“Terminado el Astara Classic hemos sido puestos en conocimiento por parte del Korn Ferry Tour del extravío de más de 3 mil pelotas de práctica Titleist ProV1 tour que se utilizaron durante el torneo. Como federación estamos consternados y muy preocupados por la imagen que dejamos como país, entendiendo que este extravío empaña todo el esfuerzo y trabajo que hizo el la organización del torneo en conjunto con Prince of Wales Country Club en llevar a cabo una fecha de uno de los circuitos más importantes y reconocidos del mundo”.

Con esas palabras, la Federación Chilena de Golf comenzó un comunicado que enviaron a sus bases. El torneo que se llevó a cabo en nuestro país entre el 7 y el 10 de marzo -y que repartió US$ 1 millón en premios-, se empañó con el extravío de pelotas de práctica avaluadas en alrededor de $ 20 millones.

“Si bien se desconoce el paradero de estas pelotas, si usted las encuentra a la venta en el mercado informal, le pedimos encarecidamente que por favor nos ponga en conocimiento de manera de poder iniciar las acciones necesarias frente a un tema que consideramos extremadamente delicado”, agregaron en el comunicado oficial.

Consultados los organizadores del torneo, afirman que este comunicado no fue consensuado y la insinuación de robo no es correcta, ya que no hay evidencias. El director del campeonato, Alejandro Peric, comentó que es “difícil que se las hayan robado”, principalmente porque estaban resguardadas bajo llave en una sala donde habían objetos más valiosos, como fierros y bolsas de palos.

Y explica que el extravío es algo natural del torneo. “La cancha de práctica del PWC es más corta de lo que acostumbran los profesionales, por lo que muchas pelotas pueden haber pasado la malla de protección”, dice. Llegaron 6.600 pelotas a Chile desde el torneo en Panamá -donde también se perdieron cientos de pelotas- y cada día se ejecutaron al menos 40.000 tiros en la cancha de práctica, con 156 jugadores practicando desde las 6 am hasta las 19:00.

Peric comentó que sí les llamó la atención que se hayan extraviado 3.000 pelotas, pero nada sustenta que hayan sido robadas ni menos que están siendo vendidas. El año pasado se perdieron cerca de 1.500 bolas.