Era una fiesta apoteósica. Hasta 150 invitados llegaban hasta la casa de Vivek Khemka, en Denver, sagradamente a celebrar el Diwali o Fiesta de la Luz, la conocida celebración hindú que marca el triunfo del bien sobre el mal. Luces, velas, baile, comida, amigos.

Esa festividad y su auto Tesla S del 2012 que tuvo que dejar allá, es lo que Khemka, el ejecutivo que este lunes asumió la gerencia general de VTR en Chile, ha dicho que más extrañará en su nueva etapa laboral. Su antecesor, Guillermo Ponce, asumirá un cargo de vicepresidente senior a cargo de toda Centro y Sudamérica, excepto Chile. En todo caso, cuando la pandemia lo permita, Khemka espera repetir el Diwali -que este año se celebra el 4 de noviembre- en su casa.

El ejecutivo, nacido hace 48 años en Bangalore, India, estudió en el Instituto Indio de Tecnología, y a los 25 años abandonó su país para volar hasta Estados Unidos y hacer un MBA en la Carnegie Mellon University. Allí fue donde conoció a su actual esposa, Sruta Vootukuru, hoy una alta ejecutiva del sector de las telecomunicaciones, y con quien tiene dos hijos, una de 16 y otro de 14 años.

El curriculum de Vivek Khemka antes de arribar a Liberty, la matriz de VTR, incluye pasos por McKinsey, Motorola y la operadora de telecomunicaciones Dish. Quienes lo conocen destacan que es “una persona brillante, piensa muy rápido y tiene una gran facilidad para transformar empresas o procesos que quedaron añejos, con innovaciones sin matar la marca”, reconoce una fuente. De hecho, en Dish, una operadora de televisión por cable estadounidense tradicional, fue el inventor de una plataforma para ver televisión on demand.

Justo antes de llegar a VTR, Khemka, como director de tecnología y productos, era el responsable de la innovación en cada una de las 40 operaciones de todo el grupo en la región.

El nombramiento del ejecutivo, mano derecha de Balan Nair, CEO de Liberty Latin America, fue leído en Chile de varias formas al interior de la firma de telecomunicaciones chilena.

Primero, que Chile ha tomado un peso tan relevante para el grupo que necesitaban a alguien de la matriz involucrado en la siguiente etapa de VTR. Y otra versión dice que hubo una “intervención” por la salida de clientes que tuvieron durante el año pasado, lo que fue catalogado como un hecho inédito en VTR que en el neto siempre sumaba clientes año tras año, y la arremetida de la competencia en los segmentos donde VTR era líder indiscutido.

Eso, más demandas de consumidores descontentos hicieron que desde Denver enviaran justo a un experto en dos cosas que Chile requiere mejorar: tecnologías y productos.

En Chile, Vivek ha estado cinco veces. La primera, fue el 2000 cuando recorrió junto a Edmundo Ruiz, uno de sus amigos chilenos que conoció en su MBA en Carnegie Mellon -y hoy gerente general de Empresas Sutil-, las Torres del Paine y el desierto de Atacama.

En dos semanas más aterrizará en el país a tantear terreno, ver dónde se instalarán con su familia, además de su perro llamado Momo, igual que un dumpling típico chino.

Ya están buscando colegio para los menores, mientras que la mujer decidió dejar su puesto en EEUU y buscar empleo en el país. A fines de mayo o principios de junio la familia tiene decidido instalarse formalmente en Santiago. La hija de 16, dicen quienes han conversado con él, está particularmente entusiasmada con llegar a Chile: es fanática del trekking y el montañismo.

El despliegue de fibra óptica al hogar tiene concentrada a toda la industria. Movistar vendió parte de su unidad al fondo KKR para potenciar las inversiones y llegar a más lugares tanto como proveedor mayorista, como con servicio final. WOM ya dijo que su segundo paso en el país será convertirse en líder en fibra óptica a precios bajos. Y Mundo, la firma de telecomunicaciones que compró el fondo Linzor Capital, está desplegándose por todo el territorio, y sobre todo en zonas donde otras no llegaban.

A ese segmento es donde VTR quiere llegar. Por eso, en una meta que incluso al interior de la firma sorprendió, se fijaron conectar 400 mil hogares en todo Chile, buena parte de ellos en 57 comunas en 12 regiones del país donde hoy VTR no está o tiene poca presencia.

Ahí estarán los esfuerzos de Vivek en Chile. Y las inversiones tanto en publicidad, fuerza de venta como en tecnología.

Eso, además de elevar los estándares de la red que ya tienen para evitar intermitencias o caídas en el servicio y las consecuentes denuncias al Sernac y el malestar en redes sociales. Si VTR ya adaptó su servicio al cliente para que atienda las 24 horas del día en la semana, Vivek tiene que darle un segundo click. “Tiene que recuperar la confianza de los clientes”. Ese fue el mandato que le dieron desde la matriz como tarea número uno en Chile.

Concentrarse en lo necesario

Por lo mismo, negocios como telefonía móvil, donde VTR intentó entrar, pero fracasó, y el segmento pymes, donde no han despegado como querían, serían áreas en las que VTR no seguirá insistiendo.

Desde la matriz hasta la operación local tienen claro que el fuerte de la firma está en internet domiciliario y televisión. Ahí apostará fuerte el nuevo CEO. Es más, como la televisión por cable va en franca caída, la nueva administración doblará los esfuerzos por hacer masivo su propia OTT, un servicio de televisión por streaming y que permite ver series, películas y señales en vivo grabadas, desde el mismo televisor, no necesariamente teniendo TV cable.

Justamente en Dish, donde estuvo Khemka, se encargó de lanzar exitosamente un servicio de este tipo.

En esa racionalización de la compañía, sobre todo luego de una simplificación de la estructura que significó despidos masivos en diciembre y febrero de más de 100 personas, se deberán ir ajustando los equipos a la nueva estructura, aunque no se vislumbran nuevas desvinculaciones masivas. Eso sí, Vivek espera que los cambios que se propongan se hagan rápido y sin mayor burocracia, algo usual al interior de esta empresa por la larga data que tiene y por equipos que llevaban muchos años trabajando de una misma forma.

Incluso algunos dicen que cada vez que la matriz trataba de imponer algún cambio, en Chile lo frenaban y le daban muchas vueltas de tuerca.

Eso, hasta que la matriz decidió enviar al segundo al mando directo a Chile.

Las nuevas tareas de Ponce

Vivek y Guillermo Ponce, el gerente general de VTR hasta el lunes pasado, se conocen. Han compartido varias veces. Ponce, que entró a trabajar en 1994 a la firma, pasó por varios controladores: los Luksic, el Grupo Claro, cuando Saieh fue minoritario y ahora Liberty.

De hecho, ese se le reconoce como uno de sus principales méritos: Ponce sabe fusionar empresas y sus culturas. Se adapta rápido, dicen en su entorno.

Algo de eso tendrá que hacer ahora en su cargo que lo llevará a manejar la operación en Panamá, donde comparten propiedad con el Estado, y los resultados han sido paupérrimos. A eso se le suma Costa Rica, un mercado que ya comandaba Ponce, pero que ahora deberá integrar la reciente compra de los activos de Telefónica en el país centroamericano que hizo Liberty el año pasado.

El Caribe seguirá dependiendo de la matriz. Ponce ahí no se involucrará. Donde sí estará es en las nuevas adquisiciones que haga Liberty. Y las habrá. En estos momentos, Liberty afina la compra de una operadora en Perú, y el deal está a punto de cerrarse, dicen entendidos.

El siguiente paso de la expansión, y que deberá comandar Ponce, sería Ecuador y eventualmente Colombia. Todo está en análisis.

Ponce, a quien anteriormente le habían ofrecido un cargo a nivel regional, pero lo desechó para no alejarse de Chile, esta vez tuvo que aceptar el cambio de timón que designaron en Santiago. Sin embargo, el ejecutivo chileno se mantendrá en el país, y desde Chile liderará la operación centro y sudamericana.

Por lo mismo, y aunque hoy están en teletrabajo, a Ponce tendrán que instalarlo en otra oficina, porque la de gerente general será de Vivek, el nuevo hombre fuerte de Liberty en Chile.