El discurso

El primer borrador lo escribió Gabriel Boric la semana pasada. A diferencia de otros Presidentes a quienes su ghost writer -cargo que en este gobierno ocupa Manuel Guerrero- les redactaba un primer borrador, a Boric le gusta escribirlo él. Y se toma tiempo para hacerlo.

Por lo mismo, cuentan en su entorno que ha estado toda esta semana concentrado en afinar la que será su última cuenta ante la nación, en la que según Palacio se mostrará como “un Presidente que cuida a Chile y que cuida a las personas”, con un liderazgo “dialogante” y “empático”.

El eje del discurso que dará a las 11:30 de este domingo en el Salón de Honor del Congreso Nacional estará en mostrar cómo recibió el país en 2022 y cómo lo entrega. Para eso mencionará muchas cifras: indicadores estructurales de control de la inflación, crecimiento económico, reducción de la pobreza y de ingresos irregulares en la frontera.

Hablará de las reformas laborales alcanzadas (40 horas, aumento del salario mínimo, ley papito corazón, etc.), además de celebrar la aprobación de la reforma de pensiones, poniendo énfasis en que la minoría parlamentaria y el obstruccionismo de parte de la oposición le hicieron el camino difícil. Destacará el “avance en materia de seguridad” a través de la aprobación de cerca de 70 leyes y mencionará la “exitosa implementación” del Ministerio de Seguridad.

Boric en su discurso se referirá también el “liderazgo internacional” que tiene Chile a través de su mandato. Aquí hay expectativa sobre un eventual anuncio de romper relaciones con Israel. Esto luego de que el miércoles el Gobierno anunciara el retiro de los dos agregados militares de Chile en Tel Aviv.

En materia “valórica”, Boric dirá que espera que bajo su gobierno se apruebe la eutanasia, y propondrá avanzar en la ley de aborto —proyecto que presentó esta semana—, aunque sabe que no logrará aprobarlo antes de que entregue el poder.

Desde marzo un equipo de entre 20 y 30 personas trabaja en la cuenta pública, tanto en la organización del evento en sí, como en los insumos del texto. Existe un manual gráfico con los colores y logo de esta cuenta y un slogan: “Chile avanza con hechos”.

Para el contenido, cada ministerio envió información a Presidencia para que el equipo de Seguimiento de Políticas Públicas aterrice los anuncios y propuestas de las carteras y vea si son factibles de concretar. Luego esto pasa al equipo de Contenidos, que se encarga de su redacción.

La gran interrogante es cuánto durará el discurso de Boric. En 2023 el Presidente batió récord de extensión con más de tres horas y media (216 minutos), lo que convirtió el discurso en el más largo en los últimos 80 años. El de 2024, si bien fue algo más corto (166 minutos) está en el top 3 de los más extensos en ocho décadas, superado sólo por el de 1993 de Patricio Aylwin (190 minutos). Se espera que éste sea más corto que los anteriores. 

El momentum

La cuenta pública se da en una semana compleja para el Gobierno. En lo económico, el jueves se conoció que el desempleo volvió a subir (a 8,8%), tras 12 meses de caída. Mal augurio.

A esto se suman los casos de corrupción pública: el Caso Convenios, que salpicó directamente al Frente Amplio y al Presidente —a través de ProCultura y el lazo de Boric con su fundador, Alberto Larraín—, y el caso Licencias que explotó el viernes pasado luego de que la contralora Dorothy Pérez revelara en un informe que más de 25 mil funcionarios públicos habrían mal utilizado sus licencias médicas para viajar fuera del país. El gasto aproximado en licencias es de $ 30 mil millones al mes, equivalente a la construcción de un hospital mensual.

En el entorno presidencial dicen respecto de Convenios que ha habido bastante molestia en La Moneda por las filtraciones y las escuchas telefónicas. “El Presidente ha sido quien pone paños fríos en esto. Y ha dicho que las instituciones funcionen, pero que funcionen bien”, asegura una fuente cercana al mandatario. Y subraya la segunda parte de la frase para destacar la mirada crítica que tienen sobre el rol que ha ejercido la Fiscalía.

Sobre las licencias fraudulentas, Boric está preocupado de que tome fuerza entre los candidatos y en la opinión pública el discurso de la necesidad de “achicar el Estado”. Ahí, el foco del Gobierno está en cómo resguardar a los funcionarios públicos: “No queremos que haya menos funcionarios, sino que hagan bien su pega. Para eso tenemos que ser drásticos en sancionar los casos de mal uso de licencias”, explican.

Si bien este tema no estaba en el primer borrador, Boric lo incluyó esta semana. Sobre la corrupción, el domingo dirá que el Gobierno ha actuado con hechos: que ha mejorado la institucionalidad para que casos como el de los Convenios no se vuelvan a repetir. Y en el caso Licencias enfatizará que el Gobierno actuó, por ejemplo, con la ley contra los grandes emisores de licencias, esto antes del anuncio de la contralora. Aprovechará la instancia para insistir en la aprobación de Ley del secreto bancario.

Es conversación obligada —y no sólo en La Moneda— el rol que tendría Marcel en la campaña presidencial de Tohá. Boric ha conversado directamente el tema con el ministro y le ha dicho que de quedarse en Hacienda, deberá seguir el instructivo de prescindencia política. Por lo mismo, dicen en La Moneda, la pelota la tiene la pareja. Lo más probable es que si gana la primaria Tohá, Marcel renuncie.

Violeta

Muy pocos presidentes de Chile han tenido hijos durante el ejercicio de su gobierno —el último fue Carlos Ibáñez del Campo, en 1930—. Debido a lo excepcional de esta circunstancia, no existe una legislación que contemple qué hacer si el nacimiento ocurre justamente durante la cuenta pública.

Violeta Boric Carrasco debiera nacer a mediados de junio, por lo que en La Moneda están confiados en que la guagua presidencial no se adelantará a este domingo, o al menos no justo a la hora del discurso presidencial. Lo que dice la Constitución es que la cuenta debe realizarse el 1 de junio, pero no establece una determinada hora, por lo que si Violeta llegara a nacer ese día, lo que ha conversado en La Moneda es que se podría atrasar el discurso presidencial un par de horas. Es decir que hay margen de acción. Por eso, hay calma.

El Presidente está emocionado con la llegada de su primera hija. Comentan que habla mucho de “Violeta” —la llama por su nombre— y que estaría leyendo, o al menos pensando en los cuentos que le leerá una vez nacida, qué poemas le recitará, qué música le pondrá. Si bien hay resguardo de dónde nacerá su primogénita, todo apunta a que el parto se llevará a cabo en el Hospital de la Universidad de Chile. Tras su nacimiento, Boric ya comunicó que se tomará los cinco días de postnatal parental.

Cercanos al mandatario recuerdan que los Boric Font fueron familia de acogida, por lo que desde niño Gabriel Boric creció rodeado de otros menores provenientes de residencias del Estado que vivían en su casa temporalmente al cuidado de su madre María Soledad Font. Por lo que su cuidado —ejemplifican, como el cambio de pañales o la alimentación— son tareas que conoce de cerca.

Encuentro familiar

Hasta el viernes, habían confirmado su asistencia a la Cuenta Pública toda la familia del mandatario, a excepción de su madre; es decir: su padre Luis Boric, su hermano Simón con su pareja Fiona Bonati y sus dos hijos, y su hermano menor Tomás. No estaba contemplado que asista Paula Carrasco, dada la etapa avanzada de su gestación.

Como es tradición, para ese día está planificada en Cerro Castillo la foto del Presidente con su gabinete, previo al discurso en el Congreso, y un almuerzo posterior en la casa presidencial de Viña del Mar con sus ministros y sus parejas. Luego la cadena nacional.

Por esto la familia, tal como el año pasado, almorzará en otro lugar cercano. Y es probable que al día siguiente se reúnan con Gabriel Boric en la casa de algún familiar a la hora del té, tal como lo suelen hacer los Boric cuando el Presidente tiene disponibilidad de tiempo.

Cambio de casa

El anuncio lo hizo la semana pasada: Gabriel Boric dejará su casa en el barrio Yungay y se trasladará a la comuna de San Miguel, al barrio El Llano, específicamente la calle Real Audiencia. La compra de la propiedad —evaluada en cerca de $ 500 millones— está en proceso de tramitación  de crédito hipotecario “como cualquier chileno”, dice un cercano. De todas formas, la mudanza se concretaría este año.

¿Por qué San Miguel? Uno, porque los abuelos de Paula Carrasco viven cerca —como el mismo Boric lo dijo públicamente cuando hizo el anuncio—; dos, porque al Presidente le gusta la zona dada su conexión con Los Prisioneros, de quien se reconoce fan; y tres, porque es una zona que los Boric conocen desde niños: cuando venían de Punta Arenas a Santiago frecuentaban San Joaquín, donde vivía la hermana de su abuela materna, en calle Pasaje Veronese. Además solían realizar las reuniones familiares en la Gran Avenida de La Cisterna, ambas comunas aledañas a San Miguel.

¿Legado?

En la interna dicen que el Presidente no está pensando en su legado y que insiste en entregar a su equipo el mensaje de que el Gobierno no se ha acabado y que no hay tiempo para pausas. Pero pocos creen que sea así: en un mes más son las elecciones primarias del oficialismo, y luego ya la agenda entra de lleno en modo electoral para las parlamentarias y presidenciales del 16 de noviembre. Por esto, el discurso del domingo se leerá con esos ojos, inevitablemente.

Entre los más cercanos al Presidente comentan que seguramente su legado estará en la agenda internacional, donde Boric “demostró que siendo de izquierda se pueden defender los DDHH y la democracia”, que no temió en reconocer los abusos en Venezuela, y que ahora ha asumido un liderazgo económico en pro del multilateralismo, hablándole de tú a tú a las grandes potencias.

Para otros de su círculo, este Gobierno será recordado por su normalización después de un periodo crítico social y económico. Lo explican: en lo económico se traduce en la baja de la inflación —en marzo de 2022 era de 9,4%, y la última cifra es de 4,5%, eso sí, enfatizan desde la otra vereda las cifras que entregó Piñera se explican por la pandemia y el retiro de fondos previsionales, impulsados desde el bloque que hoy gobierna—, y en lo social, en que no ha tenido grandes movilizaciones.

Desde la derecha atribuyen esto a que los movimientos sociales como la CUT, la Anef y el Colegio de Profesores están directamente ligados a la izquierda, mientras que en La Moneda lo atribuyen al manejo político y diálogo del Gobierno que se adelanta a las crisis sociales.

La salida de Marcel

La gran duda hoy en La Moneda para los nueve meses que les quedan gobernando es qué pasará con el ministro de Hacienda Mario Marcel, si —como dicen las encuestas— su pareja, la ex ministra del Interior Carolina Tohá (PPD), gana la primaria oficialista del 29 de junio.

Es conversación obligada —y no sólo en La Moneda— el rol que tendría Marcel en la campaña presidencial de la candidata. No tiene fácil quedarse en el Gobierno, dado que la elección coincide con la tramitación de la Ley de Presupuesto, cuya fecha tope es el 30 de noviembre. Boric ha conversado directamente el tema con el jefe de la billetera fiscal, y le ha dicho que de quedarse en Hacienda deberá seguir el instructivo de prescindencia política. Por lo mismo, dicen en La Moneda, la pelota la tiene la pareja.

Lo más probable es que si gana la primaria Tohá, Marcel renuncie.

El ministro sigue siendo un “orejero” del Presidente, aunque sólo en materia económica. En lo político, lo eran Camila Vallejo —que está de postnatal y vuelve a La Moneda en julio— y Tohá, quien dejó el Gobierno en marzo. Para sorpresa de muchos de sus cercanos, la vocera subrogante Aisén Etcheverry (también ministra de Ciencia y Tecnología) se ha convertido este año en una de sus más cercanas consejeras políticas. A ella se suman Carlos Durán, su jefe de gabinete, y su amigo y ex asesor del segundo piso Felipe Valenzuela, quien renunció para apoyar la campaña presidencial de Gonzalo Winter, del FA. Otro que conversa bastante con Boric es Patricio Fernández, y durante estos días, Manuel Guerrero, su ghost writer.