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Regulación de grupos económicos: el contrapunto que hizo el gremio de los emprendedores
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Esta semana a casi nadie del mundo empresarial dejó indiferente la propuesta lanzada por Conadecus de regular a los grupos económicos que tengan influencia significativa. El debate está instalado formalmente en el Tribunal de Defensa de la Libre Competencia (TDLC), luego de que la organización de consumidores planteara la necesidad de mayor regulación, sobre todo cuando en un grupo cohabitan negocios financieros (bancos) con empresas reales.
Como este lunes vencía el plazo dado por el TDLC para quienes quisieran aportar antecedentes, grandes grupos como los Luksic, Angelini o los Matte, y gremios, como la CPC y la Sofofa, entregaron sus opiniones. La inmensa mayoría coincidiendo en que lo de Conadecus es una mala idea, innecesaria o con riesgos.
Pero hubo un gremio, la Asociación de Emprendedores de Chile (Asech), que apuntó en un sentido distinto. Dijo que había “importantes espacios de mejoras regulatorias en post de propiciar un entorno de mayor competencia”. Y si bien en su presentación apunta a que las posibles medidas a aplicar debieran ser más acotadas y menos estructurales que las planteadas por Conadecus, sí profundizó en la situación del mercado bancario, financiero y de capitales, que -dijo- derivados de estructuras integradas verticalmente, con incentivos hacia el intercambio de información y riesgos exclusorios, “conjuntamente inciden en el acceso al financiamiento de emprendimiento (...) Ello tiene el potencial de afectar el desenvolvimiento competitivo de agentes económicos como nuestros asociados”.
La Asech postuló que hay cuestiones que debiesen ser resueltas institucionalmente, tales como la existencia de criterios públicos, generales y objetivos asociados al acceso a financiamiento bancario, o la estandarización de documentos, de modo que se identifique específicamente a qué se debe un eventual rechazo de un crédito solicitado.
“Se ha podido constatar como una práctica recurrente del sistema bancario la decisión discrecional de apertura y/o cierre de cuentas corrientes”, apuntó la Asech, y agregó que un alto número de emprendedores únicamente han logrado abrir cuentas con el Banco del Estado, por cuanto el resto de las entidades bancarias exigen comisiones muy altas, se niegan a la apertura por diversas razones; o solicitan una cantidad de requisitos excesivos. “Estimamos que el ámbito de discrecionalidad de los bancos en esta materia es excesivo” y podría facilitar prácticas exclusorias por parte de los grupos empresariales que tienen participación en aquellos mercados en que emprendedores se ven afectados por la no apertura y/o cierre de cuentas”, señaló.
En suma, la Asech postuló que el hecho de que existan grupos económicos con un mayor o menor tamaño “no constituye, por sí solo, un problema desde la perspectiva de la libre competencia, de manera que sea necesario recomendar la dictación ex ante de leyes genéricas que restrinjan el libre desarrollo empresarial, y mucho menos que sean aplicables a toda la economía”. Pero indicó que lo anterior no obsta a que, en determinadas industrias, puedan evaluarse medidas pro competitivas que no sean aplicables a los agentes económicos por su mero tamaño, sino conforme a las características y fallas propias de los mercados involucrados.