“Mi nombre es: Camilo Mirosevic Verdugo. Soy de: Arica. Estudié la enseñanza media en: Colegio San Jorge y Colegio Andino, Arica. Estudié en la Escuela de Derecho entre los años: 2002 y 2007. Trabajo en: Contraloría General de la República”.

De esta manera se presenta el abogado de 38 años y jefe jurídico de la entidad encabezada por Jorge Bermúdez, quien se inhabilitó de sus funciones hasta el 5 de septiembre, día posterior al plebiscito, luego de que su hermano, el diputado Vlado Mirosevic (PL), asumiera como vocero de la campaña del Apruebo.

Esto ocurre en la semana que la CGR inició un proceso de investigación especial en La Moneda tras acusaciones de intervencionismo y constituyó un equipo en terreno. Por estos días está de vacaciones en Perú.

Antes de llegar a la Contraloría, Mirosevic -magister en Derecho Internacional en la Universidad de Chile y en la Universidad de Heidelberg- trabajó en el Ministerio de Defensa cuando Andrés Allamand estaba a la cabeza, y donde también coincidió con el actual contralor.

Tras concluir el gobierno del exPresidente Sebastián Piñera, él se mantuvo junto al equipo de la administración Bachelet: fue jefe de la división jurídica en la subsecretaría para las Fuerzas Armadas.

De aquella época hay una denuncia de una mujer quien reclama a su repartición por atrasos en materias de concesiones marítimas en Pucón. Tras no acogerse su petición -que venía de la época anterior a Mirosevic-, acudió ordenó un sumario a la Contraloría. Cercanos al abogado aseguran que no hay sanciones a él relacionadas a esto.

Entre 2015 y 2016 fue abogado asesor del gabinete del exministro del Interior, Jorge Burgos. Quienes trabajaron con él, aseguran que el exsecretario de Estado tiene una buena evaluación del abogado. En febrero de ese año llegó a Teatinos 56, donde se convirtió en el asesor de confianza de Bermúdez. Entre los viajes que han realizado por el trabajo, figura uno a Croacia (foto), del 2 al 8 de junio de 2017, invitados por su par en Zagreb.

Ahí, cuentan quienes conocieron el periplo, aprovecharon de recorrer la zona de sus antepasados en ese país. El pasaje tuvo un costo de US$ 2.755 y el viático, US$ 1.731. En el plano personal, en 2016 acudió al Sernac para reclamar una compra que realizó en un Supermercado Líder, donde compró 38 frascos especieros de $ 1.000 cada uno.

En el escrito asegura que tenían defectos de fabricación, por lo que exigía la devolución del dinero y $300 mil por daño moral.