Primero, un poco de contexto: a inicios de este mes los mercados financieros entraron en un mini pánico. El lunes 5 de agosto la bolsa de Japón cayó violentamente por el alza de tasas locales y por datos desalentadores en el mercado laboral de Estados Unidos. Esto contagió a Europa, Estados Unidos y América Latina, gatillando una corrección bursátil mundial.

A pesar de que las consecuencias no fueron profundas (de hecho, a los pocos días las bolsas recuperaron el terreno perdido), hubo un aspecto que llamó la atención: cómo influyó el carry trade en la caída de los mercados.

En pocas palabras, el carry trade es una estrategia de inversión que consiste en pedir dinero prestado en una moneda que tiene una tasa de interés baja y luego invertir esos recursos en otra divisa que ofrezca una tasa más alta. La idea es aprovechar la diferencia entre las tasas para generar ganancias.

Para ponerlo en un ejemplo sencillo: imagina que pides un préstamo en Japón, donde las tasas de interés son muy bajas, y luego usas ese dinero para comprar bonos en otro país, como Estados Unidos, donde las tasas son más altas. La diferencia entre lo que pagas de interés por el préstamo y lo que ganas por la inversión es tu ganancia.

Por eso Japón era el país predilecto para llevar a cabo esta práctica. Durante años en este país hubo tasa nula. Incluso, entre 2016 y 2024 fue el único país en tener tasas de interés negativas. Esto cambió hace tres semanas, cuando el banco central nipón aumentó las tasas por segunda vez en el año. Esto gatilló un desajuste en las perspectivas de inversionistas que usaban el carry trade.

Justamente por el aumento repentino de tasas, el carry trade no está exento de riesgos. Si el valor de la moneda en la que se pide prestado se fortalece o la divisa en la que invirtió se debilita, el inversionista puede terminar perdiendo dinero. Esto fue lo que sucedió en Japón: un cambio en las políticas monetarias hizo que los mercados cayeran, afectando a muchos inversores que estaban usando este método.

“Es una estrategia relativamente sencilla para inversionistas institucionales y que aparenta tener bajo riesgo, pero que puede salir muy mal. Por ejemplo, algunas estrategias carry trade tuvieron pérdidas significativas en el periodo de la crisis subprime, e incluso ya existe el caso de Japón, cuando en 2004 se produce una significativa apreciación del Yen que afectó negativamente a las posiciones cortas en esta moneda”, comenta Javier Mella, académico de la Facultad de Ingeniería y Ciencias Aplicadas de la Universidad de los Andes y PhD en Finanzas. 

El carry trade, entonces, es un método popular en tiempos de estabilidad económica, pero que puede volverse peligroso si las condiciones del mercado cambian repentinamente. Además, en Chile se está llevando a cabo con cada vez más frecuencia. Por eso, le pedimos a expertos que explicaran los pros y contras de esta técnica.

 ¿Por qué el carry trade?

Habiendo tantas técnicas de inversión, ¿por qué algunos inversionistas se fijan en el carry trade?

Emanoelle Santos, analista de mercados XTB Latam, ofrece su visión: “El carry trade es una estrategia atractiva para muchos inversionistas debido a su potencial para generar altos rendimientos constantes. Para amplificar estos rendimientos, muchos utilizan apalancamiento, lo que tiene la posibilidad de magnificar los beneficios, haciendo la estrategia aún más atractiva”.

El experto agrega: “En momentos de estabilidad en economías con políticas monetarias predecibles, la estrategia ofrece un sentimiento de previsibilidad en los resultados. Las variaciones en las tasas de interés entre países también crean más oportunidades para aprovechar las diferencias. Sumado a esto, el carry trade es relativamente simple de entender y ejecutar, lo que lo hace especialmente llamativo para los inversionistas que buscan estrategias con una barrera de entrada baja en términos de complejidad”.

 ¿Es riesgoso?

Para el economista Rodrigo Palma, el carry trade es algo riesgoso cuando existen “cambios en las condiciones crediticias y de los mercados”. Es decir, agrega el experto, “el riesgo fundamental está en el mercado de divisas, las tasas de interés y el funcionamiento de las economías tanto de origen como de destino de los recursos”.

Santos coincide: “El carry trade puede ser una estrategia riesgosa debido a la incertidumbre en torno a las decisiones de política monetaria, que también pueden afectar el valor de las divisas. Si un inversionista toma un préstamo en una moneda de un país con tasas de interés muy bajas y, de repente, ese país aumenta las tasas, esto puede provocar una apreciación de su moneda frente a la del inversionista. Como resultado, el inversionista se enfrenta a una deuda mayor, tanto por el aumento de las tasas de interés como por la valorización de la moneda en la que está denominada la deuda. Este riesgo de cambio puede erosionar los beneficios esperados y generar pérdidas”.

Rafael Romero, socio PKF y profesor de finanzas, dice que hay que tomar en consideración tres tipos de riesgos. Por un lado, dice, está el riesgo de tipo de cambio: “Los movimientos en el tipo de cambio pueden afectar las ganancias. Es importante gestionar este riesgo, ya sea mediante coberturas (utilizando derivados de monedas) o análisis cuidadoso de las tendencias del mercado”. 

Romero agrega que también hay que tomar en consideración la volatilidad del mercado y los costos de transacción. “Hay que asegurarse de que las ganancias superen los costos asociados con la transacción y la financiación”.

Ojo con

Considerando que se trata de un método riesgoso, los expertos entregan una serie de consejos a tener en cuenta antes de ponerlos en práctica.

“Es fundamental tener un conocimiento profundo de los riesgos asociados y contar con estrategias de mitigación adecuadas. Es crucial prestar atención a la volatilidad del tipo de cambio, los riesgos de cambios bruscos en las tasas de interés, las condiciones del mercado, los riesgos de apalancamiento y los costos de transacción”, dice Santos.

Y agrega: “Es esencial estar consciente de que siempre se está expuesto a eventos inesperados. Por lo tanto, lo más prudente es conocer bien las condiciones del mercado y las políticas monetarias de los países involucrados, gestionar el apalancamiento a un nivel manejable para no poner en riesgo el propio capital y diversificar el portafolio para reducir la exposición a riesgos específicos. Esta diversificación puede ser clave para mantener la estabilidad y protegerse contra posibles pérdidas significativas”.  

El paso a paso

Considerando todos los riesgos, ¿qué hay que hacer para poner en práctica el carry trade?

Santos entrega un resumen: “Primero, es necesario encontrar un bróker de confianza que ofrezca una plataforma adecuada para operar en el mercado forex (o de divisas). Una vez que tenemos la cuenta, se procede a abrir una posición en forex, vendiendo la moneda de financiación en una posición corta y comprando la divisa de inversión. El objetivo es mantener esta posición para beneficiarse del diferencial de interés entre las dos monedas”.

Al momento de cerrar la posición, comenta Santos, “se vende la moneda de inversión y, con los fondos obtenidos, se compra la divisa de financiación para liquidar el préstamo, asegurando que la transacción se complete de manera ordenada. Este proceso permite al inversionista capitalizar el diferencial de tasas de interés mientras gestiona los riesgos inherentes. En las plataformas modernas, como XStation, todo este proceso se puede realizar de manera rápida con solo un par de clics, y también es posible automatizar el trámite fácilmente. Para que la estrategia de carry trade sea efectiva, es crucial seleccionar cuidadosamente las monedas adecuadas tanto para la financiación como para la inversión”.