“Fue una de las cosas que en campaña me decían, que no vivía en la comuna, y me decían ‘el afuerino’. Estoy a 10 minutos en auto. Y si me tomo la micro, la 618, estoy en 20 minutos. Me deja justo acá”, cuenta Maximiliano Luksic, 37 años, quien hace exactos seis meses asumió como alcalde de Huechuraba, dejando atrás una vida laboral en el sector privado. Su última parada fue la dirección ejecutiva de Canal 13, la estación televisiva de propiedad de su padre, Andrónico Luksic Craig, hoy retirado de los negocios, y quien por años fue uno de los líderes del Grupo Luksic.

En la oficina edilicia de Max Luksic, hay mapas, todavía marcados en rojo, de los recorridos que hizo durante la campaña para llegar al sillón alcaldicio. Y un cuadro mandado a hacer hace años con una frase de su abuelo, Andrónico Luksic Abaroa -que se trajo de su oficina en Canal 13-, y que sacará a relucir durante esta entrevista.

- ¿Puso en marcha un modelo Luksic en la alcaldía?

- Más que un modelo Luksic, vinimos a hacer un trabajo de gestión. Es el fuerte que tenemos nosotros. Ocupar bien los recursos, gestionarlos bien y, por supuesto, la transparencia. Son los dos puntos más importantes. Que los recursos lleguen a los vecinos, que estén bien gastados en ellos. Si uno categoriza, ¿cuáles son las prioridades de la comuna? El número uno es seguridad. Dos, salud. Tres, oportunidades, todo lo que sea laboral. Y cuatro, conectividad. Por supuesto que educación y vivienda también son importantes.

Luksic parte enumerando algunos de los cambios y mejoras que ya ha podido materializar. En seguridad, la creación de una central de seguridad nueva, un nuevo edificio de seguridad al medio de la comuna, aún no inaugurado oficialmente, pero sí ya en funcionamiento. Y si antes tenían seis vehículos y 14 funcionarios, subieron a 19 vehículos -15 autos y cuatro motos- y 54 funcionarios, con la expectativa de llegar a 25 vehículos pronto. A las 74 cámaras existentes, en convenio con la Municipalidad de Vitacura agregaron 130.

Además, está creando una Cámara de Comercio de Huechuraba, que ya integran Parque del Recuerdo, Claro, Duoc, Universidad Mayor, Ciudad Empresarial, Amazon, Mallplaza, entre otras firmas, y que está abierta a que se integren más compañías, considerando que en la comuna hay unas 700 empresas. Luksic lo describe como un primer puente para potenciar las alianzas público-privadas, para trabajar desde materias de seguridad, aportes en espacios verdes, donaciones a instituciones, y educación, pues en 2027 como municipio perderán esa tuición pues pasan a SLEP (Servicios Locales de Educación Pública). Y Luksic quiere generar un sistema after school, con talleres de robótica u otros intereses para los jóvenes, de modo que los padres puedan trabajar sin la preocupación de tener que retirar a los hijos después del horario de clase. “La idea es que las compañías nos ayuden a financiar esta iniciativa”, dice.

Y también menciona, entre varias otras medidas ya tomadas, la ampliación de los Fondeco, de $ 170 millones a $ 250 millones, y un levantamiento de datos en torno a los adultos mayores, para mejorar los servicios que les puedan entregar.

- También ha tomado decisiones que tocaron grupos de interés del que proviene. Por ejemplo, el cierre del Helipuerto Santiago. ¿Significó desencuentros con Alfredo Moreno, Félix de Vicente, o incluso su propia familia, usuaria del helipuerto que dejó de funcionar?

- Yo separo aguas. Soy alcalde de Huechuraba y lo que tengo que hacer como alcalde y autoridad de esta comuna es cumplir la ley. Bienvenidos todos los inversionistas que quieran venir a instalarse, pero cumplan con la ley. Ese es el trabajo que yo tengo que hacer, y si eso le puede afectar a alguna persona como un exministro, alguien que haya sido del sector de derecha, o algún familiar mío, o alguna de las compañías que también podría yo tener algún conflicto de interés, si no están cumpliendo, les va a llegar multa. Yo no me voy a confundir con el rol que tengo. Así como me ha tocado una clausura del helipuerto, me ha tocado clausurar también una veterinaria ilegal, o comercios más chicos. No es grato, pero es mi deber.

"No puedo abrir esa puerta, yo no soy una fundación”

- ¿Cómo ha podido lograr que la gente distinga entre las políticas públicas que se implementen, con sus recursos personales?

- Uno habría pensado que por el apellido que tengo, todos me iban a estar preguntando por cosas gratis y ayuda, y no pasó. Fueron muy pocos vecinos los que tiraban la talla, pero, en general, nunca me pidieron que les regalara algo. Sé cuál es el rol. Yo no puedo abrir esa puerta, yo no soy una fundación. Tengo el apellido que tengo, pero para eso hay fundaciones, estructuras. Tengo clarísimo que soy el alcalde de Huechuraba y mi trabajo es gestionar los recursos de esta municipalidad, cuidar el patrimonio municipal y cuidarle los recursos a los vecinos.

- ¿Nunca le pasó que le pidieran ayuda?

- Muy pocos llegaron a preguntarme y en el minuto que me decían, les decía “no puedo hacer eso, feliz de hacerle el puente con las diferentes fundaciones, mostrarles cuál es el link para que postulen y aplicar por su cuenta”. Me imagino que algunos se pudieran haber enojado diciendo “el hueón cagao”.

- Viniendo de una familia multimillonaria, ¿cree que ha podido atravesar la barrera de la desconfianza, que la gente logra separar a Max Luksic alcalde, de la familia empresaria?

- El hecho de haber ganado, ya rompe un poco esa frontera. Yo tenía más que perder que ganar en esto, pero sí quería contribuir y por eso tomé este paso de querer meterme a la política, a una alcaldía, para demostrar que una persona como yo, de la familia que vengo, puede tener vocación también. Me gusta estar al servicio de las personas. No es menor estar a cargo de 100.000 personas.

- ¿Cuáles han sido esos costos?

- El costo es la exposición. Y me imagino que ese es el miedo también de mucha gente de querer meterse al ámbito político. Al final uno entra al escrutinio público. Te pueden funar por redes sociales, te dicen cosas feas por todas partes, de lado a lado, y obviamente que no es grato. Me tocó en Canal 13 estar expuesto. También un poco con mi señora, que también era una mujer expuesta. Pero uno va creando un cuero de chancho. Yo estaba dispuesto a hacer esto por un bien común, que era querer servirle a mi país.

- ¿Logró crear ese cuero de chancho?

- Por ahora sí, pero por supuesto que duelen las cosas. Pero no hay que tener rencor, porque uno sabe a dónde se metió.

- ¿Qué costos ha habido para su familia, para el grupo Luksic y para las empresas?

- Eso tiene que preguntárselo a ellos. Pero lo que sí sé es que para mis hermanos ahora ser PEP (Personas Expuestas Políticamente) no es menor, tienen que firmar muchos documentos. Y mi papá también. Pero mi papá, mi mamá y mis hermanos están todos súper orgullosos de lo que estoy haciendo. Al final yo, mi señora y mi hija, ellos son los que hoy día más reciben los problemas, más que cualquier otro.

- ¿Para su padre ha tenido algún costo particular?

- Diría que no, porque justo ya se había retirado, está jubilado. Fue el timing perfecto. Coincidencia. Esta fue una decisión mía, en el minuto que encontré que el país estaba muy conflictuado. Mi generación venía con pocas ganas de colaborar. Encontré que había pocas personas que con experiencia quisieran meterse.

- ¿Cómo se dio esa conversación con su padre?

- Fue una decisión que más que complicado para mi papá, fue complicada para mí, porque yo también dejé a medio camino un trabajo que estaba haciendo en Canal 13 con mi equipo. Pero para mí era más importante dar este paso por lo que estaba pasando a nivel país. Y eso mi equipo lo entendió y mi papá también lo entendió, sabiendo que me estaba exponiendo y estaba dejando un trabajo mío a medio camino. Yo no dejé mucho margen para decir “oye piénsalo”. Yo llegué y le dije “Padre, lamentablemente renuncio porque me quiero meter a la política, quiero ser alcalde”.

- ¿Cuál fue la respuesta, la primera reacción?

- Un balde de agua fría, me imagino, como fue para él, para mi mamá y para mis hermanos. Porque nunca, nunca habíamos hablado de que yo me quería meter a la política. La verdad, cuando yo tomé esta decisión fue en el Festival de Viña, yo estaba con Loreto (Aravena) y me acuerdo que me acerqué y le dije que estaba con estas ganas, pero yo no lo iba a hacer si ella no me apoyaba. Y si ella creía y estaba dispuesta a lo que iba a significar esta exposición, como actriz y ahora en el mundo político. Y si ella no estaba de acuerdo -porque también tenemos que cuidar a nuestra hija-, no lo iba a hacer. Pero ella me apoyó, porque entendía que lo que quería era aportar. Desde noviembre lo venía masticando, pero en Viña dije “voy a tomar esta decisión”, lo hablé con mi señora y después con mi padre cuando renuncié, en abril, en Boston, para su cumpleaños. No fue el mejor regalo tampoco que le podía hacer en el minuto. Creo que también quedó un poco descolocado, pero también estaba con personas, era una celebración. Entonces, no se alcanzó a dar una conversación. Y yo no dejé margen. Ya había tomado la decisión, era avisarle y por supuesto preparar todo para la transición.

- ¿Le ha pedido algún consejo a su padre o a sus hermanos?

- Nadie de mi familia ha tenido un cargo público, pero sí experiencias laborales. Y yo he tenido también una trayectoria no menor, de vivir en otros países, de haber trabajado. He sido empleado y ejecutivo. He pasado por diferentes áreas y por diferentes industrias.

- ¿Qué lecciones ha podido sacar de su abuelo, de su padre, de sus hermanos, del grupo Luksic, para este trabajo?

- Lo que tomo del grupo, de mi padre, de mi familia, son las gestiones de crear, conformar buenos equipos, buena gestión. La familia viene con errores y aciertos, y gracias a Dios han tenido más aciertos, que errores. Te diría que el más importante es lo que algunos llaman suerte, que no siempre llega, hay que crear la suerte. Esa es una frase que decía mi abuelo, que la mandé a enmarcar.

- ¿Cómo ve la sucesión por lo menos de su rama en el Grupo Luksic? ¿La posta la van a tener que tomar sus hermanos, Andrónico, Davor?

- Mis hermanos ya están ahí. Y hay primos. La familia siempre ha funcionado. Uno trabaja con los mejores profesionales, sean o no sean de la familia. Pueden ser Luksic o no Luksic. Las compañías se manejan por las mejores personas.

- ¿Pero usted va a regresar?

- Nunca se sabe. Hoy día yo soy alcalde de Huechuraba.

- ¿No cierra la puerta a que en algún minuto retorne al sector privado y a las empresas del grupo?

- No podría nunca cerrar esa puerta porque uno nunca sabe lo que puede pasar a futuro. Como también nunca pensé estar en el lado político.

- ¿Extraña el sector privado? En el sector público hay muchas menos libertades para gestionar.

- En estos seis meses, hemos hecho muchos avances. Hemos creado una nueva central de seguridad, trajimos cámaras, inversión, mejorado los sistemas de salud, hemos hecho los summer school, plazas entretenidas. Pusimos tótems de atención, que antes en los Cesfam estaban gritándole a las personas sus nombres, y hoy día es como ir a la Clínica Alemana poniendo el rut y te sale el número. Estamos llegando con un mamógrafo nuevo. Hay una parte burocrática, pero al final lo que hemos demostrado es que, si uno lo sabe hacer, las cosas salen. Estoy súper contento con los timings en que hemos podido sacar las cosas. No le veo mucha diferencia a lo que habría hecho en el sector privado.

- ¿Echa de menos Canal 13?

- Echo de menos Canal 13, por supuesto. Como dije, dejé un proyecto a medio camino. No fue fácil tomar esa decisión.

“Estoy convencido de que la Evelyn Matthei va a pasar”

- Tras la elección, ¿ha podido medir el capital político, la aprobación que tiene en la comuna?

- Cuando he estado en la feria o en distintas partes de la comuna, me ha tocado gente que se ha acercado y me dice “alcalde, quiero que sepa que yo no voté por usted, pero me tapó la boca. No pensé que lo iba a hacer bien. Yo le creí la campaña del terror al otro”. Eso me ha pasado mucho.

- ¿Está dispuesto a poner este capital político al servicio de la campaña de Evelyn Matthei?

- La Evelyn me apoyó. Salimos en muchas cosas juntos, en mis pancartas salía con ella. Así que no hay duda en quién es mi candidata.

- ¿Es el momento de devolver la mano cuando la campaña de ella parece un poco extraviada, que ha bajado en las encuestas?

- La candidata sabe que tiene todo mi apoyo. No hay duda de eso. Ella me dio muchos tips como exalcaldesa. Muchas de las cosas que ella hizo en seguridad las estoy replicando acá. Por supuesto que tiene todo mi apoyo.

- ¿Pero va a participar activamente en su campaña para apuntalarla?

- No sé si activamente en la campaña, porque hay mucha gente con mucha más experiencia. Y aparte, yo estoy recién partiendo y mi foco está en Huechuraba. Por supuesto ella tiene todo el compromiso mío. Me han invitado, he estado para las cosas que puedo llegar, pero siempre yo priorizo la agenda de Huechuraba. Después lo que es campaña.

- ¿Qué desaciertos se han cometido en esa campaña?

- La Evelyn tiene una trayectoria, ha pasado años en la política. Ella sabe lo que dice, el equipo tiene que apoyarla y yo no soy parte de ese equipo. La apoyo, es mi candidata, y voy a hacer lo que pueda como Maximiliano Luksic.

- Si ella no fuera la persona que pasa a la segunda vuelta y fuera Kast o Kaiser, ¿cuál sería su voto?

- Estoy convencido de que la Evelyn Matthei va a pasar. No me gusta meterme en lo hipotético. Si no llega a pasar, en ese minuto tendría que tomar una decisión. Yo siempre he votado por alguien. Nunca voy a dejar mi voto en blanco. Entre Boric-Kast, voté por José Antonio Kast. Pero hoy mi candidata es Evelyn Matthei.

- ¿Cuál es su evaluación del gobierno de Boric?

- Obviamente no ha sido una buena gestión. Cuando él hace el comparativo de un partido de fútbol del sector público con el privado, que son adversarios, cuando nunca ha sido así. Nunca. Trabajan juntos. Pero él lo mira como adversarios. Una lástima.

- ¿Ha tenido oportunidad de conocerlo personalmente?

- Cuando estaba en Canal 13 y él era candidato. Estuvo para Las Caras de La Moneda y el saludo que me tocaba a mí era protocolar, como director ejecutivo.

- ¿Alguna vez pudo aclarar qué quiso decir con la famosa frase de Más Narbona Menos Craig?

- No. Hoy día como país necesitamos más Craig, más Narbona. Trabajar todos juntos.

- ¿Dolió?

- Hay un montón de Craig, como hay un montón de Luksic. Hay que ser directo para las cosas, si es que se está refiriendo a alguien. No me gusta especular. Aclarará algún día a qué se refería.

- ¿Concuerda con las apreciaciones vertidas por Óscar Landerretche en torno a la actitud del FA, y la duda de si llegado un gobierno de derecha, no conviertan al país en un infierno?

- No me ha tocado vivirlo. Esta es una comuna que uno podría decir que es un poco más de izquierda que de derecha, pero hoy yo estoy acá y estamos trabajando con los vecinos, creando confianza.

- ¿Pero no tiene temor de que se pierda la gobernabilidad si llega a ganar una candidatura de derecha?

- No hay que olvidarse de lo que pasó en la historia, y que no se cometan errores como el pasado.

- ¿Qué tipo de errores?

- Nunca más llegar a una dictadura. Una cosa que nunca más debería pasar en este país. Respetar siempre los derechos humanos. Respetar el Estado de Derecho. Y eso los políticos lo tienen que trabajar.

-  ¿Cuál va a ser para usted la medida del éxito como alcalde?

- La principal, seguridad. Crear esta central, tener patrullajes 24/7. En el tema de educación, que tengamos estos talleres, after school. Y por supuesto la conectividad. Veo un proyecto súper bonito que me encantaría apoyar, que es el teleférico, sabiendo que acá el metro nunca va a llegar por un tema de costo y de densidad de la población. Que ese teleférico se pueda extender para que llegue hasta La Pincoya, al casco antiguo. Ojalá aquí pueda iniciarse la primera red teleférica que llegue a comunas como Colina, Lampa, Tiltil, como la tienen ciudades como La Paz, Medellín. Sería un proyecto bien bonito para dar conectividad a esta comuna.

“Yo estoy para dos períodos”

- ¿Cómo se proyecta después de este período como alcalde?

- Yo estoy para dos períodos. Quiero estar ocho años. ¿Por qué no 12 años si uno puede estar tres períodos? Porque creo que ocho años es lo justo para entregar la posta. Es bueno que haya un recambio de líderes dentro de una comuna. Estar a cargo de 100.000 personas es harta responsabilidad, desgasta mucho y ocho años es harto. Vamos a ver qué pasa en cuatro años. Puede ser que con cuatro años esté totalmente desgastado, pero mi idea es estar dos períodos.

- ¿Y después qué? ¿Se ve en el mundo público o regresando al sector privado?

- Las dos puertas están abiertas.

- ¿Le gustaría llegar a ser Presidente de la República?

- La presidencia es un cargo que yo respeto mucho.

- No hay político que no quiera ser Presidente.

- La alcaldía ya es una responsabilidad enorme, estoy chocho de ser alcalde de Huechuraba.