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La oportunidad de CanSino: cómo es la vacuna de una sola dosis que ingresó al ISP

La oportunidad de CanSino: cómo es la vacuna de una sola dosis que ingresó al ISP

Cada vez está más cerca. El laboratorio, que tiene un preacuerdo con el gobierno chileno de 1,8 millones de dosis, se asoció con Saval para concretar los trámites de importación y distribución. ¿Cuándo empezó la negociación con las autoridades? ¿Cuál es su efectividad? ¿Por qué puede llegar desde México? Te lo contamos acá.

Por: Mateo Navas | Publicado: Domingo 21 de marzo de 2021 a las 04:00
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Fueron dos reuniones. El 30 de diciembre de 2020 y el 10 de febrero de 2021, el subsecretario de Relaciones Económicas Internacionales, Rodrigo Yáñez, se reunió vía Teams con Pierre Morgon y Guy Jean Leon Savoir, representantes comerciales de CanSino, el laboratorio chino-canadiense que tiene un preacuerdo de venta de 1,8 millones de dosis con el gobierno chileno y que el 11 de marzo ingresó la solicitud formal de aprobación al Instituto de Salud Pública (ISP). Y si bien no se llegó a un acuerdo formal en las dos citas, “se dio un paso importante”, relata un conocedor de las conversaciones.

Desde esa fecha, CanSino ha estado en boca de muchos funcionarios de gobierno. La razón: le permite al Ejecutivo acercarse a la meta de inoculación que tiene para el primer semestre, luego de que las negociaciones con los norteamericanos de Johnson & Johnson se retrasaran.

El rol de Yáñez, que está en constante comunicación con el ministro Andrés Allamand y con el Presidente Sebastián Piñera, fue clave para avanzar en un posible acuerdo con CanSino. Según conocedores de las negociaciones, el hecho de que la farmacéutica haya realizado ensayos clínicos en el país, aceleró “mucho más” el trámite y se espera que, si todo sigue como lo esperado, Chile reciba las vacunas entre mayo y junio.

Eso sí, Yáñez todavía no da por cerrado el trato. “Actualmente se están evaluando las propuestas de oferta de suministros de CanSino y Gamaleya (laboratorio de la Sputnik V)”, informó el subsecretario a DF MAS.

Una mañana de abril de 2020 el Presidente Sebastián Piñera llamó al embajador de Chile en China, Luis Schmidt, y le dijo: “Necesitamos comenzar con el proceso de vacunas”. El diplomático, que por ese tiempo estaba preocupado de la compra de ventiladores mecánicos en conjunto con el presidente de la CPC, Juan Sutil, empezó a investigar a las primeras compañías que querían desarrollar dosis contra el coronavirus. Encontró tres: Sinopharm, Sinovac y CanSino. Se puso en contacto con cada una de ellas y estableció una relación comercial. Le fue mal, porque todavía Chile no tenía tantos casos de contagio. Pero cuando la situación sanitaria empeoró, surgió la posibilidad de realizar ensayos clínicos en Sudamérica. Sebastián Piñera fue el primero que le propuso la idea a Schmidt. Fue ahí cuando las conversaciones comenzaron a tomar forma y entró en escena el subsecretario Yáñez. El primer acuerdo que se amarró fue Sinovac y le siguió CanSino, un mes después.

Fue a principios del segundo semestre de 2020 cuando las autoridades de la Universidad de La Frontera (UFRO) se enteraron. “El Consejo asesor científico nos preguntó si queríamos tomar la coordinación del estudio. Era difícil decir que no. Se trataba de una tarea muy trascendente para el país y para la humanidad”, recuerda Fernando Lanas, académico del establecimiento de la IX Región y coordinador nacional del ensayo clínico de CanSino.

Las autoridades de la institución aceptaron y de inmediato comenzaron a mover los hilos. Conversaron con los ejecutivos de CanSino para delinear las estrategias del ensayo y se asociaron con la Universidad Austral, en Valdivia, y con la Universidad San Sebastián, en Puerto Montt. En un par de meses ya estaban liderando el proceso de investigación más grande en Chile, con cerca de 3.500 voluntarios repartidos entre Temuco, Valdivia, Osorno, Puerto Montt y Santiago. Según Lanas, no se registraron reacciones graves. Lo más común fue molestia muscular, fiebre y dolor de cabeza.

Con esto, la UFRO se convirtió en la primera universidad regional en liderar un ensayo clínico para una vacuna del coronavirus. Según Lanas, fue el ministro Andrés Couve el que propuso extender este proceso fuera de Santiago. “Él tiene bien claro que la investigación tiene que hacerse en todo el país, no solo en una sola ciudad”, relata Lanas, quien afirma que el titular de la cartera de Ciencias viajó en dos oportunidades para revisar los avances del proceso.

“Cuando en julio de 2020 analizamos instituciones potenciales para participar en este ensayo clínico, vimos que la UFRO y la Universidad Austral contaban con la trayectoria y la capacidad clínica y científica para realizarlo”, afirma a DF MAS el ministro de Ciencias Andrés Couve.

El ensayo clínico internacional contó con 42 mil voluntarios y tuvo la participación de países como Pakistán, Rusia, China, México y Argentina.

Cuando comenzó el proceso de inoculación nacional el 24 de diciembre, el equipo de la UFRO empezó a notificar a los voluntarios “placebo” y “reales”. Al segundo grupo, debido a los buenos resultados del proceso (que fueron acreditados por un ente autónomo para asegurar la independencia de los datos), les recomendaron no vacunarse de nuevo.

De concretarse el acuerdo y la aprobación del ISP, ¿cómo llegaría esta vacuna a suelo nacional? Todavía se mantiene bajo completa reserva. Sin embargo, lo que sí se sabe es que podría venir de dos frentes: China —que es el país que está produciendo la mayor parte de las dosis— o México. Esto porque CanSino se asoció con un laboratorio azteca para aumentar la distribución del medicamento.

“CanSino puede hacer una transferencia tecnológica a una planta en México y esa empresa hace la misma producción. Es como una receta de cocina única que cumple con las buenas prácticas de manufactura y con todos los controles de calidad”, cuenta el químico farmacéutico y director del ISP, Heriberto García.

Y si bien será el mismo compuesto químico, sí habrá diferencias. La vacuna que vendrá desde China llegará en un formato individual, de una sola dosis, mientras que la mexicana será en un vial (frasco) con diez “porciones”. El único detalle es que obliga a los locales de vacunación a utilizar el recipiente rápidamente, ya que se puede contaminar. “Pero en una campaña de vacunación masiva como esta no hay problema”, advierte García.

El laboratorio chileno Saval será el encargado de importar y distribuir la vacuna de CanSino en Chile. “Hemos solicitado al ISP la autorización de emergencia para la importación y uso de la vacuna de CanSino. De ser aprobada por la entidad regulatoria, nosotros seremos los titulares de dicha autorización y lideraremos todo el proceso logístico de importación al país”, afirma a DF MAS Nicolás Donoso, gerente general de Laboratorios Saval.

De hecho, representantes de la empresa, a finales de febrero, se reunieron con Heriberto García para delinear los últimos detalles de la solicitud que ingresó al ISP. En la instancia, Andrea Reyes —directora de Asuntos Regulatorios— y el gerente de Desarrollo de Nuevos Negocios, Frank Wanckel, le dijeron a la autoridad que ya existían “conversaciones avanzadas con el Ministerio de Relaciones Exteriores para ingresar al país las 1,8 millones de dosis” desde las plantas de China y México. 

Para iniciar el trámite de vacunación en Chile, todos los laboratorios necesitan tener un representante legal en suelo nacional. La mayoría —como AstraZeneca o Pfizer— ya tenían una filial en el país, sin embargo, Sinovac y CanSino tuvieron que concretar alianzas. Es por eso que el laboratorio chino-canadiense se acercó a Saval, y Sinovac se unió con Cenabast.

El mayor atributo de la vacuna Ad5-nCoV es que es monodosis. Esto significa que los países que consigan este medicamento podrán generar población inmune con solo un “pinchazo”. Además, a diferencia de su competencia como Pfizer, no necesitan tan bajas temperaturas para ser transportadas: el medicamento necesita trasladarse y almacenarse entre 2 y 8 grados celsius.

Esta vacuna utiliza un adenovirus tipo 5 —de un resfriado común— para generar una respuesta inmune, algo muy similar a la tecnología de Oxford/AstraZeneca o Johnson & Johnson. Sin embargo, este método es distinto al que emplea su competencia —como Pfizer/BioNTech y Moderna—, donde se usa la tecnología de ARN mensajero.

“Se inyecta un virus inactivo, que es un adenovirus que no se puede reproducir, y en su superficie está la proteína Spike del Covid-19, que es la que se ancla a las células respiratorias y produce la infección. Cuando la gente recibe la monodosis, desarrolla anticuerpos e inmunidad celular. Cuando se encuentra con el antígeno de la proteína del coronavirus, el anticuerpo se une al virus y lo impide”, explica Fernando Lanas, director del ensayo clínico de CanSino en Chile.

Su efectividad es de un 65% en casos sintomáticos y de un 91% para los casos graves. Su precio también es algo positivo: en el mercado se habla que la dosis de Ad5-nCoV costaría alrededor de 4 dólares (aproximadamente $ 3 mil). Sin embargo, todavía no se conoce el monto que pagaría el Fisco si se llegara a concretar la operación, ya que depende de la cantidad de vacunas que se solicite y de su cooperación previa con el proceso de investigación.

En 2009 en Tianjin (ciudad en el noreste de China) cuatro científicos fundaron CanSino Biologics, empresa especializada en el negocio de las vacunas. Previo a la pandemia, en 2014, desarrollaron con mucho éxito la inyección contra el ébola Ad5-EBOV.

La mente detrás de ese medicamento fue Chen Wei, más conocida como la “Terminator del ébola”. Diez años antes de ese episodio, la bioingeniera fue la primera en encontrar una cura contra el SARS. Es por eso que desde que comenzó la pandemia por coronavirus, todos los ojos estuvieron puestos en ella. Fue ahí cuando CanSino la fichó. La epidemióloga investigó junto a ellos desde enero y lograron desarrollar la vacuna “monodosis”.

En marzo de 2019 la compañía comenzó a cotizar en la Bolsa de Valores de Hong Kong y experimentó un crecimiento de un 300% en once meses. En julio de 2020 empezaron los ensayos locales de inoculación. Un mes después, en agosto, CanSino debutó en el Nasdaq chino (bolsa de Shanghái) y sus acciones se dispararon un 88%.

“También están desarrollando vacunas para el combate de otras enfermedades infecciosas tales como meningitis, neumonía, tuberculosis, tos ferina, difteria, tétanos y el herpes zóster”, confiesa Nicolás Donoso, gerente general de Laboratorios Saval.

“El material fue repartido al grupo de expertos y evaluadores externos e internos, por lo tanto esperamos que la primera semana de abril citemos al comité de evaluación para dar nuestra resolución”, adelanta a DF MAS el director del ISP. Ante la posibilidad de una aprobación, García afirma que está optimista porque “la vacuna cumple con varios aspectos preliminares. Yo creo que irá bastante bien”.

Una vez que se apruebe la solicitud de Saval, las gestiones con la Cancillería se acelerarán. “No hay tiempo que perder”, dice una fuente del Ministerio de Relaciones Exteriores. 

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