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Una isla y un pueblo: el viaje de los primeros Boric y Kast desde Europa
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La isla de Ugljan
Era la “tierra prometida” de finales del siglo XIX. Chile, lugar de minerales y volcanes, atrajo a familias enteras de croatas que desde el interior de ese país y sobre todo, sus islas, se embarcaron hasta el sur del mundo.
De Ugljan, en el Adriático, salieron hace 124 años Iva Borić y Božica Crnošija, bisabuelos del candidato de Apruebo Dignidad.
Los medios croatas han llamado a Gabriel Boric, “el croata que puede ser el próximo Presidente de Chile”, “El joven revolucionario croata que lidera las encuestas en Chile” ,y hasta “El Che Guevara chileno”. Su historia y perfil han generado curiosidad en ese país, donde miles de personas emigraron a Chile entre la segunda mitad del siglo XIX y las primeras décadas del XX.
Llegaban como austríacos, porque en ese tiempo Croacia era parte del Imperio Austro-Húngaro. Mientras algunos iban al Norte Grande tras el auge salitrero, otros desembarcaban en las islas de Magallanes, en busca de oro.
En 1895 Iva Borić llegó a la Isla Lennox buscando el metal dorado en la zona, pero ante los escasos descubrimientos decidió trasladarse a Punta Arenas con su esposa Bozica con quien tuvieron 11 hijos, entre éstos Vladimiro, el primer obispo católico de Magallanes, y Luis Pedro, quien trabajó en las primeras explotaciones petroleras en la zona. Su hijo, Luis Javier Boric Scarpa, padre de Gabriel, ingeniero químico, siguió en el rubro, se acercó a la DC y ha sido socio de Juan Morano, ex alcalde de Punta Arenas, en empresas de asesoría.
En septiembre, el diario croata Zadarski visitó el pequeño pueblo de Ugljan en busca de los Boric. Fueron a la que fue la casa del primer Boric que salió a América, en la calle Put Javora número 16 que hoy es un lugar abandonado. Al lado viven los Boric de este siglo.
“Es difícil, desde la perspectiva del pequeño Ugljan, creer que Gabriel Borić, de 35 años, podría convertirse en el nuevo Presidente del estado más austral de América del Sur en noviembre” indica el texto.
Allí los familiares croatas de Boric contaron que gracias a Internet pudieron retomar el contacto que habían perdido a mediados del siglo pasado con su familia chilena, cuando un tío del padre de Gabriel Boric les ayudó a reconstruir el árbol genealógico a este lado del mundo.
En 2010, el candidato, junto a sus hermanos Simón y Tomás, estuvieron en Ugljan y el famoso balneario de Brač, cuna de otros Boric y de parte importante de la inmigración croata en Chile. Dos años después, sus familiares europeos vinieron a conocer Chile.
Desde Thalkirchdorf
Michael Kast Schindele, el padre de José Antonio Kast, nació en Thalkirchdorf, un pueblo pequeño en el estado de Bavaria, en Alemania, en 1924. Allí vivió hasta los 26 años cuando vendió sus vacas y lo que tenía para trasladarse a Chile, después de la Segunda Guerra Mundial que dejó una ola de hambre y destrucción en toda Europa.
Según ha relatado la familia Kast, cuando Michael tenía 18 años, se sumó junto a sus otros ocho hermanos hombres al ejército alemán: solo tres de ellos sobrevivieron.
En 1950, Kast Schindele partió a Chile, instalándose en Paine, donde comenzó a trabajar la tierra. Un año después llegó su mujer Olga Rist. En principio se dedicaron a la agricultura, pero el cultivo del maíz no rindió como esperaban, por lo que se dedicaron a las hortalizas sembrando coliflor, repollo, arvejas y tomates.
Después empezaron a criar gallinas para la venta de huevos, pero finalmente terminaron convertidos en una avícola que colocaba más de 15 mil pollos en temporada, gracias a un puesto en el kilómetro 42 de la Carretera Panamericana.
Tuvieron 10 hijos, tres de los cuales fallecieron: Mónica en 1958 a sus 2 años de edad, Bárbara a los 18 en 1968 y Miguel Kast en 1983, debido a un cáncer óseo. Los otros siete son Érica, Verónica, Gabriela, Rita, Hans, Christian y el propio candidato José Antonio Kast.
En 1962, crearon Bavaria. Y la madre de los Kast “chilenos”, Olga Rist, asumió como gerenta, secretaria y contadora de este entonces pequeño negocio de carnes, cecinas y embutidos que hoy está convertido en una cadena con presencia en todo el país.
De acuerdo con los registros públicos, el negocio era inicialmente controlado por Michael, Olga y su hijo Miguel Kast. En los años ‘90, José Antonio Kast se incorporó a la sociedad con el 20%, pero dos años más tarde sus padres se retiraron y le vendieron el negocio a los hijos. Hoy Christian (62 años), quien además se encarga de los planteles de crianza de ganado y otros intereses de la familia, maneja la cadena.
En 1995, el Congreso chileno le otorgó la ciudadanía a Kast padre destacando sus raíces católicas y su “gran espíritu de justicia social” ya que aportó a la construcción de iglesias, centros de salud y de atención a jóvenes. Falleció en 2014 y al año siguiente murió su viuda, Olga.
A raíz de la campaña, diversos medios han mencionado la presunta participación de Michael Kast en el partido nazi, algo que su hijo ha rechazado, asegurando que su padre se tuvo que enrolar obligatoriamente en el ejército alemán.