Sin conocerse tanto, tenían una relación a través de Facebook donde generalmente comentaban cosas de fútbol, cuenta el realizador chileno-argentino sobre Guarello. Cuando en 2014 el periodista lanzó su primer libro de ficción, Gente mala, se acercó a Sandoval y le dijo: “Lee mi libro y hacemos una película”.

La novela es una interpretación libre de lo que pudo haber ocurrido con Rodrigo Anfruns Papi, el niño de 6 años que fue secuestrado en 1979 y cuyo cuerpo apareció dos semanas después en un sitio eriazo donde ya había sido buscado previamente. El caso causó conmoción en la opinión pública porque nunca tuvo una explicación clara, dejando abierta la teoría de que se habría tratado de un error interno de los militares en dictadura.

“Me lo leí y me pareció una opción cinematográficamente muy interesante. Por más cruento que fuera, tenía humor y realidad. Es un policial, una cinta de acción con potencial artístico, pero también comercial”, dice Che, quien ya había postulado tres veces al fondo, y por eso está muy contento de habérselo adjudicado. “Vamos a aprovechar este impulso para levantar más recursos”, dice.

El guion lo ha trabajado en conjunto con Elisa Eliash y se unió al proyecto Adrián Solar, de Céneca Producciones y productor habitual del director Matías Bize. Sandoval actualmente es presidente del gremio de directores y guionistas y cuenta que es difícil y caro filmar en Chile; los apoyos estatales son limitados para la cantidad de talento que hay, y no hay incentivos tributarios, como en otros países de la región.

De todas maneras, lo más plausible es que filmen en Santiago durante el invierno del próximo año y que parte de las locaciones sean en el barrio Matta Sur. Sobre posible casting para la cinta, todavía es demasiado pronto, dice el director.