Felipe Sánchez, Jaime Naranjo, entre otros.

Se sumó el diputado Rojo Edwards, y unos minutos después se incorporó Carmen Hertz. La diputada comunista preguntó dónde tenía que ponerse, y algunos parlamentarios bromeando le indicaron: “¡Al lado del Rojo!”, en alusión a sus marcadas diferencias políticas con el republicano. Finalmente, Hertz se ubicó en otro escalón, y la siguieron en los últimos puestos nombres como Gaspar Rivas y Ricardo Lagos Weber.

Fueron llegando y saludando distintas autoridades. Llamó la atención que la presidenta del Banco Central, Rosanna Costa, llegó a pie hasta el Congreso. La asesora del segundo piso, Lucía Dammert, pasó directamente al salón sin avanzar por la alfombra.

Por otro acceso, hacia Avenida Argentina, hicieron ingreso algunos invitados que se ubicaron en una de las tribunas del hemiciclo, como Juan Sutil, presidente de la CPC, quien tomó notas en una libreta durante todo el discurso y se sentó junto a Richard Von Appen, de la Sofofa, y Antonio Errázuriz de la CChC.

Cerca de ellos se instalaron representantes de los pueblos originarios y de la comunidad LGTBIQ+, portando la whipala y la bandera del orgullo trans, respectivamente. 

De vuelta al frontis, y mientras esperaban la llegada del mandatario, los comentarios recurrentes eran la baja temperatura ambiente y la presencia de un perro callejero que insistía con tomar sol sobre la alfombra roja a pesar de los reiterados intentos del personal por moverlo de ahí.

Tras la llegada del Galaxy Ford y los saludos correspondientes del Presidente junto a la ministra del Interior, Izkia Siches, todos ingresaron al edificio.

Entre otros invitados que se instalaron en las tribunas destacó la presencia de la nueva rectora de la Universidad de Chile, Rosa Devés, y el actor Nicolás Poblete, quien ha participado de la campaña Apruebo por Chile, además de diplomáticos invitados.

Dos horas y 16 minutos después, la ceremonia se dio por terminada. Al bajar de la testera, Boric se acercó primero a saludar a su pareja Irina Karamanos, y luego se dirigió a Fabiola Campillai para darle un fuerte abrazo, esto luego de confirmar una Mesa de Reparación Integral que será coordinada por la Senadora.

Uno de los primeros en salir al patio donde se ubicaban los periodistas y canales de televisión fue el senador UDI, Iván Moreira, quien muy molesto protestó por la transmisión televisiva, en la que fue enfocado particularmente cuando el Presidente abordó el tema de la corrupción y alegó que se trató de un acto tendencioso.

Rápidamente aparecieron en el área de prensa los ministros Mario Marcel, Nicolás Grau, Carlos Montes, Antonia Orellana y Juan Carlos García, entre otros, para ofrecer entrevistas y declaraciones respecto de los anuncios presidenciales alusivos a sus respectivas carteras. En un ambiente distendido, estuvieron abiertos a conversar con los periodistas durante casi una hora.

“¿Todo bien, aparte de la Empresa Nacional del Litro?”, preguntó el ministro de Economía en broma a un asesor refiriéndose al lapsus del Presidente al mencionar la creación de Empresa Nacional del Litio, que generó una serie de memes.

Consultados sobre si habría un almuerzo oficial, algunos ministros señalaron que no, quejándose, también en broma, del hambre que ya siendo casi las 15:00 horas, se sentía. Uno de ellos, más experimentado, explicó que eso nunca ha sido tradición de la cuenta pública.

Los asistentes finalmente comenzaron a disgregarse, aunque algunos parlamentarios seguían en acción. Por el acceso de calle Victoria, el diputado comunista por el Distrito 2°, Región de Tarapacá, Matías Ramírez, seguía reunido con una quincena de ciudadanos.