Opinión
La columna de J.J.Jinks: "Hay espacio para la ilusión con las señales entregadas desde la CGR por doña Dorothy"

La columna de J.J.Jinks: "Hay espacio para la ilusión con las señales entregadas desde la CGR por doña Dorothy"
De la mano de Dorothy y su camino amarillo parece haber una oportunidad única de hacer una liposucción relevante al Estado, al menos en lo que a fraudes se refiere.
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En 1940 Winston Churchill llega a ser primer ministro de un Reino Unido quebrado internamente frente a la amenaza de Hitler. Fue el tesón, la astucia y la valentía encarnada en Churchill la que les permitió a los británicos no sólo sobrevivir, sino que además ser parte relevante del bando triunfante. Pocas veces ha sido más claro cómo la decisión de un solo hombre pudo más que todos los conciliábulos y acomodos de toda una clase política apanicada frente a lo que parecía una desgracia marcada en la historia.
Guardando las debidas proporciones -frente a la gesta de la Segunda Guerra todo parece minúsculo- hay otros casos de hombres y mujeres que han cambiado el destino de sus naciones en distintos planos y lo han hecho a partir de un profundo convencimiento personal.
Margaret Thatcher sacando a la pérfida Albión del marasmo del socialismo encubierto a punta de un liderazgo férreo e inclaudicable en favor del capitalismo. Más cerca y más actual, lo logrado por Bukele en El Salvador controlando en forma sorprendente una situación criminal totalmente desbordada, hoy seriamente cuestionado por una deriva autoritaria o derechamente dictatorial que empaña seriamente sus logros anteriores.
También está Milei y su motosierra: con todas sus imperfecciones que no son pocas, parece haber enderezado un buque que iba hace años derecho a chocar con el iceberg. Queda mucho por escribir de esa historia, pero lo que no se puede dudar es que hoy hay esperanza al otro lado de la cordillera, anclada en la locura del Javo.
Una persona que decide hacer las cosas en forma diferente a como se venían haciendo. Sólo una. Por eso, sin caer en la borrachera de hacer paralelos absurdos, hay espacio para la ilusión con las señales entregadas desde la CGR por doña Dorothy. Nada ha cambiado con respecto al ochenio de Bermúdez en la testera de la Contraloría salvo que Dorothy decidió hacer lo que hasta ahora no se había hecho.
Sin recurrir a inteligencia artificial ni a grandes sofisticaciones cruzó un par de bases de datos para dejar al desnudo al Estado de Chile. En pocos días hemos conocido millares de fraudes, algunos de ellos han terminado en despavoridas renuncias, mejor huir antes que un sumario les impida usufructuar más de la teta estatal.
La ilusión está depositada en que no sólo se forman comisiones -insólita primera reacción del Gobierno- sino que por primera vez están pasando cosas. De la mano de Dorothy y su camino amarillo parece haber una oportunidad única de hacer una liposucción relevante al Estado, al menos en lo que a fraudes se refiere. Fortalecida en su capital político luego de transparentar el turismo con licencia médica, todo hace indicar que la contralora seguirá apretando en las semanas y meses que vienen.
Es esperable que donde ponga el dedo saldrá pus y por lo tanto la intocabilidad del funcionario público se verá puesta en cuestión. Algo que hasta hace semanas parecía un imposible, daba lo mismo quién gobernara al Estado, no había con qué darle. Esta vez no se trata de golpear al oficialismo o a la oposición, pues en la indecencia están todos en el mismo bote. Dorothy puede salvarnos. Una mujer sola con su decisión.