Desde que la economista llegara a Chile y asumiera como consejera del Banco Central, Stephany Griffith-Jones no es la misma. Literalmente. Ahora es Stepanka Novy Kafka, porque en nuestro país no se reconoce el apellido inglés que adoptó al casarse con el matemático inglés Robert Griffith-Jones.

La doctora en Economía, profesora emérita de la Universidad de Sussex, asumió el 2 de mayo como consejera del instituto emisor y este hecho solo se anunció en la intranet de la entidad. Sus días en el Banco Central están llenos de reuniones preparatorias a las sesiones del consejo, de sesiones de consejo, de análisis de reportes. No hay viajes, ni audiencias.

En los 48 días que lleva en el instituto emisor, ha participado en apenas tres actividades que involucran a externos. Un almuerzo con senadores de la Comisión de Hacienda el 30 de mayo y una actividad virtual como moderadora en la conferencia “Pérdida de la biodiversidad y la degradación de los ecosistemas: implicaciones para la estabilidad macroeconómica y financiera”, organizada por el Banco Central, la WWF Chile y el programa de Naciones Unidos para el Medio Ambiente.

Primera y única vez que representó al Banco Central fue en el 15 de junio, cuando recibió a ejecutivos del banco de inversión Morgan Stanley e inversionistas extranjeros, una semana después del Informe de Política Monetaria más angustioso de los últimos años, aquel en que se augura una inflación sobre 10% y un crecimiento tan magro como para tomar antidepresivos.

El domingo 5 de junio cumplió 75 años rodeada de amigos. Uno de ellos, su colega Ricardo Ffrench Davis, dice que no le ha costado adaptarse a Chile porque en realidad nunca se ha ido. “Venía todos los años por uno o dos meses, estaba siempre pendiente del país”, señala. 

“Es quien más sabe de política macroeconómica en Chile”, sentencia. En Inglaterra la economista chilena -de nacionalidad checa y británica- supo crear lazos estrechos con muchos chilenos y chilenas e hizo escuela entre economistas, como el ministro de Hacienda, Mario Marcel; o la subsecretaria de Economía, Javiera Petersen, quienes están ahora en la primera línea del poder.

“Están haciendo transformaciones históricas”, reflexiona Ricardo Ffrench Davis, quien no ve tanto a su amiga como quisiera porque “el desafío es tal que no permite distracciones”.

Otro de sus amigos, el economista argentino Jorge Katz, a quien conoció en la Cepal, trabajando en estudios latinoamericanos “con el gran economista colombiano José Antonio Ocampo” dice, no la ha visto mucho, aunque no duda que se está desempeñando con brillantez. Y además, conoce de cerca los fríos pasillos del Banco Central: Stepanka partió su carrera allí hace exactamente 52 años.