“Me han invitado, porque yo trabajo con el grupo asesor de Donald Trump desde hace más de siete años”. Esa fue la breve explicación que el chileno-alemán Sven von Storch (54) dio a radio Bío-Bío antes de viajar a Washington el 17 de enero para asistir con invitación a la ceremonia de asunción del Presidente norteamericano, que se realizaría tres días más tarde.

Inquirido por la radio sobre su labor con el mencionado grupo, agregó que lo hacía de manera independiente y se enfocaba “tanto en las políticas y estrategias relacionadas con Europa y Alemania, así como la Unión Europea, además de las relacionadas con Sudamérica, en el caso concreto de lo que va a ser con Chile”.

Siguió informando en sus redes sociales, especialmente en X, respecto de ese viaje a la capital de EEUU, donde estuvo hasta el 22 de enero. Allí subió fotos y videos de su llegada a la ciudad y del show previo a la ceremonia, donde se ve bailando al ritmo de la canción YMCA, de Village People.

“Trump está de vuelta. La esperanza, las oportunidades y la lucha por nuestra libertad han regresado. Es posible, es hora de la acción”, escribió en sus mensajes. A su lado aparece su esposa, Beatrix, actual diputada en el parlamento alemán por el partido ultraconservador Alternativa para Alemania (AfD), el mismo que en las elecciones del pasado domingo fue el segundo grupo político más votado, con el 20% de los sufragios, el doble de lo conseguido en los comicios de 2021. 

En su cuenta en esos días también hay posteos de reuniones posteriores en Washington, donde Von Storch aparece sonriente y abrazado a personas de quienes dice sentirse cercano, como el español Santiago Abascal, de Vox, e históricos asesores de Trump que considera “mis viejos amigos”, como Roger Stone, Jason Miller y el polémico Steve Bannon, estratega que ayuda a movimientos políticos de derecha y extrema derecha, incluida la AfD. Una cercana en Santiago cuenta que “Sven llegó de Estados Unidos cansado, pero muy feliz. Fue todo intenso, pero muy espectacular”.

Cuesta seguirle la pista a Von Storch. Se escabulle. Él prácticamente no habla con la prensa; sólo postea en sus redes sociales -con muchos de los mensajes en alemán- o escribe en páginas de Internet que él administra. No respondió ninguno de los mensajes de DF MAS. 

Así, su historia hay que armarla como un rompecabezas, reuniendo piezas desperdigadas por aquí y allá -en notas de prensa, en testimonios de quienes hablan pero no quieren dar sus nombres, en videos que él mismo ha colgado en la web- para reconstruir sus pasos y sus pensamientos. Y es, por supuesto, una historia donde hay rumores y versiones encontradas, que van desde cuán profunda es su cercanía con líderes internacionales de la derecha dura, como el mismo Trump o el expresidente brasileño Jair Bolsonaro, hasta si realmente fue asesor clave de José Antonio Kast en su última candidatura, tema que incluso dentro de Republicanos causa controversia: algunos dicen que sí; otros lo niegan de forma tajante. 

En el show previo a la asunción presidencial de Trump.

El padre de Sven, Berndt von Storch, emigró desde Alemania después de la Segunda Guerra Mundial, cuando el campo familiar en la zona de Mecklenburgo, en el noreste del país, fue expropiado por los soviéticos. Berndt era un hombre joven y empezó una vida como agricultor en Osorno, en el sur chileno. Allí conoció a su esposa, Antje Kruger, también alemana. Y allí nacieron sus cuatro hijos, todos hombres. El menor es Sven. 

Años después, el hijo mayor, Klaus von Storch -oficial de la FACH, piloto de combate e ingeniero aeroespacial-, ganaría cierta connotación pública a comienzos de los ‘90 cuando fue elegido para convertirse en el primer astronauta chileno en ir al espacio en 2003, en una cápsula que se acoplaría con la Estación Espacial Internacional (EEI), pero el proyecto finalmente no se concretó.

Sven terminó el colegio en Osorno y se fue a estudiar administración de empresas a Alemania. Allá, en los ‘90, conoció a Beatrix von Odelburg, quien provenía de una familia aristocrática del norte alemán y cuyo abuelo materno había sido ministro de Finanzas de Hitler. Iniciaron una relación y se casaron en 2010. Algunas publicaciones dicen que fue en un castillo en Eutin.

La pareja, que desde el inicio compartió ideas ultraconservadoras respecto de una amplia gama de temas -la migración, el matrimonio entre parejas del mismo sexo, el feminismo, la visión crítica a organizaciones globales como la ONU o el FMI-, empezó a crear una red de contactos afines con sus pensamientos, que se vio coronada cuando se fundó el partido de extrema derecha AfD en 2013.

Bajo esa fuerza política, Beatrix -abogada, que después de casada ocupa el apellido de su marido- fue electa para el parlamento europeo en 2014 y tres años después ganó como diputada por Berlín para el Bundestag, cargo en el que acaba de ser reelecta.

En una conversación en 2021 con el exdiplomático Enrique Subercaseaux, quien lo invitó a su programa en internet En portada, Von Storch explicaba que entró tempranamente en la política. Que hablaban del tema en su familia y recordó conversaciones que se daban en el Café Waldis (hoy Café Central) en el centro de Osorno, con discusiones políticas con altura intelectual. Cosas como esas, decía, él las extrañaba.

Habló también largo sobre José Antonio Kast, que ese 2021 era candidato presidencial. “Es el único que podría ser tomado en serio por la comunidad internacional, por los aliados de la libertad”, afirmaba. Lo consideraba alguien que tenía claro que había que proteger el Estado nación y relevar temas como las fronteras y la migración.

“Es el único que entiende todo esto. Por eso voy a votar por él”, anunciaba, convencido. “Será traer Chile de vuelta a las manos de los chilenos”. Recordaba con afecto a la familia de Kast, nombraba a Pía, la esposa del candidato. Y se despedía en cámara haciendo con las manos una V y luego una K; “Victoria a Kast”, explicaba.

Notas de prensa de esa época consignan que Von Storch era asesor cercano de Kast en su última campaña presidencial. Que tenía un vínculo directo con él. Que lo aconsejaba sobre temas internacionales. Incluso diarios extranjeros hablaban de ello. O Globo, en una nota titulada Empresario casado con diputada de extrema derecha alemana es la conexión entre Bolsonaro y Kast, de diciembre de 2021, contaba que Von Storch actuaba en los bastidores de la campaña del entonces candidato republicano como su asesor.

Según fuentes consultadas por el periódico brasileño, se conocían hace años y él habría sido el link de Kast con Jair Bolsonaro. En julio de ese año, de hecho, Von Storch y su esposa habían visitado al mandatario de Brasil en el Palacio de Planalto, en una reunión fuera de la agenda oficial y que despertó críticas en círculos incómodos con polémicas declaraciones anteriores de Beatrix. 

Desde el entorno de Kast en el partido desechan por completo una conexión entre él y Sven von Storch: insisten en que jamás ha sido asesor de Kast ni del partido, ni de manera directa ni indirecta. Sin embargo, algunos militantes, bajo anonimato, discrepan de esa versión: comentan que en Republicanos sí lo conocen, pero que no tuvo participación activa en el grupo, sino que la relación era siempre con Kast. “Es como Dios; todos saben que existe, pero nadie lo ve”, grafica un miembro del partido. Von Storch, en todo caso, nunca se ha referido específicamente al tema ni lo ha aclarado.

Sí llama la atención que muchos cercanos al partido, después de escuchar su nombre, no responden más o eluden el tema. Prácticamente todos dicen no tener su teléfono ni saber cómo contactarlo. “No tenemos nada que ver con ese señor”, señala un cercano a Kast. Como si Von Storch fuera hoy un personaje incómodo para ese mundo. Alguien que preferirían olvidar. Y eso podría tener una razón: un video que él subió a redes sociales el 2 de noviembre de 2023. Que cayó como una bomba. 

Alojado en el canal de YouTube CLV Enigma, el video de cinco minutos muestra a Von Storch lanzando duros términos contra quien apenas dos años antes elogiaba. Su molestia era por el apoyo que el líder republicano dio al segundo proceso constitucional.

“Quiero disculparme por haber apoyado a José Antonio Kast en el pasado, y retirar públicamente mi apoyo a él (…). Frente a sus comentarios y posiciones en las últimas semanas y meses, siento vergüenza de haberlo apoyado (…). No sólo ha traicionado a sus electores, sino también ha realizado un fraude político con todos los chilenos al dejar de defender la Constitución de Chile y apoyar una nueva Constitución fake”, dice en su monólogo. Lo acusaba de haber cambiado de bando, “uniéndose directamente a los planes, acciones y activistas promocionados por los actores externos neomarxistas y globalistas”.

El video fue reproducido en distintas plataformas, desde YouTube a TikTok. El diputado Gonzalo De la Carrera -quien había sido expulsado de la bancada de Republicanos en 2022- lo posteó en X, con este mensaje: “Sven von Storch, íntimo ‘ex amigo’ de Kast. Nexo con Europa. Sonaba como futuro canciller de Kast. Escúchelo”. Tuvo 528 comentarios, muchos criticando al parlamentario por remarcar divisiones en la derecha.

Cercanos a Von Storch coinciden con él en su molestia con Kast y Republicanos. Varios reconocen sentirse hoy cercanos a Johannes Kaiser, incluso algunos se han inscrito en su recién creado Partido Nacional Libertario.

“No sé si Sven ha conversado ya con él. Se conocen sí, porque Johannes estaba en Republicanos. Es claro que Sven hoy siente sintonía con su línea, que es la única posibilidad para salvar a Chile”, comenta una profesional en permanente contacto con Von Storch. Desde el entorno de Kaiser, sin embargo, son parcos para referirse a él: “Hemos escuchado su nombre, pero no lo conocemos personalmente”. Otros dicen que ni siquiera lo conocen.

Von Storch estuvo en enero y febrero en su natal Osorno. Allí regresó después de su viaje a Estados Unidos. Suele pasar una parte del año en el sur chileno -donde aprovecha de estar con su madre- y el resto en Berlín, junto a su mujer, para ejercer sus labores de comunicación estratégica, lobby y difusión. Regresó este lunes 24 en la noche a la capital alemana. Sabe que habrá trabajo recargado: su mujer enfrenta un nuevo periodo como diputada en el parlamento alemán, mientras la AfD -después de las elecciones- sigue aún encendida de radical entusiasmo.