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La ministra epidemióloga bajo asedio: su manejo de la crisis, la tensión con el ex subsecretario Araos y el apoyo del piñerismo
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Que una epidemióloga elogiada por The Lancet -la más prestigiosa revista científica del mundo- por su aporte a la lucha global y local contra el Covid-19 sea quien dirija el Ministerio de Salud en momentos en que un cóctel de virus infecciosos provoca una crisis sanitaria, sería para respirar tranquilos. Pero no.
Ximena Paz Aguilera Sanhueza, médico cirujana de 58 años, se enfrenta en estos días a momentos complejos, donde no sólo los patógenos la tensionan, sino también por liderar un ministerio complicado y navegar en aguas políticas agitadas.
Aunque esta semana se descomprimió el ambiente con la salida del subsecretario de Redes Asistenciales, Fernando Araos, quien fue reemplazado por Osvaldo Salgado Zepeda, quien fue recomendado nada menos que por la ex Presidenta Bachelet (entre otros). Según profesionales del Minsal, los equipos de Araos y Aguilera no venían trabajando bien. El ex subsecretario “no entregaba toda la información a la ministra, con quien la relación no era fluida”, dicen profesionales de la cartera.
Además, señalan en el Minsal, son perfiles muy diferentes. “Araos tenía el respaldo del Colegio Médico, que opera prácticamente como un partido político, y por Izkia Siches (exministra del Interior)”, mientras que Aguilera, si bien es independiente cercana al PPD, ni siquiera es parte del “lote” de la ministra Carolina Tohá. “Su perfil es eminentemente técnico”, destacan varios ex ministros de Salud.
La ministra de Salud es de carácter reservado, serio y técnico, lo que es reconocido transversalmente en el mundo político. “Eso es su plus y a la vez es una desventaja, por un lado le da independencia y es reconocida por sus capacidades, pero en un cargo político, está más sola, sin apoyo de un partido, en un ministerio muy grande”, reflexiona su padre, Pablo Aguilera, quien la acompañó al asumir y también en su ingreso a la Academia Chilena de Medicina, en 2021.
Y cuenta que cuando fue nombrada como ministra el pasado 6 de septiembre de 2022 lo llamó el ex Presidente Sebastián Piñera a la Radio Pudahuel para felicitarlo. “La conocía de la Comisión Asesora en la pandemia y elogió su trabajo allí”, señala el conocido periodista.
El episodio de la CLC
Tanto Aguilera como Araos afirmaron que el ministerio se contactó con la Clínica Las Condes (CLC) para ver la posibilidad de traslado del bebé de San Antonio, lo que finalmente resultó no ser efectivo. El ex subsecretario así se lo había transmitido a la ministra y la descoordinación de los equipos quedó en evidencia.
A ambos les dijeron de sus respectivos equipos que se habían hecho los contactos con esa clínica. Y si bien CLC tiene un asunto judicial pendiente con el Ministerio de Salud, y la ministra en vez de decir eso, dijo que había una “prohibición” de Contraloría para recurrir a ese centro.
“Como está ese tema judicial, se impide celebrar contratos entre las partes y se asumió que así sería también para esta contingencia. Pero, para urgencias, eso no corre. No hay impedimentos de ningún tipo para estas colaboraciones en tiempos de urgencia”, señala una persona que colabora en este gobierno.
“Las contradicciones con la clínica fue la tensión más grande”, entre Araos y Aguilera, cuentan funcionarios de esta administración.
La posición de la ministra se hizo inestable porque ya venía golpeada por el tema de la crisis de las isapres, a la que se sumó luego la de los virus respiratorios.
Pero si bien para el Presidente Boric la primera opción no era la salida del subsecretario, el enredo del episodio CLC y la mala gestión de la red asistencial hizo que la cúpula del Minsal interviniera en el manejo de las camas, sellando así la suerte de Araos.
“El Presidente intentó por todos los medios de evitar la salida del subsecretario, ésa era la idea y la recomendación: generar cambios en medio de la crisis sanitaria, puede traer más problemas. Lo importante en tiempos de crisis sanitarias, es precisamente, salir de la crisis antes que todo”, revelan en palacio.
Además, en la salida de Araos confluyeron varios factores políticos. “El subsecretario tuvo problemas con el Frente Amplio desde el año pasado, ya que este bloque consideraba que él estaba a “a la derecha” de la ex ministra Begoña Yarza. Con ella había tensión ideológica, mientras que con la actual ministra, las diferencias fueron en cuanto a la gestión”.
El WhatsApp de los exministros de Piñera
El perfil técnico de la ministra Aguilera pesó a su favor -sin buscarlo- cuando los exministros y subsecretarios de la era Piñera formularon una propuesta para manejar la contingencia sanitaria. El grupo se llamaba “Crisis de Salud”, duró exactamente seis días y en él estaban los exministros Jaime Mañalich y Enrique Paris y los subsecretarios Alberto Dougnac, Luis Castillo y Paula Daza.
Aunque no tenían una opinión unánime de mantener a la epidemióloga como ministra de Salud, sí concitó apoyo mayoritario esta postura. Cuando presentaron una propuesta al Minsal sobre cómo enfrentar la crisis, la ministra lo acogió positivamente y no lo interpretó como un intento del piñerismo de “pautearla”. Sin querer, este gesto de sus antecesores la protegió de la arremetida de una acusación constitucional del Partido Republicano.
Aguilera es valorada especialmente por el exministro Mañalich, quien además fue su profesor en Medicina en la Chile. Y es que durante la pandemia, fue parte del Consejo Asesor del Covid -que es Ad Honorem- durante tres años y en ese rol aportó. “Sus opiniones eran técnicas y no políticas, como fue el rol que jugó el Colmed en la crisis”, señala una profesional que trabajó en la administración Piñera.
La frase polémica
La vertiente comunicacional del cargo ha tenido que aprenderla a golpes y sobre la marcha. El episodio más doloroso para ella fue cuando se refirió, hace dos semanas, a la bebé de San Antonio con virus sincicial, que falleció por complicaciones derivadas de este patógeno. Entonces dijo que aunque hubiese posibilidad de traslado, “era difícil que sobreviviera”.
Un ex ministro aclaró que la frase técnicamente no tiene nada de malo, porque es así. El virus sincicial -que padecía la pequeña M.- “es una patología extraordinariamente grave, que al año cobra entre 20 y 50 vidas de niños” y su peak fue en 2010, “cuando 52 niños y niñas murieron por complicaciones ligadas a este virus”, precisa. “La ministra quiso hacer ver esto a la ciudadanía, pero se malinterpretó”, enfatiza este ex timonel del Minsal.
En La Moneda también criticaron la frase. “Esa es una cuña correcta, pero no la indicada. Fue muy dura”, evalúan desde palacio.
El Minsal: cuatro ministerios juntos y un puñado de profesionales de confianza
Todos los ex ministros y ministras de Salud consultados coinciden en que el Minsal es una cartera “compleja”. En La Moneda lo resumen así: “es cómo tener cuatro ministerios juntos”. Y en la cartera, profesionales que allí trabajan comentan que tiene el agravante que hay parcelas independientes y con agenda propia; información que no fluye; tensiones políticas entre las coaliciones y partidos, a lo se suma la agenda del Colegio Médico, que permea en distintas instancias.
Y la ministra, dicen los que la conocen, se ve muy sola. Y lo está. Su círculo cercano son cuatro profesionales del Minsal: Javiera Menay, médica cirujana de la U. de Chile como ella y quien oficia de jefa de gabinete; Manuel Nájera, jefe de asesores y la jefa de comunicaciones, Maritza Labraña, a quien conoce desde hace dos décadas y con quien ha trabajado en distintos momentos.
Su hermana Lucía Aguilera destaca que es “súper preparada”, “seria” y en lo íntimo, muy preocupada de su madre, Lucía Sanhueza, profesora de Historia de profesión y que ahora tiene problemas de salud. Los cuatro hijos del primer matrimonio de Pablo Aguilera con la docente se turnan para cuidarla “y Ximena también lo hace, pese a que tiempo no le sobra”, dice Lucía.
De sus aficiones, resaltan la música -de la que es una omnívora consumidora-, los deportes (ciclismo y trekking) y los animales. De hecho, el año pasado tuvo que enfrentar la muerte de su perrita, Frida.
Su padre Pablo dice que desde niña tenía interés en la ciencia. “No hice nada para orientarla a ser médico; ella desde chica le interesaba la naturaleza, lo científico, siempre fue muy matea y seria”, confiesa.
Su perfil es muy distinto al de sus hermanos (donde hay varios abogados, una diseñadora, una periodista). Se especializó en Salud Pública, dirigió el área epidemiológica del Minsal, creó un centro especializado en eso en la Universidad del Desarrollo.
Se ha desempeñado como asesora principal de Enfermedades Transmisibles de la Organización Panamericana de la Salud, con sede en Washington DC. También ha trabajado como consultora para diferentes organismos internacionales incluyendo la Organización Mundial de la Salud (OMS), el Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) y el Banco Mundial, realizando actividades en diversos países de América Latina y en China.
Fue la responsable principal de la preparación de Chile para la pandemia de influenza aviar. Durante su permanencia en la Organización Panamericana de la Salud le correspondió conducir y coordinar la respuesta técnica de la organización ante la pandemia de influenza H1N1 en 2009.