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Destino Valparaíso, el proyecto de rescate patrimonial que lidera la familia Dib

Destino Valparaíso, el proyecto de rescate patrimonial que lidera la familia Dib

El proyecto, un museo con foco en la migración, lo vienen amasando desde hace casi una década. Y es que fue en 2016 cuando la familia Dib decidió comprar el ex Colegio Alemán, un inmueble ubicado en el Cerro Concepción de Valparaíso.

Por: Equipo DF MAS | Publicado: Viernes 27 de septiembre de 2024 a las 09:42
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Para fin de año está previsto que debute un nuevo proyecto vinculado a la familia Dib, histórica gestora de la empresa homónima de la Región de Valparaíso, Dib Carpet & Home, dedicada a la venta de alfombras y productos para el hogar. Claro que esta iniciativa es totalmente filantrópica, pues bajo el nombre de Destino Valparaíso albergará un Museo del Inmigrante, en un inmueble que es monumento histórico desde 2015 ubicado en dicha ciudad puerto.

El proyecto lo vienen amasando desde hace casi una década. Fue en 2016 cuando la familia Dib decidió comprar el ex Colegio Alemán, un inmueble ubicado en el Cerro Concepción de Valparaíso, en la subida Almirante Montt. El colegio fue fundado en 1857, aunque a la fecha de la compraventa por parte de la familia Dib funcionaba otro colegio, pues el original germano había arrendado el inmueble y trasladado sus propias dependencias a El Salto, fruto de los daños que fueron dejando en el inmueble los terremotos vividos en Valparaíso.

El proyecto Destino Valparaíso considera albergar en su parte principal el Museo del Inmigrante, pero además otras dependencias, como salas de conferencias y exposiciones, gastronomía y tiendas que complementen una oferta temática afín a aquel foco migratorio. Por ejemplo, ya tienen definido que habrá un restorán italiano, un pub inglés, una cervecería alemana, un bistró y una pastelería europea, cuyos operadores comenzaron a definir de históricos actores que están en Valparaíso, como la pastelería Stefani, cuyo origen son inmigrantes polacos.

Queríamos hacer algo que trascendiera, resignificarlo. Llevarlo a un centro cultural integral. Soy un gran admirador de la inmigración. Es uno de los desafíos más grandes que puede tener un ser humano. Me sentí con una responsabilidad histórica”, dice Eduardo Dib Maluk (69 años), cuya familia es también de inmigrantes. Por parte paterna, Eduardo Dib y sus hermanos Cristián, Marcelo y Flavio son la primera generación nacida en Chile, pues su padre llegó de El Líbano a Chile cuando tenía unos 12 años. Por el lado materno, la inmigración venía de la actual Siria, gatillada en el contexto de la dominación del Imperio Turco Otomano y la guerra con Macedonia.

Dib explica que, en la parte museológica, han trabajado para que sea no sólo un museo de objetos estáticos, sino que cuente una experiencia y haya un relato, sobre todo audiovisual. Incluso con la ayuda de inteligencia artificial, mediante audífonos e imágenes que han sido recopiladas e intervenidas, el visitante tendrá una narración del proceso de inmigración -el desarraigo, el viaje, la llegada a Valparaíso-, según va desplazándose por las salas del museo. Dib cuenta que disponen de unos 80 audios para contar y recrear esta historia.

El período que rescata el museo va desde 1820 -cuando comienzan las primeras oleadas de inmigrantes ingleses-, y, sobre todo, el apogeo de Valparaíso, desde 1840 hasta después de la Segunda Guerra Mundial, en que se sucedieron varias olas migratorias, de alemanes y españoles, entre muchos orígenes.

Para el trabajo, la familia Dib se asesoró con diversas entidades expertas. En la parte museología, con Katari Andes, un equipo en el que coincidentemente trabaja una sobrina de Eduardo Dib, Catalina Dib, hija de Flavio Dib, el gestor de Amphora y de Scalpers. En la museografía trabaja Encaje; en la restauración, el experto italiano Walter Bee; en la arquitectura Joaquín Velasco y Harken Jensen; la constructora a cargo es Fomenta; y la dirección del proyecto está a cargo de Pablo Rosen.

En total, el equipo está encargado de dejar operativo unos 5.300 metros cuadrados del inmueble, en un trabajo que contempló tanto restauración como bastante construcción, pues hubo dos pisos nuevos que hacer y también un trabajo de pilotes para sostener el cerro.

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