Opinión
J.J. Jinks: "La soledad del Presidente en estos días ha sido absoluta y total"
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Pocos se han atrevido a elaborar seriamente sobre qué es lo que debió haber hecho Sebastián Piñera post estallido de octubre y esto ha ocurrido no porque se haya pensado o discutido poco sino más bien porque nadie o casi nadie tiene mayor claridad al respecto.
No faltan los que se quedan pegados en frases hechas y bastante demodé del tipo “faltó ponerse los pantalones”, sin precisar cómo era la siguiente jugada en medio del caos de orden público que se vivía en esos días.
Lo que sí es bastante evidente es que el presidente Piñera tampoco sabía qué hacer. Un par de frases poco felices y la repartija de unos bonitos fue su primer instinto, pero el país necesitaba contención, reflexión y alguien que fuese capaz de navegar a oscuras y sin instrumentos.
No era nada fácil, más bien muy difícil, y no sabemos si Lagos o Bachelet hubiesen podido salir mejor del atolladero (uno intuye que sí), pero el maletín de herramientas de Piñera estaba vacío frente al problema que enfrentaba y así le fue. Y así nos fue.
He recordado esos momentos durante esta semana, donde en un cruel paralelismo y guardando todas las distancias se ha visto al presidente Boric totalmente superado por las circunstancias. Frente a la seguidilla de asesinatos de Carabineros, el gobierno perdió el precario control de la agenda y se le vino un vendaval encima.
Los múltiples tuits y videos de los compañeros de ruta del Presidente más los suyos propios, que no son pocos, salen y salen a relucir minando la credibilidad y confianza de la población. Para qué decir la herida supurante autoinfligida de los indultos que lo acompaña y acompañará como un espectro que recuerda a diario dónde está su corazoncito. Todo esto aderezado por una oposición que en esta materia, a diferencia de muchas otras, es bastante eficaz a la hora de hacer ver incoherencias y cobrar cuentas pasadas.
Lo vivido en el Parlamento recuerda también los meses posteriores al estallido. Una mayoría arrolladora terminó aprobando en la Cámara de Diputados leyes que dormían el sueño de los justos, que buscan endurecer penas y dar mayor autonomía a las policías. Si alguien osó cuestionar alguna disposición fue acallado sin piedad, no había tiempo para exquisiteces, había que saciar a esa opinión pública que demandaba movimiento.
Es altamente probable que haya una serie de consecuencias no pensadas (suele ocurrir cuando no se medita) en las leyes aprobadas, pero no importa, bandera chilena y foto es lo buscaban los diputados y diputadas. Foto tuvieron.
La soledad del Presidente en estos días ha sido absoluta y total. Apruebo Dignidad (qué nombre, mamita) votó en contra o se abstuvo en la Cámara dejando a Boric al descampado, poniéndolo en un serio riesgo de desfondarse por la izquierda si ese sector se siente traicionado.
Hasta la fecha hay un apoyo duro en torno a su votación en primera vuelta (25%) que ha resistido todos y cada uno de esos embates. Eso puede cambiar como cambió para el exPresidente Piñera cuando la izquierda lo criticaba por duro y la derecha por blando.
No está fácil salir del embrollo en que se encuentra metido el Presidente Boric, especialmente porque su maletín de herramientas en lo que es la principal preocupación del país lo tiene total e irremediablemente vacío.