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La fundación que acompaña a adolescentes con embarazos vulnerables en Kenia
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Tanques de oxígeno vacíos en salas de incubadoras y madres que sólo veían como opción abortar, son parte de la realidad que conocieron las enfermeras matronas chilenas Fernanda Almarza y Antonia Villablanca en 2015, cuando iniciaron un voluntariado en un hospital de cáncer en Kenia. En esa misma época conocieron a Domitla Ayot, una keniata de 74 años que con sus escasos recursos acogía madres con embarazos vulnerables.
Hace un tiempo se cambiaron a una casa con luz eléctrica y agua en el centro de acogida. Ahí han tenido un tremendo desafío para enseñarle a las madres residentes a usar el excusado, interruptores y duchas. Han tenido que generar conciencia en los jóvenes acerca del uso y cuidado del agua, electricidad y gas; bienes que antes no tenían disponibles.
Hace unos meses se enteraron que la cuenta de la luz no paraba de subir. No entendían porqué, un eléctrico las visitó varias veces y no logró encontrar la falla. Hasta que hace unas semanas llegaron a la razón: muchas madres decían que no podían almorzar a la hora pronosticada, y por lo tanto, subían al segundo piso, donde hay un microondas que solo se usa para emergencias y calentaban sus comidas.
“Nunca habían visto uno de esos ni menos habían calentado de esa manera un plato”, relata Bustos.