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Pyme pisquera del pueblito Tulahuén gana medallas de oro en certamen en EEUU
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Tulahuén -lugar de garzas en mapudungún- es prácticamente una aldea ubicada en la zona de Monte Patria, en el Valle del Limarí, en la región de Coquimbo, que cuenta con sólo unos 1.773 habitantes, según el último censo.
Pero pese a su pequeño tamaño, el poblado está siendo conocido en San Francisco, Estados Unidos, luego de que una firma pisquera de la zona, del mismo nombre del pueblo, obtuviera una doble medalla de oro en su categoría, en el San Francisco World Spirit Competition, con su marca Black Heron, que -coincidentemente- lanzaron al mercado el 18 de octubre de 2019, el día del estallido social en Chile.
Son tres socios tras Pisquera Tulahuén, que se define como una pisquera premium, que vende cada botella en torno a los $ 34 mil: el agrónomo y enólogo Jaime Camposano y los ingenieros Juan Carlos Ortúzar y Norman Dabner, quienes iniciaron el negocio en abril de 2010, si bien el primero de ellos viene de una más que centenaria tradición familiar en la industria, pues la famlia Camposano está desde 1850 en la misma zona del Limarí dedicada a la producción pisquera.
En orden cronológico, fue su tatarabuelo, Rafael Camposano, y la esposa de éste, Escolástica Álvarez, quienes comenzaron, si bien tienen registros incluso anteriores del papá de Rafael, Amador Camposano, en 1822 ya en la zona. Luego siguió el bisabuelo, Amador; el abuelo Liberato, y su papá, también de nombre Jaime Camposano, en el negocio de la uva pisquera.
En buena parte de esta historia, desde 1931, los Camposano trabajaron al alero de Pisco Control como miembros de esta cooperativa. De hecho, Jaime Camposano cuenta que su abuelo Liberato fue por unos 40 años presidente de la cooperativa.
Eso hasta que a mediados de los 2000 la cooperativa fue vendida a CCU, transformándose en lo que hoy se conoce como Compañía Pisquera de Chile, con lo que el negocio mutó, se independizó y se transformaron en productores pisqueros, comprando la uva a terceros de Tulahuén, pero sí usando la misma bodega que construyó su bisabuelo, en 1907.
Con una inversión inicial de sólo $ 90 millones puesta por los tres socios, como viña premium Tulahuén tiene una producción acotada, unas 120 mil botellas al año de dos marcas -Wakar y Black Heron- que le aportan ventas por unos $ 700 millones. Con su producción llegan a unos 40 países del globo, además de Chile: China, Japón, Australia, Nueva Zelandia, Singapur, UE, Reino Unido, Canadá, Estados Unidos, incluso Líbano están entre sus destinos.
En Chile, dice Jaime Camposano, si bien están presentes en bares, restaurantes y tiendas especializadas, ha sido difícil penetrar el retail. “Se nos abrieron las puertas, pero empujar una marca en Chile es difícil”, cuenta el enólogo, quien detalla que partieron en Jumbo en sólo siete locales y ya van en 15 salas.