El 1 de septiembre, Jaime Wilhelm habría cumplido 17 años como CEO del grupo de casinos Dreams, ciclo que el 8 de agosto fue interrumído tras presentar su renuncia “voluntaria”, según dijo la compañía. En la misma fecha se produjo tambien otro recambio interno: la salida de otro histórico, Claudio Tessada, el CFO de la compañía desde mayo de 2012.

Para nadie es un misterio que estas renuncias se dan en un contexto en que la Fiscalía Nacional Económica (FNE) está investigando una posible colusión en la industria de casinos, hecho que se hizo público tras conocerse un informe del abogado Javier Velozo, para Marina del Sol, en torno al tema.

Y no hay dos opiniones entre varios consultados que, a condición de reserva, exponen que la presencia de Jaime Wilhelm no fue sostenible internamente. Fue un divorcio conversado e inevitable, resume un actor, en donde primó un bien institucional, pues si bien aún no hay ningún pronunciamiento formal de la FNE en torno a este caso, las situaciones ya hechas públicas generaron un desgaste interno en el exejecutivo que en el pasado tuvo una carrera meteórica, transformándose en el brazo derecho del socio y presidente de Dreams, Claudio Fischer.

Ingeniero comercial y contador auditor de la PUC, Jaime Roberto Wilhelm Giovine (57) fue el mejor alumno de su promoción (1990), y más tarde hizo un MBA en Solvay Brussels School of Economics and Management, de Bélgica.

Su carrera laboral partió en Pizarreño, en la gerencia de finanzas, para luego saltar a la gerencia general de Aguas Claras, salmonera en la que estuvo entre 1997 y 2006, firma en la que participaban como socios el expresidente de Salmón Chile y ex subsecretario de Pesca, Daniel Albarrán, el expresidente de Sofofa, Felipe Lamarca, el exalcalde de Vitacura Raúl Torrealba, el empresario Gustavo Pavez, y Sebastián Piñera, este último a través de Santa Cecilia y el fondo CMB.

En esos años había un desacuerdo societario y los accionistas se rotaban la administración y conducción de Aguas Claras. Los primeros en salir de la propiedad fueron Albarrán, Lamarca y Torrealba, y luego cuando quedaban Pavez y Piñera, se presentó la oportunidad de vender a AquaChile, en ese entonces en manos de Víctor Hugo Puchi y los hermanos Claudio y Humberto Fischer, lo que fue el nexo original de Wilhelm, particularmente con Claudio Fischer.

La historia es así: como vecino en Puerto Octay de Pavez, Puchi y Fischer sabían del deseo del empresario de vender. Primero Pavez le compró a Santa Cecilia, tras un “duelo” de precios: el más alto cerraba la transacción. Y luego Pavez le vendió a AquaChile.

“Wilhelm estaba en todos los detalles. Un analista, un profesional fortísimo en la parte financiera, manteniendo su cargo como gerente de Aguas Claras, luego como parte de AquaChile. Era trabajólico, potente, siempre al pie del cañón”, recuerda un partícipe.

Tanto, que ahí ocurrió que a Wilhelm le llegaron tres ofertas en sucesivo. Una del Grupo Kaufmann, para irse al área financiera de este conglomerado gestor de Mercedes Benz. Puchi intentó retenerlo. Y finalmente fue Claudio Fischer quien lo contraofertó, pero esta vez como CEO para el negocio de los casinos, que en esos años partía.

Jaime Wilhelm y Claudio Tessada, ejecutivos de Dreams

Si bien Wilhelm no estaba en 2005 cuando fue la primera gran licitación de la “nueva industria” como se le conoció, llegó aquel 1 de septiembre de 2006, a hacerse cargo como CEO de este naciente grupo (en 2008 adoptaría el nombre de Dreams), correspondiéndole al ejecutivo poner en funcionamiento los permisos de operación recién adjudicados en Temuco, Valdivia y Punta Arenas. Y luego la internacionalización (Perú, entre otros mercados). Se transformó en el brazo derecho de Fischer, aunque siempre en un marco profesional y ejecutivo.

Luego la relación se desgastó incluso antes de este episodio de la investigación de la FNE, y no son pocos los que recuerdan que hacía tiempo que quería irse. Un cercano menciona tres hechos claves: que no haya llegado a puerto la fusión de Dreams con Marina del Sol en 2019, el tortuoso proceso de adjudicación de licencias y que no lograran dar vuelta los términos legales de la misma; y ahora último la investigación de la FNE que, para varios consultados, avanza sin luces de llegar a puerto en el corto plazo.    

Consultado Dreams, sólo dijo que “respetaba la decisión de Jaime Wilhelm de renunciar y de tener nuevos desafíos personales”. Y pese a los repetidos intentos, ni Jaime Wilhelm ni Claudio Tessada se pronunciaron.