Todo partió en diciembre de 2020, cuando el ciudadano Haimei Lu pidió el registro en Chile de la marca GD, para distinguir prendas de vestir, calzado y artículos de sombrerería. Tres meses después, la gigante Guccio Gucci S.P.A., representada por el estudio Carey, se opuso a la solicitud, señalando que podría inducir a error o engaño.

La firma italiana de productos de lujo apuntó a que detenta los derechos, títulos e intereses, no solo en el país, sobre la marca GG y el patrón GG para vestuario y calzado, entre otros productos.

A fines de junio, el Instituto Nacional de Propiedad industrial aceptó el registro solicitado: consideró que existen suficientes diferencias como para permitir la coexistencia de las marcas en conflicto. A los pocos días, Gucci recurrió ante el Tribunal de Propiedad Industrial (TPI) para intentar revertir el fallo de primera instancia.

“Haimei Lu resulta ser el representante legal de Comercial Mundo Fashions Ltda., una compañía que potencialmente importó una gran cantidad de productos falsificados de la marca Gucci a territorio chileno”, sostuvo Francisco Carey en su presentación ante el TPI.

“Los productos identificados con la marca pedida, esto es, con la marca mixta GD, se encuentran siendo comercializados en el territorio nacional, utilizando los mismos colores, posiciones y patrones por los cuales son conocidos los productos de Gucci asociados al patrón GG, lo que confirma que la solicitud de autos no se trata de una mera coincidencia, sino de un intento inescrupuloso de Haimei Lu de copiar la marca de mi mandante con el fin de inducir a error y confusión en el público consumidor sobre el origen y calidad de productos de las clases 18 y 25”, añadió.