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Cinco claves para bajar las deudas
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Por la cuarentena millones de personas están más endeudadas. Les deben a la banca, las multitiendas, empresas de servicios, educación, impuestos y a familiares o amigos. El desempleo, sumado a las reducciones de ingreso y suspensiones laborales han obligado a aumentar la carga financiera de las familias.
Aunque las últimas cifras del Banco Central no recogen todavía los meses más duros del confinamiento, ya a julio el nivel de deudas de los hogares era alto: para pagarlas había que destinar el 75,4% del ingreso anual disponible, en promedio. La cifra es levemente superior al 74,9% evidenciado en diciembre, debido al repunte que en el segundo semestre del 2019 registraron los préstamos para la vivienda, por la baja de tasas.
Y aunque destinar tres cuartas partes del ingreso a solo pagar deudas -incluidos los dividendos del crédito hipotecario- suena alto, la teoría económica indica que todavía es normal. En todo caso, cuando uno pide un crédito, regularmente los bancos consideran que uno ya tiene una carga financiera alta si debe destinar mensualmente una cantidad que supere el 50% del ingreso mensual a pagar deudas.
La encuesta “El Chile que viene” de Plaza Pública Cadem de mayo evidenció que el 39% de las personas considera que es “muy poco” o “nada probable”, que puedan pagar con normalidad sus deudas actuales, cifra que se eleva hasta el 50% en los sectores de menores ingresos. El sondeo registró que uno de cada tres chilenos se ha tenido que endeudar para pagar otras cuentas.
Entonces, ¿cómo ir disminuyendo la carga? ¿cómo se sale de esta situación?: “Si ya nos encontramos en una condición de sobre endeudamiento, debemos activar medidas que mientras más temprano se tomen, mayor es la probabilidad de superarla”, responde Fernando Mejido, director de la Escuela de Auditoría y Control de Gestión de la Universidad Santo Tomás.
1. Para empezar a rebajar las deudas, hay que tener claro cuáles son de corto y largo plazo con el fin de asegurar la liquidez y no llegar a fin de mes con el agua al cuello o de nuevo en la bicicleta financiera.
2. Ordena tus ingresos y gastos mensuales. Basta una simple tabla, hay apps y también existe la calculadora de presupuesto familiar del SERNAC, que ayuda a planificar. Revisa bien tus gastos de consumo y reduce a lo indispensable. Si tienes un emprendimiento que también está complicado, una salvación puede ser una insolvencia ordenada a través de la Superintendencia de Insolvencia y Reemprendimiento.
3. Evalúa y cotiza siempre la posibilidad de consolidar todas las deudas en una sola. Fíjate en el valor final a pagar antes de decidir con qué banco. La próxima semana empieza a regir la Portabilidad Financiera, que sirve para que las personas y también las micro y pequeñas empresas puedan cambiarse de manera más fácil, más barata y rápida de una institución financiera a la que le ofrezca mejores condiciones.
4. Reprograma con el propósito de que la carga financiera sea la mínima posible, “Y que ojalá no supere el 50% del ingreso líquido mensual”, aconseja Meijado.
5. Si tus deudas no son muchas, pero usas tarjetas de crédito, lo primero es pagar. “Siempre hay que pagar la totalidad de la cuota a tiempo para evitar intereses adicionales y si eso no es posible, paga más del mínimo para abonar al saldo adeudado”, recomienda Mejido.