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La trastienda de los últimos días de Telepizza en Chile

La trastienda de los últimos días de Telepizza en Chile

Pérdidas acumuladas por más de 70 millones de euros desde 2020. Un complejo entorno económico y financiero. 1.400 personas sin empleo de un día para otro. Además, ex trabajadores denuncian problemas administrativos, despidos sin finiquitos y falta de austeridad en la gestión. El gerente general, David Vera, renunció un día antes de anunciarse la quiebra. Aquí, los últimos días de Food Delivery Brands.

Por: Juan Pablo Silva | Publicado: Sábado 25 de enero de 2025 a las 21:00
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Telepizza y Pizza Hut se van de Chile, decían los titulares de prensa durante la semana pasada. Dos marcas emblemáticas, con más de 20 años en muestro país, decían adiós al mercado local. Hubo cartas al director sobre el tema, posts en redes sociales y mucha gente opinando sobre las razones de la salida.

“El negocio de Food Delivery Brands en Chile se ha visto afectado por las consecuencias de un complejo entorno económico, competitivo y financiero, lo que ha obligado al Grupo FDB a tomar la decisión de concentrarse en sus operaciones en Europa. Pese a haber hecho todos los esfuerzos posibles para sostener la operación de la compañía, ha tomado la difícil decisión de proceder al cierre de todas sus operaciones bajo las marcas Telepizza y Pizza Hut en Chile, junto con solicitar la liquidación de la compañía ante los tribunales competentes”, escribió el grupo en un comunicado la semana pasada.

En su momento de mayor éxito fueron 156 locales los que operaban, pero a la fecha, van quedando 108, los cuales cerrarán sus puertas. Eso sí, aclaran desde la firma que quedarán abiertos locales de Pizza Hut administrados por Aresta, que son los que están en los malls junto a Taco Bell. Aun así, 1.400 personas perdieron sus trabajos. Desde 2020 la operación en Chile de la firma perdió más de 70 millones de euros.

Un problema aguas arriba

Llegar a este momento no fue de un día para otro, cuenta alguien que lleva en el rubro más de 20 años. Aparte del complejo entorno económico y financiero, hay más razones detrás del cierre: habrían existido deficiencias administrativas y una seguidilla de errores no forzados

Y los problemas no han sido sólo en Chile, sino que se arrastran desde la matriz, en España. A mediados de 2023 Food Delivery Brands (FDB), que opera las franquicias de Telepizza y Pizza Hut, se reestructuró en Madrid y sus acreedores -como Oak Hill, Blantyre, HIG, Fortress y Treo, Santander, entre otros- se quedaron con la compañía. Esto lo hicieron capitalizando deuda que tenía la firma de private equity norteamericana Accel KKR.

Al igual que en Chile, en España tampoco crecía el negocio y Domino’s ganaba terreno. Donde se quiso concentrar FDB era en Irlanda, Portugal y España. Entonces, como los números del negocio chileno no cuadraban y los nuevos dueños buscaban reducir gastos a toda costa, decidieron cerrar la operación local. El plan, dice un ex ejecutivo, es desinvertir en regiones donde no están generando ingresos, como México.

Tensión y renuncia del gerente general

El complejo ambiente en Chile ya se percibía desde diciembre del año pasado, cuenta un ex trabajador. Corrían muchas versiones de que los números no andaban bien, pero nada era confirmado por las jefaturas. Un ex gerente cuenta que desde la matriz tampoco se les daba mucha información.

Pero todo se precipitó este mes. El martes 14 de enero, a las 17:30, el entonces CEO de la firma, David Vera, escribió un comunicado a los colaboradores. Aún nada se sabía de la quiebra.

“Hoy me dirijo a ustedes con un mensaje de despedida que, aunque difícil de redactar, es necesario en este momento de transición para nuestra organización. He tomado la decisión de dejar mi cargo como CEO, una decisión que surge de una profunda reflexión personal y profesional. Al unirme a esta empresa, compartimos una visión y unos objetivos que han evolucionado con el tiempo, y he llegado a la conclusión de que esos objetivos cambiaron y ya no se alinean con mi propósito y mis valores”, consignó.

Y agregó: “Es importante reconocer que operar sin los recursos necesarios se ha vuelto un desafío insostenible. Mi prioridad siempre ha sido el bienestar y la estabilidad de cada uno de ustedes, y es mi deber como líder garantizar que nuestra gente esté protegida y respaldada, incluso cuando las circunstancias están fuera de nuestro control”.

Millonario bono

El miércoles 15, ya con el CEO fuera de la firma, se anunció la quiebra. El ambiente era tenso, relata alguien que estuvo en las oficinas de FDB en Macul. Un gerente de recursos humanos le empezó a avisar a las primeras personas a las 17:00. Hubo mucho llanto. Además de eso, y de rumores e información en la prensa, no les detallaron el proceso de desvinculación. Muchos responsabilizan a la gestión comandada por Vera de esta situación. “Era una administración poco austera y poco presente”, opina un trabajador.

Ese día no hubo comunicación interna, no existió un comunicado para todos los empleados y varios se enteraron por la prensa. “Se manejó mal”, dice un directivo.

El tema de la austeridad también lo recalca otro colaborador: “Se hablaba de apretarse el cinturón al máximo, pero luego se invitaba a la plana mayor a una actividad en el Monticello“.

El viernes 17, Vera volvió a aparecer en los registros de la firma. Dice un conocedor que éste tenía un millonario bono de permanencia comprometido con los dueños en España, si es que llegaba a final del 2024. Éste fue pagado a principios de este mes. Esto se supo en Chile y generó muchas molestias entre los trabajadores. Consultada la matriz de Food Delivery Brands, afirman:

“Este es un bono que estaba comprometido con el colaborador que se podía cobrar en las primeras nóminas del año 2025 y que es parte de su retribución. Asimismo, se comenzó el pago a los colaboradores por los días trabajados durante los primeros 15 días del mes de enero”

Vera tiene pasado en el rubro de la comida. Estuvo en Papa John’s y en Cinnabon, y en marzo de 2022 llegó a Food Delivery Brands como CEO. Previamente, nunca había tenido una posición similar.

Los trabajadores de la firma han hecho ruido público y memes. Ya hay grupos de WhatsApp donde coordinan acciones legales. ¿La razón? Un ex trabajador asegura que no se pagaron las indemnizaciones correspondientes. Esto último es normal en un proceso de reorganización judicial, ya que el pago a los empleados es la prioridad en un proceso de estas características, pero en este caso aún no se concreta dicha reorganización.

La historia detrás de los arbitrajes ingresados contra la cúpula de Red Megacentro por un accionista minoritario

Felipe Guzmán inició tres arbitrajes en contra de los altos ejecutivos de la firma, acusándolos de administración desleal, operaciones con partes relacionadas y violación al pacto de accionistas. La trama comenzó en 2022 cuando Megacentro reorganizó su gobierno corporativo y Guzmán dejó su puesto de director ejecutivo para convertirse en director suplente; desde entonces él asegura que comenzó a detectar irregularidades en la administración. En el entorno de la empresa se defienden: “Red Megacentro seguirá trabajando en beneficio de todos sus accionistas y se reserva su derecho a ejercer las acciones legales que correspondan en contra de quienes intenten dañar su reputación y/o afectar su posicionamiento en el mercado”, aseguran fuentes relacionadas a la firma.

El escenario que se le abre a UNO, la díscola AFP que no se opuso a la reforma

UNO irrumpió en escena el 2019, cuando ganó la licitación de nuevos afiliados. La misma que perdió en 2021, pero que recuperó en 2023. Este año vence su último proceso y todo indica que se sumará a la licitación de stock que viene en la reforma previsional. Ignacio Álvarez, el presidente y fundador de la firma, es odiado y temido -por igual- en la industria. Allí le pusieron “el díscolo”. Pero lo cierto es que el rol que pueda tomar su AFP en la implementación de la reforma será clave para sus próximos pasos.

Tras incendio: el prestigioso lodge en la Patagonia que espera renacer

Ubicado en Puerto Cárdenas, en el lago Yelcho, el pasado 24 de enero el Chucao Fishing Lodge se prendió en fuego. Fundado por Gonzalo Cortés, dueño de Fly Shop y Ópticas Gonzalo Cortés, el lugar recibió durante 20 años a familias, pescadores extranjeros e importantes personajes del mundo empresarial. “Se fue el edificio, pero las memorias y las vivencias van a quedar ahí para siempre”, dice Cortés.

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