A inicios de febrero Rodrigo Mardones, director médico de la Clínica Las Condes (CLC), interpuso una querella en contra de todos los que resulten responsables por los delitos de divulgación de comunicaciones privadas y amenazas no condicionales. En concreto, el cirujano apunta a las personas detrás de la cuenta de Twitter “CLC Miente”, que publican información interna de la institución y critican su gestión profesional.  

En la acción judicial, redactada por el abogado Sergio Contreras, se establece que esta cuenta dirigió “una serie de injurias, calumnias, y ataques personales en contra del Sr. Mardones. Incluso llegaron a compartir su número de teléfono personal, en un tweet que después eliminaron”.

Y agregan: “Dentro de las muchas cosas que han compartido, figura una comunicación privada por la aplicación WhatsApp, de 23 de julio de 2022, entre el Sr. Mardones y un funcionario de la clínica, relativa a una proposición de compraventa de terrenos. Cabe señalar que, en dichas capturas de pantalla, figura además el teléfono del Sr. Mardones, por lo que continúan difundiendo no sólo comunicaciones privadas, sino que también los datos personales de contacto de nuestro cliente”.

En diversos tuits se refieren a Rodrigo Mardones como el “Elon Musk de Estoril”.

Y justamente a él, el empresario sudafricano, escaló esta nueva polémica. En la tarde de este miércoles la cuenta CLC Miente publicó un hilo etiquetando al dueño de la red social: "Estimado @elonmusk, el hospital privado @cliniclascondes está intentando demandarnos para meternos en la cárcel y cerrar esta humilde cuenta de Twitter. Lo único que hemos hecho es advertir a la población de los riesgos y malas prácticas que se están dando en ese hospital. La mayoría de la información que hemos filtrado ha sido demostrada correcta por diferentes instituciones como @SeremiSaludRM @ColMedSantiago @PJudicialChile entre otros. ¡Pedimos su ayuda para apoyar la libertad de expresión! La verdad prevalecerá”.

La acción judicial presentada por Mardones se suma al recurso de protección interpuesto por la CLC. En el escrito -de 27 páginas- se estipula que la cuenta ha acusado a la institución, sin ninguna prueba, de “fraude, evasión de impuestos, robo de dinero, falta de especialistas e incluso más, ha indicado que mis representados contratan médicos con especialidades sin las certificaciones necesarias, es decir, simples médicos generales que se harían pasar por especialistas y así, suma y sigue”.