Una nueva constructora chilena acudió a tribunales para bajar la cortina, acusando diversos problemas que atribuye a organismos públicos que estresaron su situación financiera. Se trata de la Constructora Cosal, que este sábado y con la asesoría del abogado Matías Murúa, ingresó su solicitud de liquidación voluntaria ante el 27 Juzgado Civil de Santiago.

“La empresa Constructora Cosal ha decidido solicitar voluntariamente su liquidación, proceso que resulta especialmente doloroso para sus accionistas y administración, por el gran impacto que esto provocará en sus colaboradores, proveedores, subcontratos, clientes y comunidad”, dijo la compañía.

En el escrito, la firma señala que debió avanzar hacia su liquidación después de muchos intentos por recuperar su estabilidad financiera afectada en los últimos años principalmente por varios hechos, poniendo en primer lugar de la lista a “la burocracia y dejadez de los mandantes públicos”.

Detalla en particular retrasos en el pago de los reajustes de precios decretados por el mismo Estado en decretos, el 177 y la Resolución 947 de la Dirección de Obras Hidráulicas -ambas del Ministerio de Obras Públicas (MOP)-, y Decreto Supremo 304 del Ministerio de Hacienda.

Precisa que en el contexto mundial de las demoras en el transporte internacional de contenedores, y la crisis de escasez, se generaron sobrecostos imprevistos en materiales de construcción, los que según estimaciones de la Cámara Chilena de la Construcción, solo en el año 2022 alcanzaron un alza del 29,4% anual. En ese contexto, para evitar la constante insolvencia de empresas del rubro de la construcción, se dictaron los mencionados decretos y resoluciones, de modo de compensar las diferencias por reajuste.

Para el caso de Cosal, el conjunto de obras calificadas con estos reajustes por aquellas tres normativas mencionadas, sumaban un total de $10.529 millones, entre obras como la Teletón de Arica, museos, escuelas, mejoramientos de APR, y diversas mejoras de calles y espacios públicos en diversas partes del Chile.

“El pago de lo anterior era imprescindible para mantener el flujo financiero de las obras en ejecución lo que aún no ha ocurrido”, dijo la firma.

A lo anterior enumera una serie de situaciones para proyectos específicos, que en general se relacionan con municipios o el MOP como mandantes.

Entre ellos, retrasos en los trámites de adjudicación de obras, dado que los organismos respectivos tardaron más de un año en asignar contratos adquiridos por licitación pública, tardanzas que no contemplaron la variación de precios por inflación en los materiales.

También retrasos en el curso de los estados de pago mensuales, en la tramitación de convenios de pago de obras ejecutadas, en los pagos de gastos generales y en los pagos de obras ejecutadas. Asimismo, judicialización, no recepción y finiquito de obras terminadas, con la consiguiente retención de estados de pago y la retención de boletas de garantía.

También menciona al estallido, especificando en este punto que para octubre del 2019, la firma se encontraba ejecutando para el Municipio de Santiago contratos sobre la remodelación de las calles Mac Iver - Santa Rosa; y Serrano - Alonso Ovalle - San Diego. “Ambas obras fueron objeto de destrozos constantes, donde fue Cosal quien tuvo que asumir y cubrir dichos sobrecostos en su totalidad, ya que el Municipio no se hizo cargo de ningún pago”, dijo.

“Así las cosas, por todos los motivos antes señalados, y a pesar de los múltiples intentos y actos por parte de los accionistas como hacer importantes inyecciones a la compañía, y a la gestión de la administración donde se redujeron los gastos fijos y habiendo pactado oportunamente con los proveedores nuevas condiciones de pago, no es viable la continuidad operacional de Constructora Cosal”.

La firma aún no adjunta el listado de sus pasivos ante el tribunal, pero fuentes que conocen del caso indican que estarían en torno a los $15 mil millones, pero que podrían incrementarse al considerar las boletas de garantía.  Una vez nombrado el liquidador, este tomará la administración de la compañía con miras a la venta de activos para el pago de acreencias.    

Desde el Estadio Monumental a estacionamientos de Plaza Perú

En el escrito judicial, Cosal detalló su propia trayectoria, describiendo 41 años a su haber en el rubro. Fue el 1975, cuando Samuel Levy, un ingeniero civil de profesión, quien después de algunos años de trabajar en la Dirección de Obras Sanitarias del Ministerio de Obras Públicas (“MOP”) y de proyectista en una consultora, comenzó su propio proyecto, como contratista de obras.

Su primera empresa la llamó Constructora Samuel Levy Limitada, con la que entre ese año y hasta 1982 construyó varios tramos en la Carretera Austral, entre varias obras. En 1982 fundó Constructora Cosal, orientada a la ejecución de obras civiles y de edificación, más de mil a lo largo del país a la fecha.

Por ejemplo, el Estadio Monumental de Colo Colo, el Aeropuerto de Antofagasta, la torre de control del Aeropuerto Mataveri en Isla de Pascua, el Mid Mall Maipú. En su página web aparecen también obras como los estacionamientos Plaza Perú en Las Condes, el paso bajo nivel de Los Leones con Providencia, la remodelación de la Rotonda Atenas y Puente Colón, y la pavimentación de la Avenida Bicentenario de Vitacura, entre muchas.