Yo rechazo-Yo apruebo
Yo rechazo/Yo apruebo: Fernando Massú y Daniela Lorca
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Fernando Massú: "La gente en cierta medida está sufriendo un engaño"
“Es irónico que estemos en esta situación por una demanda que no era ciudadana, porque no aparecía en ninguna encuesta, y que nos llevaron políticos que tienen una aprobación muy baja, menor al 6%”. Las palabras, de Fernando Massú, presidente de Enap, de BTG Pactual, de la Polla Chilena de Beneficiencia y director de Parque Arauco, reflejan su postura por el Rechazo para este 25 de octubre.
- ¿Por qué cree entonces que estamos teniendo un debate constitucional?
- Estuve revisando las encuestas que se hicieron hasta 2019 y la reforma constitucional, pese a que hubo un proceso en el Gobierno de Bachelet, no aparecía como una demanda ciudadana. Esto fue una respuesta a algo que empezamos a vivir el año pasado, después del estallido social, y que los distintos partidos políticos encontraron que la mejor solución era hacer una nueva Constitución. Descarto que haya habido una demanda social previa, continua, permanente, solicitando una redacción nueva de la Constitución. Ciertas alas de la izquierda han planteado el problema de origen de la Constitución, pero salieron los argumentos de que ha tenido más de 200 modificaciones, que el exPresidente Lagos la firmó y en un discurso dijo que por primera vez tenemos una Carta Magna que efectivamente contempla una Constitución democrática.
- ¿Pero cree que ahora sí se transformó en una preocupación ciudadana?
- Yo me pregunto cómo esos partidos políticos que firmaron el acuerdo para una nueva Constitución, tienen una apreciación por parte de la ciudadanía que es de 4%. Me parece una ironía que estemos en esta situación, elegida por aquellos que no representan la confianza de los ciudadanos chilenos. La gente en cierta medida está sufriendo un engaño. Efectivamente hay demandas sociales, y esas sí han estado registradas en las encuestas, no solamente ahora. La pensión justa, la salud, seguridad. Y la verdad es que una Constitución por sí misma no es un seguro de que esos problemas se van a solucionar. Por supuesto yo estoy de acuerdo que hay que hacer ciertos cambios en la Constitución.
- ¿Como cuáles?
- Por ejemplo, qué se entiende por Estado subsidiario, versus uno solidario. Ahí sí haría un cambio. El Estado de Chile tiene que asegurar una pensión mínima a todo aquel que no pueda obtenerla. Algunos dicen que esté por encima de la línea de la pobreza, yo pienso que debería ser a lo menos el sueldo mínimo. El tema de la salud también es importante, que concentra una gran parte del presupuesto nacional. Hay reclamos respecto a que el servicio privado de salud es mejor que el público, por lo tanto se produce una discriminación. Pero cuando uno ve los recursos que se gastan en cada uno de los sistemas, vemos que hay una pésima gestión del servicio público, por lo tanto con esos mismos recursos, bien gestionados, bien invertidos, es posible dar una mucho mejor salud a todos los chilenos. Y seguridad también. Hemos visto una discusión sobre el narcotráfico fuertemente en el último tiempo, hay poblaciones completas tomadas. Eso es parte de lo que tiene que hacerse cargo el Estado de Chile y debería estar en la Constitución.
El tema del medioambiente es otra cosa que la Constitución debe recoger. El crecimiento que ha tenido Chile no puede hacerse sin un equilibrio con éste. Y aquí también me refiero al agua. Lo que no puede suceder es que falte el agua para el consumo humano cuando está siendo usada para beneficio de ciertas actividades económicas. Creo que al Estado de Chile le compete hacer muchas cosas más que solo aquellas que los privados no quieren hacer, que es lo que se entiende por subsidariedad.
- ¿Qué es lo que más le preocupa de este debate constitucional?
- Son varias. Por ejemplo, la libertad de expresión, y donde hoy tenemos esas iniciativas de negacionismo que están atentando justamente contra ello. La importancia de la familia -con independencia del tipo de familia- que es el núcleo de toda sociedad y eso tiene que permanecer igual. La propiedad privada: si el Estado concentrara toda la propiedad, sería uno bien distinto del que ha sido los últimos 30 años. Es la libertad de movimiento, de creación, la que produce que un país vaya creciendo. Eso me preocupa que vaya siendo coartado de alguna forma. También, que no se consagre la libertad para elegir la educación de los hijos y que sea el Estado el que controle las actividades sobre las que siempre debieran tener la potestad los padres. Me preocupa que se vaya cambiando la institucionalidad que tiene este país y que es un ejemplo en la región.
-¿Le gustaría ser constituyente?
- Me gustaría. Pero no tengo ninguna posibilidad de serlo, porque lo que está acordado es que para inscribirte como candidato a constituyente, debes tener 0,4% de las firmas del padrón que tiene la comuna donde votas. Yo vivo en Vitacura, y debiera conseguir alrededor de 3.500 personas que vayan a firmar presencialmente a notaría. Así que no tengo ninguna posibilidad de serlo. Y hay muchas otras personas en esa situación. El otro día leía que Soledad Alvear, Andrea Repetto, con las que no compartimos sector político, pero que considero muy inteligentes y que podrían ser un gran aporte, decían lo difícil que era siquiera pensar en esto.
Daniela Lorca: "No hay que incentivar el miedo"
“Se dice harto que Chile va a ser como Venezuela ¿De qué están hablando? No creo que en un país de 19 millones de personas estaríamos dispuestos a retroceder de esa manera, y no veo ninguna posibilidad a que eso pase”, señala Daniela Lorca, fundadora y CEO de Babytuto, tienda online enfocada en niños, “El debate de una nueva Constitución -más allá de votar Apruebo o Rechazo- es una señal importante de que vivimos en un país democrático, donde se lograron abrir los espacios para poder definir como ciudadanos, cuál es el camino futuro para nuestro país. Y esto es algo que debemos valorar, respetar y hacernos responsables y ser parte de este proceso”, agrega.
La emprendedora no milita en ningún partido. Cuenta que los días que siguieron al estallido, su empresa dedicada a la venta de artículos para guaguas experimentó un peak de ventas. “Era como si el mundo se fuera a acabar”, dice. Con el paso de los días, vino una fuerte baja, que ella atribuye a que la gente dijo “basta de abusos y consumos desaforados”. “Todo se paralizó, no había seguridad en los plazos de entrega porque no estaban llegando los fletes a los destinos y todo lo estable en ese momento parecía no estarlo. Entonces, se paró el consumo”, agrega. A partir de noviembre la situación comenzó a estabilizarse. “El estallido social abrió muchas discusiones necesarias y dejó en evidencia los desafíos enormes que tenemos como país, pero también generó mucha violencia y sufrimiento. Como emprendedora vi como las pymes salieron enormemente perjudicadas y tratando de salir a flote este año se enfrentaron con la pandemia”, agrega.
Sin embargo, a la hora de dar su voto, no duda es marcar Apruebo. “Es importante trascender el proceso constitucional y que hagamos una hoja de ruta de largo plazo. Al final, esto tiene como propósito ser un país más desarrollado, abierto, justo, inclusivo y sustentable, donde las personas puedan potenciar con libertad y éxito sus talentos y enfrentar con resiliencia las contingencias”, agrega.
-¿Qué cambiaría de la Constitución actual?
-La Constitución debe avanzar hacia un enfoque comunitario, donde nos abramos a una mayor diversidad de opiniones y derechos en el sentido de la paridad de género, donde a pesar de haber avanzado estamos muy atrasados con respecto a otros países. Lo que más me preocupa es el reconocimiento del trabajo doméstico como una labor productiva y de cuidado. Además, el derecho a la maternidad voluntaria y la igualdad de remuneraciones por un trabajo de igual valor son puntos que no me gustaría que quedaran fuera de la discusión. Hoy podemos dar por hecho que en caso de aprobarse la nueva Constitución va a existir una discusión en la que la opinión de las mujeres tenga el mismo peso que la de los hombres y eso es importantísimo. También es esencial considerar el agua como un bien nacional de uso público y que haya un reconocimiento de los pueblos originarios.
Otro tema referente a las políticas públicas es que en Chile hay algunas entidades como Corfo o ProChile que te incentivan a dar el salto a mayores posibilidades de escalamiento o de poder expandirse en el mundo. Pero las leyes, en general, no ayudan en eso. Por ejemplo, con el tema de las salas cuna, te dicen que si tienes una empresa con más de 20 mujeres, tienes que pagar por una. Pero ¿Cómo lo haces cuando la ganancia de una Pyme es un millón de pesos al mes? Se te va en pagar la sala cuna. Al final son incentivos perversos porque ese tipo de empresas no contratan a más mujeres que a 19 y no pasan las 20 porque es un costo importante.
Lorca dice que votará Convención Constituyente porque “nos abre la posibilidad de escoger nuevos rostros provenientes tanto de la política como del mundo científico, económico, educacional, emprendedores, empresarios, ciudadanos de pueblos originarios para armar este nuevo equilibrio que pueda absorber las necesidades del país”. Aunque descarta que el tema no se politice: “Afirmar que la discusión no va a ser capturada por figuras políticas puede ser iluso”.
-¿Que te preocupa del proceso que vamos a enfrentar?
-En Chile existe harta rabia y polarización. Es importante que este proceso no caiga en incrementar estos sentimientos. Tiene que ser todo lo contrario: que todos desde nuestras posiciones seamos capaces de dialogar, aceptar al resto y juntos definir qué necesitamos. Mi principal miedo es la violencia, por eso si vemos actos de este tipo en nuestros barrios, por ejemplo, que atenten contra un negocio, es importante denunciar a Carabineros y tomar medidas ara evitar que esto pase a mayores.
Hay ciertos partidos políticos que hablan cualquier cosa y generan miedo, arman un mundo irreal en la cabeza de las personas. Después, los que tienen menos acceso a la información o menos educación en algún sentido van siguiendo las masas. Creo que esa no es la manera de construir el país del futuro. No hay que incentivar ni caer en cosas que generan miedo y justamente ahí creo que es importante dar la pelea.