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Los cuatro factores que debes considerar antes de arrendar
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La aprobación del segundo retiro del 10% de los fondos previsionales gatilló una inesperada alza en las cotizaciones para arriendo y compra de inmuebles. Luego de un año con baja actividad producto de la crisis sanitaria, la industria inmobiliaria lentamente está repuntando, con todos los ojos puestos en 2021.
Desde el 11 de noviembre Yapo.cl aumentó en un 71% la demanda de cotizaciones de viviendas (tanto para venta como para arriendo). Las comunas más solicitadas en la plataforma fueron Maipú, Santiago, Puente Alto, La Florida y Ñuñoa.
Muchas familias, afectadas financieramente por la crisis sanitaria, han preferido arrendar antes de adquirir un departamento o casa, ya que se trata de una movida con menos riesgo y un trámite más sencillo. Sin embargo, los expertos afirman que, aunque sea una diligencia más rápida, se tienen que tomar algunas consideraciones antes de concretar el acuerdo.
Pero, ¿en qué fijarse a la hora de arrendar un inmueble? ¿Es llegar, firmar y concretar la mudanza? Conocedores del rubro afirman que se trata de una decisión que debe ser estudiada con antelación y con ciertos mínimos para asegurar un buen negocio. Estos son algunos de los puntos más importantes.
1. La ubicación
“Hay que fijarse en el entorno del barrio, como los índices de seguridad, los centros educacionales, el comercio, las áreas verdes, como también verificar la existencia de hospitales y clínicas, y el acceso al transporte”, dice Eduardo Donoso, gerente de marketing de Toctoc.com, plataforma que reúne miles de ofertas inmobiliarias, tanto para arrendar como para comprar.
Uno de los aspectos que indican los expertos es que, al momento de arrendar, no es tan necesario fijarse en la plusvalía del sector, ya que ese es un aspecto relevante a la hora de comprar una vivienda, pero no cuando se evalúa un arriendo.
La ubicación, por tanto, tiene un vínculo directo con el valor del arriendo. “Es clave definir dicho barrio en base a la factibilidad real del presupuesto que se destinará. Hay personas que prefieren irse a una vivienda más pequeña, pero no ceder en la ubicación, mientras que otros optan por quedar más alejados de su zona de confort pero en un espacio más holgado”, cuenta Víctor Danús, gerente general de ProUrbe Gestión Inmobiliaria.
2. Visito, luego existo
Sigue la pandemia y la industria lo sabe. Es por eso que en el rubro han modificado el modelo y ahora cambiaron las prioridades: calidad en vez de cantidad.
Si antes el promedio eran dos o tres visitas para concretar un arriendo, ahora los ejecutivos buscan que sea una, pero bien aprovechada. Todo con los implementos sanitarios adecuados.
Sin embargo, no visitar la propiedad antes de cerrar el acuerdo no es una opción. “Es importante ver en persona el entorno del inmueble y sus espacios interiores para analizar si funcionan los flujos para la realidad de cada familia”, cuenta Danús, a lo que agrega que es recomendable “fijarse en la luminosidad, en los potenciales ruidos que puede haber cerca y en los muebles propios, para evaluar si efectivamente caben o no”.
3. A negociar
Todas las propiedades tienen precios elásticos, pero cuando se trata de arriendos, eso se profundiza. Los expertos coinciden en que, como está el mercado, ambas partes necesitan negociar, ya que, si bien ha aumentado la actividad, la demanda por arriendos no está en su mejor momento. De hecho, algunos conocedores de la industria se aventuran y dicen que, con una buena estrategia, se puede lograr una rebaja del 10% del precio del arriendo.
La negociación, además, tiene una relación directa con el presupuesto. Según Javier Gómez, líder de productos de Innovación para Latam de Equifax, es recomendable que un arriendo nunca supere el 25% o 30% de los ingresos totales del grupo familiar, ya que hay que tomar en cuenta otros gastos relacionados a la vivienda que muchas veces no están incluidos en los arriendos, como los gastos comunes o cuentas.
4. Formalidad, siempre
Una vez que todos los otros pasos se hayan completado y la decisión esté tomada, el cierre del negocio debe ser con un contrato de arriendo en una notaría. Si bien no es un requisito, los expertos afirman que, con este trámite, todos los involucrados quedan satisfechos.
“Ahí se deben identificar a las partes y al inmueble, detallar el monto acordado y las condiciones de pago y su reajustabilidad. También hay que señalar por cuánto tiempo será efectivo el acuerdo y cómo será su renovación. Además, es importante aclarar las condiciones de salida, detallando que el cheque en garantía no constituye pago de arriendo o indicar cuánto tiempo de anticipación se debe dar aviso para salir”, confirma Danús.
Algo similar añade Javier Gómez de Equifax: “Esto implica identificar bien a las partes involucradas, explicitar con claridad las condiciones de pago y la forma en que se renovará el arriendo. De esta manera quedarán protegidos tanto el arrendatario, como el arrendador”.