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RRG Capital Management activa plan conservacionista, con Derecho Real de Conservación, en fundo en Catemu
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El fondo RRG Capital Management, firma estadounidense basada en Los Ángeles, California -y que es gestora de activos agrícolas, aguas y energías renovables en Estados Unidos, Australia y América Latina-, está llevando a cabo en Chile un proyecto conservacionista en la zona central del país. Consiste en dotar de Derecho Real de Conservación (DRC) y proteger 775 hectáreas del fundo Santa Rosa de Persea, ubicado en Catemu, en el Valle del Aconcagua.
El proyecto RRG lo está llevando a cabo a través de uno de sus brazos de negocios, el fondo Sustainable Water Impact Fund (SWIF), que es el gestor de este predio en Catemu, que en total tiene una superficie aproximada de 1.200 hectáreas y donde complementariamente cultivan paltos, nogales y un proyecto de cítricos en unas 250 hectáreas, y donde el grueso del predio -las 775 hectáreas- resguardarán bosque mediterráneo como litre, peumo, quillay, colihue y colliguay. Y también fauna, incluidos cóndores.
“Identificamos que tenía un valor de conservación muy importante”, explica Christian Chadwick Stuardo, country director en Chile de RRG Capital Management, convencido de que la conservación tiene que ir de la mano de inversiones con retorno, pensando en iniciativas como medidas de mitigación para mineras o compañías de energía, o bonos de carbono, por ejemplo.
A través de SWIF, RRG también tiene presencia directa en Chile en el cultivo de avellanos en Maule. Y con otro brazo de negocios desarrollado por SWIF, Frutura Company -una plataforma que integra empresas agrícolas y que ha ido adquiriendo operaciones en Latinoamérica-, son los dueños de las frutícolas Subsole y Giddings en Chile, además de otras compañías en Estados Unidos y Uruguay.
La iniciativa en Catemu, SWIF la está llevando a cabo con la ONG The Nature Conservancy (TNC), a través de esta figura legal del DRC, creada en Chile en 2016 para promover la participación del sector privado en la conservación del patrimonio ambiental, y que implica una serie de obligaciones -y prohibiciones- para cumplir con tal objetivo, como planes de manejo.
“Estas 775 hectáreas son de alto valor ecológico, pudiendo encontrar bosque nativo de diversas especies y aves como el cóndor y picaflor gigante”, explicó Juan José Donoso, director ejecutivo de TNC Chile.