Drake, el vehículo de inversión de Nicolás Ibáñez Scott, tenía dos campos de producción de avellanas para exportación y otros dos forestales, que sumaban en conjunto unas 3.000 hectáreas en las regiones de Los Lagos y Los Rios, pero este año decidió venderlos.

El motivo para salirse del mundo frutal y forestal se debe a que no es el core del negocio agrícola de Drake. El foco de la firma, en cambio, está en el mundo lechero, a través de su participación en Manuka -donde tiene en torno al 10% de la propiedad de la firma-; en Lácteos Tronador; y en la cooperativa lechera Campos Australes de Osorno, donde participa.

Los forestales ya fueron vendidos y los de avellanas están hoy con el cartel de venta. El precio se guarda bajo reserva.

El proceso lo ha liderado quien desde el año pasado lleva las riendas de las inversiones del grupo, Richard Kouyoumdjian, presidente ejecutivo de la empresa. Su conclusión, tras analizar el negocio, fue que la fuerza y el dinero de Drake deben estar en el mundo lechero.

El grupo también participa en alimentación (Papa John’s), aviación, retail y bancario, además de ser dueños del 50% de la inmobiliaria Indesa, junto a Felipe Ibáñez Scott.