Política
Catalina San Martín, alcaldesa electa en Las Condes: “Más que una sorpresa, fue una recompensa”
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La celebración, el pasado domingo 27, fue en la Confitería Torres ubicada en Isidora Goyenechea. Catalina San Martín, entonces candidata independiente de centroderecha a la alcaldía de Las Condes, había reservado el lugar apenas una semana antes.
Lo hizo cuando notó que había más efervescencia hacia ella en la comuna: dice que la reconocían en las calles, que la detenían para saludarla, que la alentaban. Su último video de campaña se compartía veloz por WhatsApp. Tal vez, pensó ella, los resultados de esa noche iban a dar una sorpresa. Así que mejor descartar la idea inicial de una discreta reunión en casa para esperar el conteo de votos y apostar a un espacio más grande.
Ésa no fue una mala decisión. El recuento final la ubicó inesperadamente en el primer lugar, con un 39,89 % de los votos. Muy cerca de ella, a menos de un punto de distancia, con el 38,99% de los sufragios, quedó Marcela Cubillos, la otra candidata independiente de centroderecha, pero apoyada por Chile Vamos y Republicanos.
La ex ministra Cubillos había sido por meses la favorita y todos -desde los políticos a los analistas- la daban por segura ganadora. Y además por un margen amplio, que incluso podría darle el soporte para una apuesta presidencial. Pero ocurrió algo: en septiembre se supo su sueldo de $ 17 millones mensuales en la Universidad San Sebastián, que incluso le habían pagado mientras residía en Madrid. La criticaron fuerte, de manera transversal. Fue una bomba que dejó esquirlas. Aun así, no pocos seguían sosteniendo que igual podía vencer, ya no de manera holgada, pero de todas formas imponerse. Los resultados de la noche del domingo 27 dijeron otra cosa.
Catalina San Martín -abogada, 37 años- es desde 2021 concejala de Las Condes. En estos años ha realizado un trabajo intenso en fiscalización de la administración de la actual alcaldesa, la UDI Daniela Peñaloza, pero es casi desconocida públicamente. Sentada en su oficina aún de concejala -ya que asume el próximo 6 de diciembre-, la alcaldesa electa cuenta su historia personal, recuerda sus tiempos universitarios en la UC, habla de las relaciones no siempre fáciles con su sector -fue militante de Evópoli hasta hace un año-, de su trabajo municipal y, por supuesto, del factor Cubillos.
- Fuiste una de las sorpresas de la elección municipal. ¿Te sorprendió también a ti?
- Más que una sorpresa, fue una recompensa.
- ¿En qué sentido?
- Llevo casi cuatro años como concejal, que han sido de dulce y agraz. El rol del concejal no es monedita de oro. Y el rol de fiscalizador muchas veces tampoco es agradable, sobre todo cuando te toca fiscalizar a tu mismo sector. Pero desde que decidí ir de candidata a alcaldesa tenía la convicción de que esto tenía que ganarlo, por el trabajo que había hecho no sólo en fiscalización, sino territorial, de vinculación con los vecinos, metiendo las manos al barro para resolver problemas. Eso iba a tener resultados y lo iban a valorar los vecinos. Al principio mi contendora fue Daniela Peñaloza, pero después cambia el juego cuando Marcela Cubillos la baja. Muchos me preguntaron si iba a continuar. Y dije que sí, que aquí hay un proyecto comunal por el que vale la pena dar esta pelea, independiente de quién esté al frente.
- La noche del domingo te llamó Marcela Cubillos. ¿Cómo fue esa conversación?
- Fue una conversación breve. Me felicitó por el resultado, me deseó el mejor de los éxitos y que los vecinos de Las Condes estuvieran bien. Yo agradezco mucho el gesto. Me parece que estas son las cosas que mantienen en pie la República.
- ¿La conocías de antes?
- La había visto un par de veces, pero no había tenido oportunidad de hablar con ella. De hecho, una de las cosas que lamenté mucho en la campaña es no haber debatido nunca con ella. Porque ella nunca fue. La llamamos, le mandamos correos, en CNN hicimos un emplazamiento público en el último debate, pero nada.
"Una de las cosas que lamenté mucho en la campaña es no haber debatido nunca con ella (Marcela Cubillos). Porque ella nunca fue. La llamamos, le mandamos correos, en CNN hicimos un emplazamiento público en el último debate, pero nada"
- En todo caso, el tema de su sueldo en la USS significó un punto de inflexión en tu candidatura…
- Absolutamente. Esa era la ventana que yo necesitaba para que la gente me conociera. Lo que pasó con Marcela Cubillos es parte importante de la historia de cómo llegué a ser alcaldesa, aunque no lo único. Pero sí abrió una ventana, una oportunidad, para que los vecinos de Las Condes dijeran: “Chuta, no estoy de acuerdo con las declaraciones de Marcela Cubillos, con el tono, con el monto, ¿hay alguna otra alternativa en la comuna?”. Entonces me vieron y yo estaba ahí, una competidora diligente, con un trabajo serio en el municipio, preparada para que me vieran.
- Sin ese hecho, ¿hoy no serías tú la alcaldesa electa?
- Me encantaría tener una bola de cristal para decirte algo así, pero la verdad no lo sé. Eso caería en el terreno de la suposición.
“No se trata de ser superhéroe”
Catalina San Martín hace un recorrido rápido por su biografía. Cuenta que es la mayor de cuatro hermanos, que ninguno de sus padres es profesional, que vivieron años como allegados en la casa de sus abuelos en Providencia. Que estudió en el colegio Nuestra Señora del Camino, en La Reina, donde -por razones económicas- estuvo becada desde séptimo básico a cuarto medio.
Luego entró a Bachillerato en Humanidades en la Universidad Católica, donde estudió gracias a dos créditos universitarios. Terminado ese ciclo, optó por seguir Derecho en la misma UC. “Participé en varios voluntariados. Hice clases en la cárcel y en un preuniversitario para alumnos con pocos recursos, todo a través de la Pastoral de la universidad”, cuenta. “Además trabajaba en el pub La Previa, en Vitacura, donde era garzona, copera, barwoman”. Se presentó en una lista para el centro de alumnos de la Facultad, como parte del movimiento Construye, pero fue vencida por Ruggero Cozzi, el ex constituyente RN.
San Martín fue procuradora en el estudio Bofill Mir & Álvarez Jana. “Una excelente experiencia, probé lo que era el derecho. Y fuera de la modestia, lo hacía bien, tengo el don de la palabra”, recuerda. Mientras preparaba su examen de grado, se casó con el ingeniero Andrés Morandé. Luego de titulada, vivieron varios años en Puerto Varas. Cuando volvieron a Santiago, ya tenían dos hijos. Ella entró a trabajar al estudio Lama. Se embarazó de nuevo, esta vez de mellizos. “Nacen muy prematuros, a las 25 semanas. Al día siguiente, muere uno de ellos, Gaspar… Fue muy fuerte. Todo eso me hizo cuestionarme muchas cosas. Como si era feliz con lo que estaba haciendo”, dice. Cursó un magister en Políticas Públicas, un diplomado en Niñez y Políticas Públicas y empezó a buscar un trabajo más relacionado con el servicio público.
Ya militaba en Evópoli. Y apareció la posibilidad de ser concejal, como parte del proyecto Líderes DesComunales, impulsado por ese partido político. Catalina San Martín fue seleccionada y se transformó en candidata al concejo de Las Condes en 2021, donde fue elegida con 5.500 votos. Un año antes, había tenido a su último hijo.
Como concejala, se fue convirtiendo en un “dolor de cabeza” para la actual administración municipal. Denunciaba irregularidades, pedía auditorías, abría investigaciones. Uno de los casos más bullados fue por el que iba a ser el tercer Cesfam de la comuna, donde se detectó el pago de un sobreprecio por parte de la municipalidad y donde la investigación -que sigue en curso- terminó involucrando a la Fiscalía y a la Contraloría. También solicitó una auditoría externa -aprobada en diciembre pasado- por los gastos desde 2018, la cual incluye también la gestión de Joaquín Lavín. Dice que el primer pre-informe debería estar listo pronto.
- ¿Por qué convertirte en tan férrea fiscalizadora?
- Cuando decidí ser concejal, me leí la ley completa e identifiqué cuáles eran las responsabilidades. La de fiscalización era importante. Además había cosas que me llamaban la atención. Me preguntaba: ¿por qué se gasta plata en algo que no funciona? ¿quién fiscaliza? ¿quién se fija que los recursos destinados estén para servir a los vecinos? Hablé con distintas unidades dentro del municipio para arreglar situaciones, colaboré para que las cosas se mejoraran desde dentro. Pero me di cuenta de que había cierta tensión, que lo que hacía respecto a situaciones que no me parecían correctas o eran irregulares no tenía eco en la administración, y me cansé. En el caso del Cesfam, junto a otros concejales terminamos denunciando en la Fiscalía.
- Todo eso ha tenido un costo político para ti. Terminaste renunciando a Evópoli, incómoda por la pasividad que veías en Chile Vamos en estos temas
- Sí, hubo costos políticos y personales, fue duro. Incluso había concejales que nos trataban de que estábamos haciendo un show para la prensa, y no entendían que había un trabajo detrás y era importante que estuviéramos todos alineados.
- En tu sector político se quejaban de cómo les hacías esto. Era como pegarle a la familia…
- Sí. En ese momento significó mucho dolor. Ya con el tiempo he hecho la reflexión de por qué ocurren las cosas. He aprendido a separar lo personal de lo laboral. Para mí esto es laboral. Y además he entendido que hay un concepto de lealtad en política que se malentendió durante años: que no podías pegarle a tu grupo y que siempre los problemas estaban en los de al frente. El de la izquierda culpa al de la derecha, el de derecha al de la izquierda, jugamos al empate eternamente y el país no prospera. Eso ha hecho que las personas no crean en los partidos políticos. Se nos olvida que en realidad la lealtad primera no es con un partido, es con las personas a las que representas, que te eligieron.
"Hay un concepto de lealtad en política que se malentendió durante años: que no podías pegarle a tu grupo y que siempre los problemas estaban en los de al frente. El de la izquierda culpa al de la derecha, el de derecha al de la izquierda, jugamos al empate eternamente y el país no prospera"
- Ya electa alcaldesa, tu discurso repite con frecuencia palabras como probidad, transparencia, verdad. Como si antes no se hubiera hecho nada de eso. ¿No temes que se te vea como ungida, hablando desde un púlpito?
- No. Esto no se trata de ser superhéroe ni mucho menos. En política se nos olvidó que lo mínimo, independiente del color político, es hacer lo correcto. Que el winner que se pasa por la berma no está bien. Entonces es un llamado a decir: retrocedamos un poquito y miremos desde dónde estamos parados haciendo política. Y te digo: no creo que mi administración vaya a ser infalible, voy a tener que lidiar con un municipio que está fuertemente cuestionado, que vamos a tener una auditoría en curso. Hay cosas que se han hecho bien, reconozco que la administración de la alcaldesa Peñaloza ha sido exitosa en seguridad y quiero seguir esa senda. Pero hemos tenido serios problemas de probidad, que han pasado bajo las narices de los alcaldes.
“No existen las órdenes de partido”
- ¿Cuál es tu equipo con que aterrizarás el 6 de diciembre?
- Estamos armando el equipo durante esta semana. Prefiero no revelarlo todavía. Pero es un grupo pequeño, que también incluye personas que ya están dentro del municipio, porque probablemente haga algunos cambios.
- ¿Vas a revisar toda la planta de funcionarios? Has hablado incluso de llenar cargos con concurso público.
- Vamos a revisar todo.
- ¿Cómo alcaldesa te mantendrás por la berma de Chile Vamos?
- Sí. Voy a seguir en la independencia. Pero para mí los partidos políticos no son enemigos. Creo en ellos, pero por la situación que viví tuve que irme a la independencia y voy a seguir independiente en este periodo como alcaldesa. La gente que votó por mí lo hizo porque soy independiente de centroderecha. Hay gente que votó por mí y no pertenece a mi sector político.
- Para Chile Vamos la alcaldía de Las Condes es relevante. ¿Hay algo que pudieran hacer para reconquistarte, traerte de vuelta?
- Yo quiero ser alcaldesa de todos los vecinos de Las Condes estos cuatro años. Ahí está mi rol, ahí está donde quiero tener puesta la cabeza, el corazón. La vida partidaria ya la viví, es muy bonita, pero hoy mi compromiso es con la comuna. Aclaro, en todo caso, que tengo buena relación con los partidos de Chile Vamos; como que se ha tratado de instalar que hay una relación tensa.
- En estos días te han mostrado como peleando con Gloria Hutt, presidenta de Evópoli…
- Sí, y de Gloria tengo la mejor impresión, es una tremenda mujer. Y así también puedo valorar personas que son brillantes y de otras veredas políticas.
"Hay cosas que se han hecho bien, reconozco que la administración de la alcaldesa Peñaloza ha sido exitosa en seguridad y quiero seguir esa senda. Pero hemos tenido serios problemas de probidad, que han pasado bajo las narices de los alcaldes"
- ¿Se puede ejercer bien el poder sin partidos políticos detrás?
- Creo que se puede, pero es más complejo. Yo ahora sólo tengo mi nombre y no un partido político en el que descansar si me pasa algo. Entonces es más difícil, pero también tiene sus beneficios; por ejemplo, no existen las órdenes de partido. Eso me da libertad.
- ¿Quiénes forman hoy tu círculo político cercano?
- Hay varias personas. Pero no les he preguntado si puedo nombrarlos...
- No digas nombres, pero dime las características. ¿De centroderecha, independientes como tú, militantes de partidos?
- Sí, independientes y militantes también. También figuras que hoy están más alejadas de la política, que están haciendo una tremenda labor en temas sociales.
- ¿Hay figuras conocidas, con cargos públicos?
- Hay de todo.
- La centroderecha celebró los resultados de estas elecciones en la casa de Evelyn Matthei. ¿No te convocaron?
- No, ni me llamaron. Pero ésa fue una celebración de los partidos de la centroderecha. Hay muchas personas que somos de centroderecha y no estamos en partidos. Yo celebré con quienes estuvieron durante mi campaña, vecinos, organizaciones civiles, familia, amigos. Y llegaron personas de diversos colores políticos a celebrar también, porque sé que mi candidatura les hacía eco. Llegó Teresa Marinovic a saludarme. También Carolina Goic, con quien participé en su fundación Todas, que es de formación de liderazgo de mujeres.
- No fuiste a la celebración en su casa, pero ¿te interesa Matthei como candidata presidencial?
- Sí, Evelyn Matthei me parece una muy buena candidata. Me gusta mucho el liderazgo que tiene, lo convocante que ha sido y también como alcaldesa, que en el fondo es lo que miré mientras estuve de candidata.