Coffee break
El estilo de Patricio Jamarne, el veedor del momento
-
Cuéntale a tus contactos
-
Recomiéndalo en tu red profesional
-
Cuéntale a todos
-
Cuéntale a tus amigos
-
envíalo por email
Es uno de los veedores más cotizados del mercado de liquidaciones y reorganizaciones chileno. Y ha tenido harto trabajo en medio de la pandemia. Patricio Jamarne Banduc (61 años) es por lejos quien tiene más causas a su haber desde que dejó de ser síndico de quiebras, con la nueva ley.
De acuerdo a la Superintendencia de Insolvencia y Reemprendimiento, el abogado de la Universidad de Chile y profesor de Derecho Comercial de dicha casa de estudios, ha liderado 58 procedimientos concursales y mantiene 39 vigentes. En 25 de los casos ya se ha aprobado un acuerdo de reorganización de su autoría. A diferencia de un liquidador, un veedor negocia para recuperar la mayor cantidad de recursos para pagar a los acreedores y mantener viva a la empresa.
Ha estado en las reorganizaciones de Enjoy, ABCDin y de los últimos casos más bullados que tomó el abogado está VivoCorp, la operadora de centros comerciales de Álvaro Saieh que está reestructurando sus deudas; además de Swell, la gestora de fondos que cayó tras descubrirse un caso de estafa de uno de sus socios.
Quienes han trabajado con o en contra del abogado lo describen como un negociador nato y con una destacada red de contactos en la banca y en diversos rubros. “Si Patricio toma una reorganización, levanta el teléfono y consigue créditos para que la empresa no se hunda”, dice un abogado de la plaza.
De hecho, entre los acreedores que más han votado por él para ser veedor se encuentran los bancos Santander, BCI, Chile y Estado y la mismísima Tesorería.
Además, ahora está entrando la nueva generación. De los tres hijos que tiene Jamarne, dos son abogados y trabajan en su estudio y uno de ellos, Juan Ignacio Jamarne Torres, también es veedor. De hecho, ambos están en la causa de VivoCorp.
Jamarne se inició en los años ’80 en el mundo de las quiebras cuando, estando en el Banco Español, tras su intervención y liquidación, se quedó con el interventor y se hizo conocido en ese mundo legal. En 1992 se hizo síndico formalmente, y de ahí en adelante es historia conocida.