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Sebastián Naveillán: “La entrega de tierras no ha dado el resultado. Solamente ha traído pobreza, violencia y terrorismo”
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Sebastián Naveillán Mebus (32) cuenta que fue el martes cuando lo llamó el Presidente Gabriel Boric para confirmarle que estaba en la lista de los ocho integrantes de la Comisión para la Paz y el Entendimiento.
Nacido en Santiago, se crió en el sur, pues su familia paterna tuvo campo en Los Sauces, provincia de Malleco, por lo que fue al colegio a Angol. Su padre, narra, falleció el 2008, de manera abrupta, tras un infarto masivo que se le desencadenó “en pleno rodeo. Murió en la medialuna”, cuenta.
Por razones de seguridad, Naveillán se reserva detalles de los campos que trabaja hoy. “Corro harto riesgo”, se excusa.
“Hemos tenido una postura dura, pero a la vez dialogante como gremio”, dice sobre la entidad que preside, la Asociación de Agricultores Victoria Malleco, cargo que lo hizo dar un paso al costado de su militancia en el Partido Republicano, si bien reconoce que sigue siendo cercano a esta tienda política. “La gente cree que somos todos de extrema derecha en La Araucanía, y no es así. Y tengo que representar a mucha gente de todos los colores políticos”, plantea.
-¿Cómo se instala respecto de uno de los objetivos de la Comisión, que es el tema de las tierras, vía restitución u otro mecanismo? ¿Cree necesario que exista más reparación en tierras respecto de lo que ya ha hecho la Conadi?
-Hemos tenido una mala política pública, cuyo principal mecanismo ha sido la restitución de tierras. Esta política pública ha traído más violencia, más pobreza a la región y, por ende, seguir cometiendo los mismos errores no conviene a nadie, ni a Chile ni a la región. Sin duda nos sentamos a la mesa para buscar diferentes “compensaciones” a la deuda que el Estado tiene con el pueblo mapuche. Nosotros como sector agrícola tenemos que velar y defender la producción agrícola, y para eso necesitamos tierra, para poder trabajarla. Hay que hacer el catastro de tierras, cuánto se ha comprado, a quién, en qué condiciones, no cometer esos errores, y eso nos llevaría a poder buscar otros mecanismos de compensación y entregarle otra alternativa al mundo mapuche para el pago de esta deuda. Lo ideal es que sea en forma individual, no comunitaria.
-O sea, ¿la compensación tiene que ser de frentón por otra vía y no más tierras?
-Tiene que haber varios mecanismos para que la gente pueda optar libremente. Y que no sea exclusivamente la tierra. Porque el mecanismo de la entrega de tierras sin duda no ha dado el resultado que se esperó en su momento y solamente ha traído pobreza, violencia y terrorismo a la región de La Araucanía. Por ende, no podemos seguir repitiendo el mismo sistema, tenemos que buscar uno nuevo.
-¿Cómo se puede diversificar la oferta reparatoria? ¿Dinero?
-Sin duda. Compensación económica, pago de universidades, hay que ver cuáles pueden ser. Tenemos que abrir un abanico de compensaciones y cada uno tendrá que decidir cuál es la que más le acomoda, dentro del marco del Estado y que el Estado pueda pagar. Porque aquí también hay un costo estatal muy elevado y el tema de La Araucanía no es el único problema.
-Otra de las variables es la reparación a las víctimas de la violencia. ¿Qué mecanismos ve?
-Esta mala política pública, que es la ley indígena, ha causado un gran dolor a la región, y eso ha traído muchas víctimas que no pueden quedar en el olvido. Yo personalmente no soy víctima del terrorismo en la región de La Araucanía, pero soy cercano, porque muchos de mis socios sí han sido víctimas. Cuando te queman la casa, los recuerdos, hay que ver cómo podemos compensar, porque eso tiene un valor distinto, sentimental. Ese dolor es distinto.
-¿Pero también vía indemnización?
-Absolutamente. En eso no hay doble discurso. Cuando te atentan hay una pérdida económica y emocional, y hay que ver cómo podemos compensar las dos pérdidas para que así las víctimas del terrorismo tengan la intención de seguir quedándose en el territorio, que la gente se quede. Aquí los únicos que están sobrando en La Araucanía son los terroristas y nadie más.
-La mochila para el Estado puede ser muy grande en términos fiscales, económicos. ¿Cómo se van a hacer cargo de eso?
-Exacto. Por eso mismo, el secretario ejecutivo, Víctor Ramos, ha estado en conversaciones -por lo que nos ha comentado- con el ministerio de Hacienda. Vamos a tener que ir viendo, conversando y de la mano con el ministro de Hacienda para ver hasta dónde se puede llegar y hasta dónde el Estado se puede comprometer. Hay que ser sumamente responsables y ver los montos, porque la responsabilidad fiscal sin duda que tiene que ir de la mano con sacar un buen informe final.
-En el trabajo ustedes mismos van a tener que entrar en una negociación…
-Sin duda. Vamos a tener que tener audiencias públicas, y llegar a consenso con toda la gente. Generar un texto en común, ponerle ciertos bordes y saber cuánto va a ser el costo fiscal de este proyecto.
-¿Ese diálogo lo ve sólo con las comunidades pacíficas o necesariamente para que esto resulte van a tener que tratar de negociar con actores como la CAM u otros que han estado en la vía de la violencia?
-Los delincuentes y los terroristas tienen que estar en la cárcel.
-¿Pero cómo van a superar la dinámica de violencia si no se sientan con los actores que la ejercen?
-La violencia tiene que ir de la mano con leyes duras y que se aplique el Estado de Derecho en la zona. Al menos yo, me sentaré con todas las comunidades y personas que quieran la paz. Pero con los terroristas y delincuentes hay muy poco que conversar. El lugar donde tienen que estar es la cárcel y condenados por el gran daño y muertes que ha ocasionado.
-¿Para usted cuál sería la medida del éxito?
-Modificar la ley indígena, actualizada a los tiempos de hoy.
-¿Entregar autonomías territoriales lo ve posible?
-No, yo no creo en las autonomías. Tenemos un Estado, que es el Estado de Chile, con diferentes culturas dentro. No hay que olvidar que está en trabajo una Constitución y creo que vamos a tener que interactuar con el proceso constituyente, para que sea una ley adecuada a la posible nueva Constitución que vamos a tener.
-El anterior borrador hablaba de plurinacionalidad también…
-No es que lo deseche yo, lo desechó la ciudadanía completa, e inclusive el pueblo mapuche. Lo dijeron las mismas elecciones.
-¿Qué autocritica se hace desde el mundo agricultor respecto de la relación con el mundo mapuche?
-Yo me crié en el campo toda la vida y trabajaba con mapuches. No soy yo quién para juzgar cómo fue la historia. Quiero mirar de aquí para adelante, más que revivir el pasado.
-¿Cómo ve las críticas que ya se han levantado a la Comisión?
-Me quedo con un acuerdo transversal, firmado desde el PR hasta el PC. Hay un problema, y tenemos que solucionarlo.