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¿Es rentable invertir en ESG? Todo lo que debes saber
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Hay un dato que sorprende a muchas de las personas que recién comienzan a estudiar los criterios ESG: según datos del S&P Global, ExxonMobil -firma dedicada a la extracción de petróleo y producción de gas- tiene un mejor índice ESG que Tesla, la empresa automotriz dedicada a fabricar vehículos eléctricos y catalogada como una de las pioneras en electromovilidad, una de las tendencias más populares para mitigar los efectos del cambio climático.
A pesar de que este tipo de mediciones son cuestionadas por personas de la industria, abre discusiones en torno a la popularidad de los criterios ESG, que buscan evaluar aspectos ambientales, sociales y de gobernanza corporativa en distintas organizaciones. En los últimos seis meses se han publicado investigaciones académicas tituladas “El Fin de ESG” y opiniones en medios de comunicación -como Bloomberg- donde expertos afirman que “la economía de la virtud se acabó”.
Este tipo de opiniones son criticadas por una serie de organizaciones. Por ejemplo, la escuela de negocios de la Universidad de Navarra difundió un extenso artículo titulado “ESG ha muerto, larga vida a ESG”, en el que analizan la importancia de estos criterios para el mundo privado.
Esta discusión retomó protagonismo durante esta semana gracias a la conmemoración del Día Internacional de la Tierra, una fecha en la que las Naciones Unidas hacen un llamado para concientizar sobre la triple crisis planetaria: cambio climático, pérdida de biodiversidad y contaminación. El origen de esta jornada es el 22 de abril de 1970, cuando millones de personas salieron a las calles de distintas ciudades de Estados Unidos para manifestarse contra los daños que la humanidad le estaba causando a la biodiversidad. Según varios investigadores, este suceso es catalogado como el nacimiento del movimiento ecologista moderno.
Por eso, salimos a hablar con una serie de ejecutivos, economistas y expertos en inversiones para conocer su opinión sobre los criterios ESG. La gran mayoría defiende la existencia de esta norma, pero apuntan a que todavía es muy pronto para conocer los resultados concretos.
¿ESG, es efectivo?
Sebastián Cea, académico de la Facultad de Ingeniería y Ciencias Aplicadas de la Universidad de los Andes, dice que los estándares ESG son “aún muy nuevos”. “Es decir, todavía no se entiende bien la información que transmiten. Sin embargo, en la medida que comenzamos a observar los datos podremos empezar a entender qué información aportan para la toma de decisiones de inversión. Es en este sentido que cuando comencemos a tener consenso respecto de eso, podremos empezar a promover cambios de forma transversal, ya que esta información será juzgada como totalmente objetiva”.
Diego Soffia, experto en finanzas y director ejecutivo de Efectivo, señala que los criterios ESG “han sido efectivos en ir cambiando los criterios de desarrollo económico a una mirada más amplia en que no sólo es relevante la rentabilidad financiera, sino que también que ésta sea acompañada de impactos positivos tanto en la sociedad como en el medio ambiente. Últimamente se puede estar dando un agotamiento de la terminología ESG dada una errada ideologización que se ha querido dar tanto a las herramientas para lograr un crecimiento sostenible como a algunos objetivos que pudieran parecer controversiales. Sin embargo, se llame como se llame, el crecimiento sostenible y la inversión responsable en este sentido deben seguir siendo un desafío en común de nuestra sociedad”.
El economista de la Universidad de Barcelona, Rodrigo Palma, comparte: “Teóricamente el desarrollo de ESG implica un incentivo a las organizaciones para el desarrollo de políticas de inversión con criterios ambientales, sociales y de gobernabilidad. La principal problemática se observa en la realidad, donde existe una ideologización de la ESG, generando una discusión más relacionada a lo político que al cumplimiento de criterios basados en prácticas en las áreas señaladas”.
Claudia Barrera, gerenta de finanzas de la consultora PKF, es crítica. Señala que “el ESG es un mecanismo que, aunque se ha visto desprestigiado, considero que aún tiene espacio para recuperarse y su contribución puede ser positiva. Sin embargo, es claro que explotar en exceso un tema, atribuyéndole beneficios automáticos que no posee, puede depreciarlo y hacer que tanto la opinión pública como los inversionistas pierdan fe en el instrumento como generador de valor a largo plazo. Hasta ahora, hemos observado que muchas organizaciones se declararon a favor del ESG, pero al momento de implementar los criterios, no han logrado desarrollar una metodología suficiente para medir los aportes que efectivamente se asociaban con la posibilidad de implementar esquemas consistentes con ESG”.
Y agrega: “Muchas empresas han gastado dinero en estos proyectos sin poder identificar beneficios tangibles a corto plazo, ni proyectar los beneficios esperados a largo plazo. Por esta razón, varios autores sostienen que el instrumento, y en realidad el conjunto de instrumentos asociados con ESG, está agotado. Es probable que en los próximos meses veamos una depreciación en la valoración de estos instrumentos. Sin embargo, creo que las organizaciones aún pueden encontrar alternativas para hacerlos rentables, tanto desde una perspectiva pública —es decir, desde la valoración social o evaluación social de los proyectos ESG— como desde la evaluación privada de estos”.
¿Un buen negocio?
Uno de los vehículos más populares para invertir en ESG es el ETF de Blackrock “iShares ESG Aware MSCI USA ETF”, que tiene exposición en firmas como Microsoft, Apple, Nvidia, Amazon, Alphabet, Meta, Eli Lilly, JP Morgan y UnitedHealth. Durante 2024, este instrumento ha crecido más de 6%, y en 2023 rentó más de 20%.
Gonzalo Muñoz, analista de mercados XTB Latam, dice que “invertir en compañías ESG puede ser financieramente beneficioso para los inversionistas. Las empresas que aplican criterios ESG robustos tienden a gestionar mejor los riesgos y aprovechar las oportunidades relacionadas con aspectos ambientales, sociales y de gobernanza”.
Y agrega: “Esto se traduce frecuentemente en un rendimiento financiero más estable y sostenible a largo plazo. Las firmas que se adhieren a altos estándares de ESG también suelen disfrutar de una mejor imagen corporativa y menores riesgos de litigios, lo que puede contribuir a la estabilidad del valor de sus acciones. Además, con un enfoque global que se inclina cada vez más hacia la sostenibilidad, estas empresas están mejor preparadas para adaptarse a nuevas regulaciones y cambios en las preferencias de los consumidores”.
Sobre la situación entre Tesla y ExxonMobil -que ha sido ampliamente comentada en círculos de expertos, Muñoz explica que en caso de la firma automotriz, a pesar de ser pionera en la producción de vehículos eléctricos, “ha sido criticada por prácticas de gobernanza y cuestiones sociales, lo que ha afectado su puntuación ESG en comparación con empresas como ExxonMobil, que históricamente ha tenido problemas ambientales pero ha mejorado en gobernanza y responsabilidad social. Es por esto que el contraste subraya la importancia de considerar todos los aspectos de ESG y no solo el impacto ambiental directo”.
Donde invertir
Sebastián Cea de la Universidad de los Andes dice que hay múltiples vehículos para apostar por compañías adscritas a los criterios ESG. “A nivel local, existen fondos mutuos que han incorporado la sigla a sus nombres, así como AFPs que han firmado compromisos internacionales tipo los Principles for Responsible Investment (PRI de Naciones Unidas) por lo que sus fondos ya siguen esos principios. Los resultados preliminares que tenemos relativos a una investigación que estamos realizando es que se puede tener un desempeño mejor que un portafolio con criterios clásicos. Sin embargo, grandes índices bursátiles aún tienen mejor desempeño que portafolios elegidos en base a estos criterios”.
Gonzalo Muñoz, por su parte, entrega cuatro alternativas de vehículos de inversión para tener exposición en esta industria:
- Fondos Mutuos ESG: fondos que invierten en empresas seleccionadas basadas en su cumplimiento de criterios ESG específicos)
- ETFs ESG: fondos cotizados en bolsa que siguen índices ESG y permiten una inversión diversificada y de fácil acceso)
- Bonos Verdes: emitidos para financiar proyectos con beneficios ambientales directos)
- Cuentas de Inversión Socialmente Responsables (SRI): gestionan activos bajo criterios ESG rigurosos para maximizar tanto el retorno financiero como el impacto social y ambiental positivo)
Muñoz afirma que hay que tener una serie de elementos en cuenta antes de invertir en firmas vinculadas con esta tendencia. “Los inversionistas deben considerar varios factores clave. Es esencial verificar la autenticidad de las prácticas de sostenibilidad de la empresa para asegurar que no son meras campañas de marketing. También deben evaluar el desempeño financiero de las inversiones ESG en comparación con el mercado general y el sector específico de la empresa. La transparencia en la comunicación sobre las prácticas ESG y sus resultados es crucial, al igual que la alineación de estas prácticas con los valores personales y éticos del inversor”.
Las 5 claves de ESG
- No solo para "verdes": aunque a menudo se asocia con el medio ambiente, los criterios ESG también incluyen aspectos como los derechos laborales, la igualdad de género y la transparencia corporativa.
- Impacto en el rendimiento: contrario a la creencia popular, varios estudios han demostrado que invertir siguiendo criterios ESG no solo es bueno para el planeta y la sociedad, sino que también puede ser rentable. Las empresas con altas calificaciones ESG suelen tener un mejor desempeño a largo plazo.
- Un mercado en crecimiento: se estima que los activos globales en fondos ESG superarán los 50 billones de dólares para 2025, lo que representaría más del tercio de los activos gestionados globalmente.
- Legislación ESG: en la Unión Europea, la regulación sobre divulgación de finanzas sostenibles (SFDR) obliga a las empresas a reportar el impacto ambiental y social de sus actividades. Esto busca aumentar la transparencia y promover una inversión más sostenible.
- Desafío de la "G" en ESG: la "G" de Gobernanza, a menudo la menos entendida, trata sobre la forma en que las empresas son dirigidas. Aspectos como la estructura del consejo, las políticas anticorrupción y la remuneración de los ejecutivos son claves en este criterio.