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Tregua arancelaria: ¿Tiempo de asumir riesgos?

Tregua arancelaria: ¿Tiempo de asumir riesgos?
Después de cinco semanas, China y EEUU acordaron un cese temporal al conflicto tarifario. Serán 90 días sin nuevos aranceles, lo que significa una ventana de calma para los mercados. Pero, ¿es tiempo suficiente para que vuelva el apetito por el riesgo? Esto es lo que proyectan los expertos.
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Fue un hito que para muchos analistas marca un giro: Donald Trump, presionado por el contraataque arancelario de China, cedió. Tras dos días de negociaciones en Ginebra, ambas potencias acordaron una pausa de 90 días en su guerra comercial.
El efecto fue inmediato. Wall Street lo celebró con fuerza: el S&P 500 subió 3,2% en una jornada, y el cobre volvió a cruzar la barrera de los US$ 4,3 la libra. Fue la señal que muchos inversionistas esperaban después de semanas marcadas por la incertidumbre post-Liberation Day. En Santiago también se sintió el impulso. El IPSA cerró el lunes en 8.326 puntos, su máximo histórico nominal, y el martes se vivió la misma historia.
Hasta ahora, la tregua trajo buen ánimo en inversionistas. Pero las preguntas empiezan a acumularse: ¿este acuerdo es una señal de calma definitiva o sólo una pausa antes de una nueva escalada? ¿Volverá el apetito por riesgo o los inversionistas preferirán mantener el freno de mano puesto? ¿Quiénes ganan con esta tregua?
Tecnológicas, forestales y navieras
Arturo Frei, gerente general de la corredora Renta4, no duda. Dice que los ganadores serán “los que tengan una alta exposición al comercio mundial, principalmente sectores ligados a la tecnología y a consumo, que fueron los más castigados durante los retrocesos que se produjeron desde el día 2 y marcaron mínimos el 9 de abril. También sectores ligados a lo industrial, lo que además podría beneficiar al petróleo y al gas”.
Eso, justamente, se notó esta semana: acciones como Apple y Nvidia crecieron más de 5%.
Por su parte, Jorge Tolosa, operador de renta variable de la corredora Vector Capital, reflexiona que durante los momentos más tensos de la guerra comercial, buena parte del mercado optó por refugiarse en acciones de valor: compañías ligadas al consumo interno, a la banca y al retail, todas menos expuestas al comercio global. Pero esa estrategia, dice, empieza a reconfigurarse. La tregua entre EEUU y China ha reducido la percepción de riesgo externo y devuelto algo de aire a sectores castigados. Esa dinámica, asegura Tolosa, está impulsando una rotación hacia empresas más cíclicas: tecnológicas, exportadoras de materias primas, mineras, forestales, navieras y eléctricas. Son empresas que no sólo dependen del crecimiento global, sino que también se benefician de un escenario en que se disipan los temores de recesión y se normalizan los flujos comerciales.
¿Se acabó el miedo?
Esa es la pregunta que muchos se hacen: ¿La escalada en la guerra arancelaria ya es cosa del pasado?
Frei cree que hay que seguir con cautela: “Pensamos que las estrategias conservadoras se deben mantener debido a que la incertidumbre sigue y la desconfianza puede volver a los mercados, por otros motivos como la deuda, el déficit o aspectos relacionados a una política monetaria más restrictiva de lo que está descontando el mercado. En general, pensamos que la renta variable está muy alta aún y esperaríamos nuevamente recortes a la zona de 5.000 puntos en el S&P para volver a tomar posiciones”.
Javier Mella, académico de la Facultad de Ingeniería y Ciencias Aplicadas de la Universidad de los Andes, dice que, en general, es mala decisión adoptar estrategias conservadoras cuando hay pérdidas en el mercado: “Lamentablemente, ya puede ser tarde para subirse al carro de la recuperación. Además que aún hay incertidumbre en el mercado”.
¿China boom?
Una interrogante clave es qué pasará ahora con las firmas chinas, que han tenido resultados positivos durante este año. Por ejemplo, el SSE Composite Index, el principal índice bursátil de Shanghai, ha crecido 3% durante el año. Y el Hang Seng, de Hong Kong, ha subido más de 17%.
“Sin dudas que las políticas de Trump tenían un importante potencial para perjudicar a China y también a Estados Unidos, lo que en definitiva afectaría a toda la economía mundial. Es posible que si la tregua arancelaria se mantiene, las acciones en China puedan seguir subiendo, pero también hay que tener en cuenta que esta recuperación es a pesar de la deuda acumulada y eso podría afectar las cotizaciones en bolsa. Es una recuperación que no está acotada a China. De hecho, la bolsa japonesa ha sido de las de mejor desempeño en el año junto con la alemana”, dice Frei.