Apegándose al teleprompter y hablando en un tono más comedido que el que emplea en sus mitines, Donald Trump empezó su discurso de investidura pronosticando que “la edad de oro de América comienza ahora mismo” y prometiendo que Estados Unidos “florecerá y será respetado de nuevo en todo el mundo”.

Pero el discurso de este hombre de 78 años, el más largo pronunciado por un presidente estadounidense entrante en casi un siglo, pronto se desvió hacia los ataques a su predecesor Joe Biden y las amenazas de deshacer gran parte de su legado con una serie de órdenes ejecutivas.

Aquí algunos de los pasajes clave:

1. “Durante todos y cada uno de los días de la administración Trump, pondré muy sencillamente a Estados Unidos primero”.

Esta fue una de las varias líneas del discurso que sacaron aplausos. Tomada casi palabra por palabra del primer, y famoso, discurso inaugural de Trump hace ocho años.

Trump también renovó su crítica al “establishment”, del que dijo que había “extraído poder y riqueza de nuestros ciudadanos mientras los pilares de nuestra sociedad yacían rotos y aparentemente en completo deterioro”. 

Mientras cuatro de los cinco hombres más ricos del mundo y varios jefes de empresas se encontraban entre las personalidades que presenciaban el acto en asientos situados a pocos metros.

Aunque la retórica de Trump no fue tan siniestra como su discurso de investidura de 2017, “la carnicería americana”, el presidente aprovechó varias oportunidades para atacar el historial de Biden.

“Ahora tenemos un gobierno que no puede gestionar ni una simple crisis en casa, mientras que al mismo tiempo tropieza con un catálogo continuo de acontecimientos catastróficos en el extranjero”, dijo.

También criticó a “un gobierno que ha dado financiamiento ilimitado a la defensa de fronteras extranjeras”, en una referencia apenas velada a la ayuda estadounidense a Ucrania.

2. “Ahora tenemos un gobierno que (...) no protege a nuestros magníficos ciudadanos estadounidenses respetuosos de la ley, pero que proporciona santuario y protección a criminales peligrosos”.

Trump hizo una dura campaña para la Casa Blanca el año pasado, afirmando que los inmigrantes que llegaban a través de la frontera sur estaban convirtiendo a EEUU en un “país ocupado”. Volvió a insistir en este tema en su discurso de investidura.

Trump afirmó que las políticas de inmigración de la administración Biden habían proporcionado “santuario y protección” a delincuentes, incluidos “muchos procedentes de prisiones e instituciones psiquiátricas que han entrado ilegalmente en nuestro país desde todo el mundo”.

El nuevo presidente prometió “comenzar el proceso de devolver a millones y millones de extranjeros criminales a los lugares de los que proceden”. Dijo que enviaría tropas a la frontera sur para repeler una “invasión”.

3. “Perfora, nene, perfora”

Algunos de los comentarios de Trump apuntaron a políticas específicas diseñadas para complacer a varias facciones dentro de su amplia coalición.

Se ganó un aplauso entusiasta al decir que firmaría órdenes ejecutivas para ampliar la exploración de petróleo y gas en EEUU -explotando el “oro líquido” de Estados Unidos-, una medida que, según él, reducirá drásticamente los precios de la energía y hará retroceder la inflación. 

Mientras hablaba en la Casa Blanca, dijo que también retiraría a EEUU del pacto climático de París.

En otro momento, Trump dijo que mantendría su “sagrada promesa a nuestros grandes trabajadores del automóvil estadounidenses”, eliminando el mandato de los vehículos eléctricos -aunque EE.UU. no tiene ninguna ley que obligue a la gente a comprar vehículos eléctricos- y prometió imponer aranceles a otros países “para enriquecer a nuestros ciudadanos”.

El presidente también respaldó el plan de colonización de Marte, promovido por su mayor apoyo financiero, Elon Musk, una misión que el gobierno estadounidense había considerado una distracción para volver a visitar la Luna.

4. “Nos han tratado muy mal desde este tonto regalo que nunca debió hacerse, y se ha roto la promesa que Panamá nos hizo”

A mitad del discurso, Trump desgranó una lista de promesas excéntricas. Dijo que Estados Unidos cambiaría el nombre del Golfo de México “por el de Golfo de América” y que el monte más alto de Norteamérica, el Denali de Alaska, volvería a llamarse Monte McKinley, en honor del ex presidente que “hizo muy rico a nuestro país con aranceles y con talento”.

Dijo que EEUU “recuperaría” el Canal de Panamá, que Washington regaló al país centroamericano en 1978.

“El propósito de nuestro acuerdo y el espíritu de nuestro tratado han sido totalmente violados”, dijo Trump. “A los barcos estadounidenses se les está cobrando gravemente de más y no se les está tratando de forma justa de ninguna manera”, añadió, antes de afirmar falsamente -delante del vicepresidente de China, que estaba presente- que Pekín estaba “operando el Canal de Panamá”.

5. “Fui salvado por Dios para hacer América grande de nuevo”

Un sentido de destino mesiánico y un toque de reivindicación fueron rasgos destacados del largo discurso de Trump.

“Aquellos que desean detener nuestra causa han intentado arrebatarme mi libertad y, de hecho, arrebatarme la vida”, dijo Trump. Se refirió al mitin de julio en Pensilvania, cuando “la bala de un asesino me atravesó la oreja”. “Sentí entonces y creo aún más ahora que mi vida fue salvada por una razón”. 

El primer delincuente convicto que ocupa la presidencia también arremetió contra las diversas causas penales abiertas contra él en los últimos años, prometiendo que “se pondrá fin al armamento vicioso, violento e injusto del Departamento de Justicia y de nuestro gobierno”.

Aunque no repitió su falsa afirmación de que había ganado las elecciones de 2020, Trump dijo que su victoria en noviembre era “un mandato para revertir completa y totalmente una horrible traición”.