Hace medio siglo irrumpió una nueva forma de entretenimiento: los videojuegos. En 1971 fue presentado Computer Space, el primer arcade creado por quienes luego serían los fundadores del imperio Atari. Se trata del primer videojuego de la historia, el botón de start para una industria que, 50 años después, genera ventas por US$ 120 mil millones anuales y que, se estima, totalizará US$ 200 mil millones para el año 2023.

Se trata de una historia de medio siglo no exenta de debate y cuestionamiento. Sus detractores temen por las consecuencias de la hiperconexión. Dependencia, adicción y aislamiento, aseguran. Otros los defienden con entusiasmo, a tal punto que la revista Time los considera como una forma de arte de la mayor importancia en la historia de la humanidad.

Fundación VTR se ha propuesto estudiar los desafíos de la transformación digital y promover buenas prácticas para el uso beneficioso de la tecnología. En este sentido Cyntia Soto, gerente de Responsabilidad Corporativa y Sostenibilidad de VTR, plantea que "resulta fundamental explorar maneras en que los videojuegos contribuyan a la creatividad de las personas, entre otras habilidades que favorezcan finalmente el cambio y la innovación social".

Estímulo a la creatividad y la colaboración

Sin el desarrollo de la actividad lúdica la cultura no es posible. Incluso los animales juegan para mejorar sus habilidades cognitivas, emocionales y sociales. Georgios Yannakakis, director del Instituto de Juegos Digitales de la Universidad de Malta, lleva más de una década investigando las externalidades positivas de los videojuegos. "La habilidad de concentrarnos en una tarea específica que se relaciona con la atención, de controlar, de ser capaces de mover músculos en forma coordinada. Todas son habilidades adquiridas con los videojuegos", asegura.

El clásico y popular Minecraft es considerado un estímulo a la creatividad. Cada jugador construye su propio universo, sin reglas ni instrucciones. Jaime Limón, gerente senior en Marketing de Productos para Latinoamérica de Minecraft, explica que, a través de este clásico nacido hace 10 años, "las personas pueden explorar ideas, conceptos y compartirlos. Este juego da la posibilidad de unir a la gente en una experiencia que está basada en su propia creatividad".

A nivel local, poco más de 60 empresas integran el ecosistema de los desarrolladores de videojuegos, muchas de las cuales han cosechado éxitos a nivel internacional en un mercado altamente competitivo. La mayoría ellas forma parte de una asociación gremial, Video Games Chile AG. Se organizan, colaboran y forman parte de la industria creativa chilena, que en conjunto con otros sectores representa nada menos que el 2,2% del PIB, de acuerdo a estimaciones de ProChile.

Maureen Behro, cofundadora de la desarrolladora de videojuegos local Niebla Games, sostiene que los videojuegos pueden –sobre todo hoy- ser espacios de encuentro. "En el contexto actual y pensando en el futuro de lo que puede ser nuestra sociedad, los videojuegos son espacios de socialización donde las personas pueden encontrarse, reconocerse e interactuar", afirma.

En marzo de este año, en plena expansión de la pandemia, nació la versión Covid-19 de Foldit, un juego que apela a la fuerza colaborativa de los gamers, quienes ponen a prueba su habilidad para desarrollar una estructura que evite que el coronavirus se adhiera a las células humanas. Hasta el momento se han creado más de 20 mil diseños para potenciales proteínas antivirales.

Ejemplos como el de Foldit dan cuenta de la enorme gama de posibilidades que hay en los videojuegos. Forman parte de nuestra vida cotidiana desde los años 70 y de una cultura compartida por gran parte del mundo. Sus beneficios pueden ser innumerables. Tal como plantea Shigeru Miyamoto, creador de Mario y Donkey Kong, "los adultos son niños, pero con la barrera social de no comportarse como ellos, con más moral y ética. Ningún juego sin ética ni moral podrá ser jamás un juego adulto".

Fundación VTR presenta
nueva web-serie sobre sociedad digital

Los entrevistados que forman parte de esta nota estarán en la primera temporada de la serie "Generación Digital", que debuta en la parrilla de VTR en marzo próximo. Se trata de una web-serie con contenidos interactivos y replicables que, en seis capítulos, se detiene en los desafíos y oportunidades de la nueva sociedad digital.
Entre los temas analizados están el trabajo, educación y ciudadanía, los videojuegos, la realidad virtual y la robótica. A través de entrevistas con expertos, infografías, animaciones y las opiniones de usuarios comunes y corrientes, Generación Digital refleja con lucidez los avances en ámbitos en los que la tecnología es vital para la humanidad.