No hubo una prohibición directa, pero la cantidad de oficios emanados desde la Superintendencia de Pensiones preguntando por qué invertían en fondos de inversión nacional de acciones de baja y mediana capitalización (conocidos como small cap) no cesaban. 

En qué gestoras invertían, cuánto pagaban los fondos de comisión, cómo rentaban, quién administraba, y así, iban y venían oficios desde el regulador. Al menos, dicen fuentes del mercado, desde hace unos tres años comenzó con fuerza esa arremetida de oficios, lo que coincide con el periodo del estallido social, donde las AFP y las comisiones que pagaban a otros gestores por hacer inversiones empezaban a sumar críticos. Primero, fueron cuestionamientos desde la Super por inversiones en fondo money market, y luego algunos indexados, hasta que llegó a los small cap. 

Las denominadas “comisiones fantasmas” -mal llamadas así según expertos, porque son públicas y la Superintendencia sabe cuánto y a quiénes se les pagan- son todas aquellas comisiones que se dan a un emisor por administrar inversiones. Dichos recursos se justifican en su mayoría de los casos en la especialización de las carteras, y se usan sobre todo en activos complejos, como los alternativos, derivados, acciones internacionales, en determinados mercados complejos o en ciertas emisiones de bonos muy específicos. 

Pero en acciones chilenas no se justificaría -ha sido el razonamiento de la autoridad- porque los equipos locales estarían en posición de comprar y vender acciones de empresas listadas en su propio país, y la complejidad no es tal como para pedirle necesariamente a un tercero que lo haga.

Así fue como las AFP Habitat, Cuprum y Capital empezaron a informar a mediados del año pasado que dejarían de estar en los fondos de inversión small cap, pero para no provocar efectos adversos en el mercado ni en sus propios fondos, harían el traspaso de posiciones en “especias”, es decir, en las mismas acciones que están invertidos los fondos. Así no se desvalorizaba la acción y las AFP serían las tenedoras directas de dichos papeles. 

¿Por qué las otras AFP no se sumaron? Agentes del mercado explican que tiene que ver con que siguen confiando en el modelo de gestión local que se hace sobre todo en el mercado small cap, donde la tenencia de una sola AFP en un determinado papel de una empresa pequeña no mueve la aguja. Así, dejan que terceros especializados administren dichos papeles y participen en directorios o juntas de accionistas. Además, la comisión está en promedio 0,5%. 

A diciembre del año pasado habían registrado con inversiones de los fondos de pensiones un total de ocho fondos que se llaman small cap y que invierten solo en Chile, por un total de US$ 649,96 millones de las administradoras BCI, BTG, Banchile, Compass, Falcom, LarrainVial, Santander y Toesca. Lideran Compass con US$ 244 millones, BTG con otros US$ 132 millones y Toesca con US$ 89 millones. Hay otros fondos, como Pionero de Moneda, que también invierten en small cap, pero a su vez tiene en su cartera otras acciones de distinto tamaño.

Si se compara con diciembre 2021, las cifras revelan que las AFP invirtieron un total de US$ 744,22 millones en fondos de inversión llamados small cap Chile, en las gestoras BCI, BTG, Banchile, Compass, Falcom, LarrainVial, Santander y Toesca. 

Al desagregar por las tres AFP que avisaron que no seguirían en fondos small cap, las cifras actualizadas solo a agosto, dan cuenta que Habitat tenía US$ 256 millones en fondos small cap nacionales del BCI, BTG Pactual, Banchile, Compass, Toesca y Santander. Cuprum sumaba US$ 148,36 millones en fondos de BCI, BTG, Banchile, Compass y Toesca. 

Por último, AFP Capital totalizaba US$ 132,76 millones en las gestoras BTG, Banchile, Compass y LarrainVial. 

En el sector cuentan que en algunos fondos lo que invierten las AFP representa sobre el 70% y hasta el 90% del total del fondo, por lo que los efectos si más AFP se suman a esta tendencia pueden ser devastadores.