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¿Quiénes conforman la nueva primera línea de salud contra el Covid?

¿Quiénes conforman la nueva primera línea de salud contra el Covid?

Dentistas haciendo PCR, kinesiólogos en las UCI y extranjeros sin convalidación, son algunos ejemplos de profesionales de la salud que se han reinventado para sumarse a la contingencia sanitaria.

Por: Sofía Nazal | Publicado: Domingo 18 de abril de 2021 a las 04:00
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Los funcionarios de la salud son la base para combatir el Covid-19, sin ellos el sistema se cae. Hasta fines del año pasado, 37 mil trabajadores de este sector se contagiaron y un 25% tuvo que pedir licencia médica, dejando así un déficit de personal en los hospitales y clínicas, los cuales cada día se ven más sobrepasados. Hoy, las cifras son áun más preocupantes: más de 52 mil expertos del area de la salud se han infectado.

Frente a esto, quienes están a la cabeza de centros asistenciales -y desde el propio gobierno- han hecho un llamado para suplir esta vacancia con profesionales que en otras circunstancias, no estarían en primera línea batallando en la emergencia: dentistas trabajando en trazabilidad, kinesiólogos en las UCI y estudiantes al cuidado de personas, son solo algunos ejemplos que se repiten a diario.

Kinesiólogos: dejando atrás la rehabilitación

Valentina (26) salió hace solo un año de la Universidad del Desarrollo, y ya ha sido llamada dos veces por parte del Estado para trabajar como personal de refuerzo covid. Luego de la primera ola se había dedicado a trabajar en uno de sus emprendimientos, pero una vez que los números volvieron a subir en marzo, la volvieron a contactar para trabajar como kinesióloga en la UCI del Hospital Padre Hurtado. No lo dudó y volvió.

Cuenta que el requerimiento de personal es alto, y por eso se ha enfocado solamente a tratar pacientes hospitalizados, a pesar de que su experiencia es la neonatología. Gracias a su trabajo en la primera ola hoy siente que tiene herramientas para enfrentar la situación -asiste a internados UCI-, pero reconoce que al principio no fue fácil: “Yo creo que nadie se siente preparado para estas cosas, desde el año pasado uno va aprendiendo dentro de la marcha, en un principio no sabíamos cómo se manejaban estos pacientes y de a poco lo logramos, entre ensayo y error”, afirma.

Una de las áreas que se ha hecho más popular dentro de los kinesiólogos es dedicarse a hacer test PCR, los cuales se han convertido en una práctica esencial al minuto de lograr una buena trazabilidad de los casos. Carolina (37), se dedicaba a hacer rehabilitaciones de kinesiología en Kineself, pero con la llegada del Covid esto cambió: hoy se dedica a hacer test PCR a domicilio en Santiago de manera particular. Cuando comenzó la pandemia y entre sus colegas comentaron que iban a necesitar personal de salud, se capacitó en el laboratorio Tested, sin imaginar el gran rol que jugaría: realiza cerca de 20 pruebas diarias.

Reconoce, eso sí, que ha sido complejo en el ámbito personal. “Es difícil. He tenido que adaptarme a una nueva forma de tratar a las personas y enfrentarme al riesgo de infectarme a mí o a mi familia por la exposición existente al virus. Pero es un proceso de adaptación enriquecedor y desafiante”, relata. Para ello se protege con mascarillas, guantes, protector facial, cubre pies y overol desechable, uniforme que debe cambiar tras cada visita.

Casos como el de Javiera Tela (25), estudiante de Medicina de la U. Mayor, también se repite. Ella se sumó a la emergencia enrolándose en un consultorio en Isla Maipo y, según cuenta “el año pasado los centros evitaban que internos vieran casos Covid, pero si seguimos protocolos, no hay riesgo. Aunque nos insistieron en que esto era voluntario, es imposible decir no”.

Dentistas: de consultorios a escritorios

Dentro de la industria, una de las áreas que se vio más afectada fue la odontológica. Algunos profesionales se reinventaron haciendo trazabilidad, otros tests PCR y algunos ayudando en los puntos de vacunación: quedarse de brazos cruzados no era opción.

Javier (40 años), trabaja en el Hospital de Puerto Montt y en el Hospital de Calbuco, pero sus tareas diarias han cambiado. Frente a la pandemia se le presentó una dicotomía, quería seguir trabajando y ayudando, pero no podía con sus tareas normales. “Quedé de manos atadas frente a la pandemia y sabíamos (como dentistas) que teníamos que reconvertirnos”, afirma. Primero se dedicó a trabajar ordenando la parte administrativa del hospital y llamando para dar los resultados de los test PCR, pero luego comenzó a hacerlos él y finalmente pasó a tomar muestras de lo que fuera necesario.

“No todos estaban dispuestos a hacer este cambio, fue harta conversación con los colegas, de quiénes se atrevían a hacer esto. Las nuevas tareas nos mueven de nuestra zona de confort. A pesar de que tomar un examen podría ser mucho más fácil que sacar un diente”, afirma.

Matías (29) estudió odontología en la Universidad de Chile, pero hoy se encuentra sentado en un escritorio aportando desde un área que nunca pensó que iba a aportar: trazabilidad. “Tengo súper poco claro (cómo llegué a trabajar en esto), en algún minuto recuerdo haber enviado a un par de correos del ministerio mi CV (…). Meses después me enviaron un correo un viernes del 2020 a las 6 pm, diciendo que había quedado aceptado en un trabajo en la Seremi de salud, no me dijeron si era para seguir casos, para asistir en una residencia o aduanas sanitarias… me presenté ese lunes en el lugar y terminé aquí”.

Así partió un camino fuera de lo clínico. Hoy llama a personas para darles los resultados positivos y seguir a sus contactos estrechos; luego genera un informe que va a la Seremi: “No me imaginé trabajando en esto, todas las personas que entramos a una carrera de salud lo hicimos con una idea de la profesión que tiene que ver más con lo clínico”. Tuvo que aprender sobre manejo de planillas de Excel, datos, y a relacionarse con otros profesionales de la salud. Pero se llevó una grata sorpresa: “Todos nos pudimos reinventar, teníamos las competencias profesionales para poder hacer el trabajo que fuera necesario. A pesar de que había temas que no veíamos desde pregrado, pudimos adquirir conocimiento rápido,” afirma.

“Cualquier profesional de la salud debe tener claro que a veces las necesidades de las personas no son tanto en la parte clínica, pero eso no quiere decir que no seamos útiles en otras cosas, sobre todo en este contexto de pandemia, donde hay mucho que aportar”.


Extranjeros: la circular que abrió facultades extraordinarias

Antes de la crisis, cuando algún especialista de la salud llegaba a trabajar a Chile era necesario convalidar la carrera para poder ejercer en el país. Pero con la pandemia, toda ayuda fue bien recibida. A fines del año pasado la ley Nº21.274 permitió que durante los próximos 2 años los médicos cirujanos extranjeros puedan ejercer su labor (sin la necesidad de rendir el examen para revalidar el titulo en Chile) en el sector público de salud dentro del territorio nacional.

Frente a esto hoy tenemos especialistas extranjeros que trabajan día a día en esta contingencia. Edgar (28) llegó desde Maracay, Venezuela, hace un año y medio y hoy es médico en el servicio de urgencia respiratoria en el Hospital Regional de Antofagasta: “Al principio es un reto trabajar en un país que no es el de uno, a tantos kilómetros de distancia, pero es un desafío que decidí tomar. Entre ejercer acá y allá hay un abismo impresionante en cuanto a los recursos que puedo tener (…), es reconfortante hacerlo porque tenemos más herramientas para ayudar a los pacientes”.

El director del hospital, Enrique Bastías Nieto, dice “que haya personal que venga de otras latitudes lo único que hace es engrandecer que hoy día la sociedad está globalizada. Nuestros fondos y nuestro fin es que tengamos las dotaciones para poder atender a la población y que obviamente esté en la mejor forma calificada y a la vez capacitándolos y dándoles la oportunidad para que rindan sus exámenes y puedan estar acreditados en Chile”.

Algunos de los extranjeros sí sienten un peso extra al trabajar. “Yo trato de esforzarme el doble por hacer las cosas bien y por ofrecer siempre lo mejor de mí, los extranjeros siempre van a ser vistos de una forma distinta, sin caer en términos de discriminación y xenofobia,” afirma Edgar.

Y agrega: “Nosotros vamos a intentar hacer las cosas dos veces mejor, incluso perfecto, y vamos a estar siempre esforzándonos en hacer nuestro trabajo bien y dejar nuestro país en alto, para que todos puedan observar que realmente somos un aporte y somos necesarios, que no tratamos de desplazar a nadie, sino más bien aportar y ser integrados en el sistema de salud chilena”.

Lolimar (46), también de Venezuela, llegó en 2018 a Chile. Tiene 16 años de experiencia como médico infantil y hoy trabaja en el Hospital Regional de Antofagasta en Urgencia Pediátrica. Según cuenta, lo más importante es manejar el estrés que se vive a diario en los centros de salud, y transmitir a la población que el autocuidado es clave: “Se vive una situación muy preocupante. Cada vez son más casos. Ningún cuidado es suficiente. Extrañamos nuestra vida cotidiana, pero el Covid vino a cambiar nuestras vidas para siempre”, concluye.

El Barrio Yungay a 30 meses de la llegada de Boric

DF MAS hizo un recorrido por el sector para retratar cómo se relacionan los vecinos con el mandatario y ver el impacto que ha tenido su llegada en el turismo y la seguridad. “Al lado del Presidente estamos bien. Pero si me paso una o dos cuadras de esta esquina, me roban el celular”, comenta una residente del sector.

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La exigencia de cédula de identidad chilena para entrar al recinto se transformó, en pocos días, en un grave incidente que terminó con tres personas heridas por un arma de fuego. Ambos hechos ocurrieron en menos de una semana en un lugar que es clave para el comercio nacional y que, dicen quienes trabajan ahí, ha sido paulatinamente olvidado por el Estado.

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