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Le Wagon aterriza en Chile para enseñar a programar

Le Wagon aterriza en Chile para enseñar a programar

Con una red en 40 ciudades, la startup francesa de campamentos de programación está lista para asentarse en Chile.

Por: Marcela Vélez-Plickert | Publicado: Domingo 7 de marzo de 2021 a las 04:00
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Quizás porque nació en París y no en Silicon Valley ni en Sao Paulo, Le Wagon no es una startup típica. Se ha autofinanciado desde el principio, mantiene su equipo fundador y apenas ha variado la oferta de producto. Además, sus fundadores, los hermanos Boris y Romain Paillard, no se envuelven en la mística de "fundadores" o "entrepreneurs", ni aseguran querer cambiar el mundo.

Los hermanos Paillard solo quieren enseñarnos a programar. Fundada hace siete años, Le Wagon se ha convertido en una de las academias más importantes y grandes de programación. Su promesa es enseñar a hacerlo en un curso intensivo de nueve semanas, o en un sistema parcial que dura 24 semanas.

El año pasado, en medio de la pandemia, decidieron realizar una serie A, su primera ronda para levantar capital. Sin gran publicidad, captaron US$ 19 millones. "Siempre hemos sido rentables, desde el día uno. Pero decidimos buscar más recursos, para impulsar nuestro plan de expansión", explica desde Marsella Boris, fundador y CEO.

La estrategia implicó la compra de las franquicias con las que se había desplegado en 38 ciudades fuera de sus campus originales en Francia, además de Berlín y Londres. Esto incluyó la franquicia en Latinoamérica, donde ya operan en Brasil, Argentina, México, y desde diciembre pasado en Chile.

Entre los estudiantes de Le Wagon no es raro encontrarse con profesionales que quieren dar un giro a su carrera, para incorporarse al mundo tech. Ese fue exactamente el mismo camino de Boris Paillard, ingeniero matemático, quien después de trabajar tres años y medio para HSBC decidió que era suficiente.

"Básicamente hacía modelos matemáticos y me estaba dedicando a eso en específico. Mientras, alrededor mío, mis amigos se dedicaban a la tecnología, a lanzar productos de software...", recuerda.

Con "quiero hacer algo en tecnología" como mantra, Boris comenzó a combinar su trabajo con tutoriales gratuitos de programación. Le tomó más de dos años darse cuenta de que su oportunidad no estaba en lanzar la próxima aplicación estrella, sino en enseñar a otros a programarlas. "Siempre me ha gustado enseñar. Incluso cuando estaba trabajando en el banco, era a mí a quien enviaban a explicar los modelos matemáticos que usábamos a otros grupos, en otras oficinas", describe.

Sus primeros alumnos fueron sus compañeros de departamento, quienes estaban desarrollando sus propios emprendimientos. Luego le siguieron desconocidos que se inscribían en sus talleres de corta duración. Pero Le Wagon no nació hasta que convenció a su hermano Romain de que había un mercado para enseñar a programar en cursos cortos e intensivos.

Romain dejó su carrera como abogado y se lanzó de llenó a la idea. El equipo se completó con Sébastien Saunier, ingeniero informático, que aportó la experiencia práctica y es hasta hoy gerente técnico de la empresa.

Lejos de las bambalinas y valoraciones astronómicas de Silicon Valley, desde su creación en 2013 Le Wagon ha crecido lento pero a paso continuo. Hasta entonces, los campamentos de programación eran ya populares en EEUU. Pero no había ninguno en Europa. Le Wagon comenzó con un grupo de 16 estudiantes; los pioneros, muchos de ellos siguen en contacto con los fundadores. De las startups creadas por los graduados de Le Wagon, 146 están operativas y creciendo.

Según cálculos de Sebastián Buffo, cofundador del capítulo Latam, un tercio de quienes participan en los cursos son programadores, los demás son profesionales interesados en comunicarse mejor con la parte técnica de sus empresas. ¿Puede cualquiera aprender a programar? Boris cree que sí, "en un cierto nivel", agrega.

Desde el año pasado, Le Wagon sumó a su oferta un campamento de análisis de datos, porque creen que la demanda por la automatización de información y aprendizaje de máquinas ha crecido también en Latinoamérica.

El primer curso de Le Wagon en Chile comenzará en mayo. Pero este mes habrá ya un primer graduado, quien se unió al curso virtual que se ofreció en Latinoamérica, después de que la pandemia obligar a cerrar las clases presenciales.

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Funcionarán en el país con su oferta directa de cursos, pero también a través del plan Talento Digital, que ejecutan Fundación Chile y Fundación Kodea.

Cuando se les pregunta a los fundadores de startups sobre los planes para sus aplicaciones y empresas, la mayoría delinea grandes objetivos. De nuevo, los Paillard son la excepción. Aumentar sus alumnos de 3.500 en 2020 a 5.000 este año y a 10.000 en 2023, es la prioridad; y fortalecer su oferta a empresas, universidades y organizaciones, área de la que se encarga personalmente Romain.

"Podríamos crecer más rápido, saliéndonos del modelo que hemos creado. Pero no vale la pena", sentencia Boris.

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