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Adriana Noreña, VP de Google para Hispanoamérica y Emprendedoras conectadas: "Cuando hay ideas valientes y decididas, la sociedad se transforma"
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Emprendedoras conectadas partió hace cinco años al alero del centro de datos de Quilicura y ha capacitado a más de 800 emprendedoras en habilidades digitales. El perfil de las beneficiarias es principalmente mujeres con emprendimientos de subsistencia, muchas veces no formalizados o con negocios en sus primeros pasos. Reciben un entrenamiento que incluye marketing digital, ventas online, educación financiera, sostenibilidad, uso de redes sociales entre otros.
Tras el éxito en Quilicura, Google Chile decidió amplificar el impacto de este programa a nivel nacional, con un fondo de USD500k, entregado por Google.Org, que permitirá -a fines de 2023- haber entrenado un total de 1.700 mujeres en todo Chile.
La colombiana Adriana Noreña saluda a las emprendedoras y les comenta que antes de llegar a Google ella también tuvo su emprendimiento. Pero en esta ocasión son ellas las que están invitadas a compartir sus experiencias.
Las presentes son Natalia Ossandón, fundadora de Encántate, emprendimiento que consiste en una tienda de regalos, desayunos a domicilio y servicios de catering corporativos; Daniela Astudillo, fundadora de Azabache una tienda online que ofrece servicios de manicura y spa; Paula Orellana, fundadora de Kachureo Kawaii, tienda online de personalización de accesorios y prendas; y Natalia Muñoz, fundadora de Bukiri Store, emprendimiento de skincare y maquillaje; y Joe Mendoza, fundadora de un negocio que se enfoca en el tejido de amigurumis y diversos accesorios hechos en base a lana.
En las pantallas se conectan desde el sur de Chile otras dos emprendedoras; Alicia Sanhueza, de Hualqui, fundadora de Luz en tu Jardín, venta de terrarios hechos a mano y plantas y Laura Manríquez, desde Padre de las Casas, fundadora de Kuyenco, emprendimiento vinculado a la cosmética natural.
Detrás de cada una de ellas hay una historia particular que van compartiendo con las demás. Varias tienen en común que parten en la pandemia, cuando por necesidad tuvieron que reinventarse y crear sus propios emprendimientos recurriendo a sus respectivos talentos y potenciando las cosas que más les gustaban. “La pandemia en mi caso fue un despegue”, afirma Natalia Ossandón. “Bendita pandemia”, agrega Laura Manríquez por la oportunidad que le dio para desarrollar su negocio.
Algunas, como Paula Orellana, cuenta sobre los conocimientos que ha ido adquiriendo de marketing digital, e-commerce, dictando cursos online e incluso abriendo un canal de Youtube. Todas coinciden que emprender ha sido una manera también de romper con sus propias barreras, de ganar en confianza, empoderamiento y autoestima. De comprobar que con perseverancia se puede lograr.
Después de cerrar el encuentro, Adriana Noreña conversó con DF MAS.
-Mencionaste que antes de entrar a Google también fuiste emprendedora.
- ¡Así es! En 2005 fundé en San Pablo, Brasil, una línea de cosmética llamada "Elementum corpo e banho". Logré crear empleo, captar inversiones, desarrollar productos innovadores y, como si todo eso fuera poco, conocer a la compañía donde trabajo hoy. Durante esa época, disfruté mucho de todas las etapas del producto.
Por un lado, de las tardes en la fábrica, experimentando los distintos aromas y texturas. En paralelo, el desarrollo de los colores y las gráficas de los productos. Llegué a tener varias tiendas en puntos de venta como shoppings de Sao Paulo y otros. Fue una experiencia muy bonita, aprendí mucho sobre el negocio, las métricas y los hábitos de consumo.
Hoy, cada vez que interactúo con representantes del ecosistema de emprendimientos que existe en toda América Latina, me identifico fácilmente porque comparto ese fuego emprendedor, esa pasión por crear algo nuevo que yo misma sentí dentro de mí, incluso desde muy chica.
-¿Qué aprendes en estas reuniones con Emprendedoras conectadas al escuchar sus historias?
- De inmediato pienso en algunas palabras como: coraje, pasión y resiliencia. Siento que transmiten la energía de "no darse por vencidas". Que las mujeres podemos ser el sustento y sostén de nuestras familias, y que tenemos el poder de desarrollar un negocio y verlo crecer. Me resulta muy emocionante ver a mujeres que creen en sí mismas y han tomado el aprendizaje como un desafío personal para adquirir habilidades digitales.
Particularmente me fascina ver cómo emprendimientos de lo más tradicionales, terrenales o super cotidianos, al fusionarse con lo digital llegan a tener una potencia, un impacto tan transformador y positivo que toca en profundidad la vida tanto de las personas que emprenden como de las personas que adquieren o consumen ese producto o servicio, puesto que el puente que muchas veces las conecta, es digital.
Considero que es muy importante transmitir desde jóvenes el valor de emprender, porque esto es lo que hace que las cosas cambien, que se derriben estereotipos de género que nos limitan, y se creen nuevas oportunidades de manera diversa e igualitaria. Cuando hay personas con ideas valientes y decididas, la sociedad progresa y crece, pero, sobre todo, se transforma".
-Por tu trabajo te toca conocer a emprendedoras de distintos países de LATAM, ¿Qué tienen en común?
- El deseo de superación, la mentalidad de “sí, se puede”, la resiliencia frente a contextos adversos y el continuo aprendizaje. En nuestro sector es común ver a las personas abrazar la tecnología como igualadora de oportunidades e impulsora del crecimiento, y a la educación como un motor fundamental para avanzar en el corto, mediano y largo plazo. Una muestra de ello es la enorme cantidad de mujeres emprendedoras que se han capacitado con nuestros cursos.