Son las 20:00 de un miércoles. Los 250 asientos del Teatro Mori del Parque Arauco están ocupados con público de variadas edades.

Todos vienen a presenciar la obra Notworking, un Startup Comedy, creada por el abogado, actor y emprendedor Ignacio Navarrete, quien estudió Derecho en la Universidad Católica, luego Teatro en NYU University y de vuelta en Chile trabajó en el estudio Cariola, Díez y Pérez-Cotapos. A los tres años renunció e hizo un MBA en la Universidad del Desarrollo con el desafío de emprender.

Hoy es fundador de Mudango, una plataforma para reservar y coordinar en línea una mudanza, bodega o despacho; los parques de salas de escape Escapology (una especie de laberinto para jugar) y Rising Sun Chile, de servicios solares fotovoltaicos. Pero más que todo eso, es actor e imitador.

En noviembre del año pasado estrenó su primera obra, un stand-up, y alcanzó a llenar diez funciones. 

En el show -que tiene como escenografía una mesa plegable, un iPad y dos celulares- el actor empieza siendo Bernardo Donoso, un fundador de una startup que llega a una competencia de pitchs en Estados Unidos. Lo recibe un anfitrión histérico que se jacta de tener todo bajo control. 

Cuando el fundador ficticio logra sentarse a preparar su presentación, parten los problemas. El piloto del helicóptero en que viene el CEO está atrasado por condiciones climáticas. Aparentemente él tendrá que ser quien presente en la competencia.

La presentación no está lista, se le encargó al practicante, Mateo. Lo personifica como un universitario “zorrón”, experto en beerpong (juego que combina pelotas y cervezas) y sobrino de uno de los inversionistas; mientras que Adolfo es el tío apitutado.

Donoso conoce a Kispe, científico peruano que fue obligado por el gobierno a presentar su producto. Creó una pastilla que sólo con agua tiene sabor a ceviche, la llamó “pastiche”. Todo apunta a que va a ser un fracaso rotundo.

En el espectáculo se ve a un “Eduardo della Maggiora”, de Betterfly, corriendo por los pasillos; se menciona también al fundador de Fintual, Pedro Pineda, y al de NotCo, Matías Muchnick.

Como probablemente le ha pasado a varios emprendedores, tienen que hacer multitareas: mientras prepara la presentación se preocupa de la visa de uno de sus colaboradores, de conseguir entradas para una inversionista, mantener ordenada la operación en Santiago, entrevistar a una candidata al call center y -llegando al final-, lograr que al emprendedor peruano todos lo conozcan.

Durante la hora y media de espectáculo -que tuvo carcajadas desde principio a fin-, Navarrete imita a 50 personajes típicos del ecosistema: hay espacio para el contador, un agente de aduanas argentino, una corredora de propiedades y la CORFO.

Quiénes lo conocen cuentan que partió a los 5 años haciendo de Pato Donald, y que quienes lo veían se impresionaban con la interpretación. Siempre fue el encargado de hacer reír a sus compañeros en los shows de fin de año, lo hacía en el colegio y también en el estudio de abogados. Cuenta que en NYU aprendió sobre monólogos y en el MBA conoció el mundo emprendedor, los pitchs, y todo lo que lo rodea. 

El origen de esta idea se remonta al 2019: cuando llegó la pandemia tuvo que cerrar el parque de diversiones y no sabía si habría mudanzas (hoy están en cuatro países, realizan 3 mil mudanzas mensuales y trabajan 100 personas).

En plena crisis sanitaria concluyó que el protagonista de su show debía ser alguien muy bueno pero sin la pasta de un presentador. “Alguien que no fuera la figura clásica de la startup, y que se viera en el problema de tener que reemplazar al CEO”, dice. Para inspirarse tomó ideas de Richard Hendricks, el personaje de la serie de HBO Silicon Valley.

Armó una lista con nombres de personajes que rodean este mundo emprendedor con un adjetivo o característica a exacerbar. El inversionista que representa la presión monetaria o la familia que demuestra el apoyo incondicional. Ha protagonizado diez funciones, sumando más de 2.500 personas.

Entre los espectadores han estado representantes de Cornershop, NotCo, Betterfly, Platanus Ventures, SimpliRoute, Imagine, Microsoft, BeeTrack y Econsult. “La gran moraleja es que con familia y un buen equipo -que da lo mismo si no son los más inteligentes ni los con más lucas-, se pueden hacer grandes cosas. Eso es lo más importante para un emprendedor. Este es un homenaje a ellos”, concluye el gerente de personas y cultura de Mudango.

¿Cuánto tiempo más seguirá? Aún no lo sabe.