Personaje
Rolf Lüders: “El Puente no es un programa político”

Rolf Lüders: “El Puente no es un programa político”
A sus 89 años el economista y académico convocó a un grupo transversal de 17 economistas para pensar propuestas que lleven al país a crecer un 4%. Tras más de un año de trabajo acaban de lanzar El Puente, documento que consolida estas ideas.
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¿Y eso no más vamos a proponer?”, así describió la economista Soledad Arellano en entrevista a T13 Radio la reacción de Rolf Lüders Schwarzenberg (89) durante las sesiones que, desde enero de 2024, cada 15 días, reunieron a un grupo transversal de 17 economistas convocados por el Chicago Boy, exministro de Hacienda del régimen militar, coautor de El Ladrillo y profesor de la Escuela de Economía de la UC. Alguien cercano a Lüders comenta que esa autoexigencia y la determinación de ir siempre más allá, es algo que lo refleja absolutamente.
Harald Beyer, Raphael Bergoeing, Soledad Arellano, Hernán Cheyre, Carlos Cáceres, Juan Andrés Fontaine, Alejandro Micco, Vittorio Corbo, Pablo García, Kevin Cowan, Cecilia Cifuentes, Macarena García, Bettina Horst, Luis Felipe Lagos, Tomás Rau, Claudio Sapelli, además del propio Luders, son los coautores de El Puente, un documento de 86 páginas que bajo el subtítulo “Uniendo visiones para retomar la ruta del crecimiento” reúnen las propuestas articuladas en consenso y que se estructuran en seis temas: ahorro e inversión, mercado laboral, educación, modernización del Estado, productividad y política social.
“Es alguien que escucha, pregunta, anota y trabaja ordenada y consistentemente. Defendió siempre que lo que quedara escrito fuera aprobado por unanimidad”, afirma Raphael Bergoeing, presidente de la Comisión Nacional de Evaluación y Productividad.
“Su convocatoria fue clara, permitió un buen trabajo evitando que nos dispersáramos. Esto fue importante para sacar adelante el documento; forzarnos a buscar más puntos de acuerdos transversales al grupo”, dice Alejandro Micco, exsubsecretario de Hacienda durante el segundo gobierno de Michelle Bachelet.
La economista y directora ejecutiva de Libertad y Desarrollo, Bettina Horst, agrega: “Otro de los elementos a destacar del liderazgo de Rolf es que empujó mucho para que el título del documento tuviera carácter e identidad propia. El nombre final fue idea del publicista Sergio Gamboa, pero él empujó siempre en esa lógica. Que no fuera el típico “10 propuestas para…”.
El exvicepresidente de Corfo durante el primer mandato de Sebastián Piñera, Hernán Cheyre, apunta: “Mucha gente viene pensando qué hacer para retomar el crecimiento, pero él tuvo el empuje de convocar a este grupo, uno a uno, para consensuar propuestas. Una especie de segundo Ladrillo, a diferencia del anterior, esta vez con un grupo transversal. Unir visiones y conectar partes, demostrar que hay cosas en común. Manteniendo su disciplina germana las reuniones tenían hora de inicio y de término. Insistía hasta cerrar la idea, se asignaban tareas… fue un director de orquesta que consiguió la armonía y una buena obra”.
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Profesor Lüders
La historia económica es su gran vocación, estudiarla y enseñarla. Egresó de la PUC en 1958 y partió a la Universidad de Chicago a hacer un doctorado, bajo la tutela de algunos de los principales economistas de la época como Milton Friedman, Arnold Harberger y Robert Fogel. Su tesis de doctorado se titula Una historia monetaria de Chile: 1925-1958 y fue pionera en el uso de datos históricos y modelos econométricos. Entre 1968 y 1972 fue decano de la Facultad de Economía UC, donde hace clases hasta el día de hoy.
En enero de este año recibió el premio Trayectoria Ingeniería Comercial UC. “Sin duda lo aprecio, agradezco y me siento honrado, pero encuentro que hay muchos otros egresados que lo merecen al menos tanto como yo”, afirma.
“Calculo que le he hecho clases, acá y en el extranjero, a unos 4 mil alumnos, pero los resultados de los trabajos de investigación que he hecho deben haber llegado a muchas veces ese número. Siempre he tenido preferencia por la investigación y el trabajo con los ayudantes de investigación”, dice.
- ¿Qué diría que ha aprendido de sus alumnos?
- Los alumnos y los ayudantes de investigación hacen preguntas que muchas veces son, por un lado, extremadamente desafiantes y, por el otro lado, te obligan a mantenerte intelectualmente joven. Finalmente, en todas partes el trabajo -en clase o con los ayudantes de investigación- se traduce en algunos casos eventualmente en un vínculo de amistad. Algo así me sucedió con mis alumnos, pero también con dos o tres de los profesores que tuve en la Universidad de Chicago. Uno de ellos, Arnold C. Harberger, que hace poco cumplió los 100 años. Solía venir anualmente a Chile y nos juntábamos en tertulias inolvidables que -ahora que ya no puede viajar- echo muchísimo de menos.
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Los palos para el puente
Rolf Lüders sostiene que la idea de convocar a este grupo no fue exclusivamente suya. “El debate en torno al crecimiento hacia fines de 2023 era muy pobre y faltaba una propuesta bien trabajada -con la posibilidad de suscitar apoyo transversal- que propusiera políticas económicas técnicamente avaladas para al menos duplicar la tasa de crecimiento económica proyectada del país. El asunto era tan evidente que nos embarcamos sin mayores cuestionamientos”, afirma el economista.
Que provinieran de diversas escuelas de economía y sectores políticos, además de contar con competencias técnicas y experiencia en el diseño de políticas públicas, eran algunos de los criterios al momento de contactar a los y las economistas. “En general la reacción de los convocados fue extraordinariamente positiva y tuvimos a una sola persona que -por razones muy justificadas- declinó. Nadie extra nos pidió formar parte del grupo, porque nos propusimos mantener el asunto en absoluto secreto”, cuenta Lüders.
- Han descrito algunos de ellos que usted siempre empujaba a ir más allá en las propuestas, ¿le cuesta conformarse?
- Sí, en general creo que las cosas siempre se pueden hacer mejor. En este caso me interesó que las propuestas hicieran una diferencia. Duplicar la tasa de crecimiento de un 2% a un 4% no es baladí.
- ¿Se puede decir que El Puente está construido sobre la base de El Ladrillo?
- El Ladrillo propuso modificar radicalmente el sistema económico de la época, desde un esquema de sustitución de importaciones y un Estado intervencionista, a una moderna economía social de mercado. Para ello propuso pocos cambios pero profundos; entre otros, la apertura comercial, la libertad de precios, la privatización de las empresas estatales, la liberación del mercado de capitales y el cambio del sistema de pensiones. Los cambios institucionales básicos se hicieron durante el régimen militar y el sistema se fue perfeccionando en forma significativa bajo el alero de los gobiernos de la Concertación, generando lo que se conoce como el modelo chileno. Sin embargo, desde aproximadamente 2010, se empezó a romper el consenso en torno al modelo y eso -además de generar una fatal incertidumbre institucional- frenó los perfeccionamientos, y, es más, se tradujo en la reversión de algunas de las características del sistema.
“He recibido -como nunca antes- una cantidad enorme de notas y comentarios, todos ellos favorables. Me imagino, sin embargo, que en las redes sociales -que no reviso- debe haber críticas por parte de aquellos contrarios a una economía social de mercado, que indudablemente los hay, pero que afortunadamente son minoría en el país”.
- El estallido de 2019 fue -en parte- una gran protesta al sistema. Cinco años después varios se desentienden de esas críticas y condenan la violencia que trajo, ¿cómo lo ve usted con la perspectiva del tiempo? ¿Teme que vuelva a ocurrir algo así?
- La democracia es un sistema político que postula que las discrepancias que existan entre los diversos grupos en una sociedad se resuelven por la vía del respeto irrestricto al Estado de Derecho, es decir, pacíficamente. Es precisamente por ese motivo que una de las dos o tres funciones más importantes del Estado es la mantención del orden interno. No cabe la menor duda de que en Chile -como prácticamente en toda sociedad- existen grupos que no están en el poder y que pretenden acceder al mismo por la vía violenta. Y es muy probable que -a pesar del fracaso del intento de hacer caer el gobierno de Sebastián Piñera por la vía del uso de la violencia- vuelvan a intentar producir, por ese mismo camino, un cambio de régimen en los próximos años. Y es, sin la menor duda, la obligación del Estado impedirlo. En lo personal, espero que la lección del 2019 se haya aprendido -entre otras consecuencias, que los más perjudicados han sido los grupos de menores ingresos- y que acordemos -en paz- las reformas institucionales requeridas para volver a prosperar.
- De todas las propuestas que contiene El Puente, si tuviera que jugársela por cuatro, ¿cuáles serían?
- Este documento supone, entre otras cosas, que hay en Chile un acuerdo en torno a los sistemas políticos, una democracia liberal y una economía social de mercado. El cumplimiento de esa condición es esencial para el crecimiento. Una de las claves para elevar -en el relativamente corto plazo- la tasa de crecimiento económica en forma significativa es el incremento en la tasa de inversión. Al respecto, El Puente propone varias medidas para lograrlo, entre las que destaco la reducción en la tasa del impuesto sobre la renta de primera categoría. La inversión tiene además la ventaja que tiende a estar asociada a mejoras tecnológicas, de modo que se matan dos pájaros de un tiro.
Otra propuesta que estimo muy importante es la flexibilización del mercado laboral. Tenemos varias medidas al respecto, pero destaco que, para que esta propuesta se pueda implementar en paz social, debe ir acompañada de una reforma social, como lo es la sustitución de un gran número de programas mal evaluados por un impuesto negativo sobre el ingreso, que es un esquema en que el Estado subsidia directa, automática y monetariamente a los trabajadores de bajos ingresos.
Finalmente, sin una modernización del Estado no habrá una alta tasa de crecimiento. Algunas propuestas de El Puente incluyen una reducción del número de ministerios y terminar con la permisología. Coordinar eficientemente más de 20 ministerios es una tarea imposible y eso se nota en la actualidad. Y la permisología espanta a los inversionistas, entre otras cosas, porque exacerba la incertidumbre institucional existente.
- ¿Cree que las próximas presidenciales van a determinar el futuro del país de manera drástica o nuestras instituciones siguen siendo lo suficientemente sólidas independiente del gobierno de turno?
- No soy cientista político, de tal manera que en esta materia soy un lego y prefiero no opinar. Lo que sí sé, es que a menos que se genere en Chile un amplio acuerdo político en torno al sistema económico que deseamos tener y que sea alguna variante de uno de mercado y de economía abierta al comercio internacional, lo más probable es que -después de haber logrado liderar hace poco tiempo a la región en materia económicosocial- sigamos perdiendo posiciones y terminemos en la mediocridad que nos caracterizaba en la era del proteccionismo.
- ¿Ha recibido muchos comentarios luego de la publicación de El Puente? ¿Alguno que lo sorprendiera en particular?
- He recibido -como nunca antes- una cantidad enorme de notas y comentarios, todos ellos favorables. Tanto así, que no puedo responder. Entiendo que similar fenómeno experimentaron los demás miembros del grupo. Me imagino, sin embargo, que en las redes sociales -que no reviso- debe haber críticas por parte de aquellos contrarios a una economía social de mercado, que indudablemente los hay, pero que afortunadamente son minoría en el país. Algunos de quienes me han escrito, se refieren a la dificultad política de implementar las medidas que propone. A ellos les respondo que El Puente no es un programa político, pero que uno de los propósitos del ejercicio es demostrar precisamente que un grupo diverso de economistas -incluso en lo político- puede perfectamente ponerse de acuerdo. ¿No debieran los parlamentarios poder hacer lo mismo?
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Hacia el siglo
Rolf Lüders pasa parte de la semana en su campo de San Francisco de Mostazal que hasta hace un par de años recorría en bicicleta o moto. Producto de una lesión ya no puede hacerlo, pero cuentan desde su entorno cercano que gracias a la kinesiología, y a su característica disciplina, se ha recuperado sorprendentemente bien y hoy sigue dando largas caminatas por el terreno.
Además de leer y escribir, disfruta mucho de pasar tiempo en familia. Tiene cinco hijos y 10 nietos -de entre 30 y 4 años- a los que acostumbra hablarles de historia económica. Suele ser el último en irse cuando hay reuniones familiares, las que además de los festejos y ocasiones especiales, tienen lugar sagradamente los primeros martes de cada mes. “Le gusta el choclón”, comenta un pariente.
- Este 2025 va a cumplir 90 años, ¿significa algo especial para usted o se desentiende de ese tipo de cifras?
- En realidad y en gran medida, me desentiendo de esas cifras. Por un lado, el tiempo ha pasado con una rapidez increíble y me siento con ganas de seguir haciendo las mismas cosas de años atrás, pero por el otro lado se nota, indudablemente, que la carrocería ya no es la misma.
- ¿Cómo se imagina Chile cuando cumpla 100 años? ¿A cuánto deberíamos estar creciendo para entonces?
- Es difícil hacer, por la incertidumbre institucional existente, pronósticos razonablemente acertados, incluso a un plazo relativamente breve, como son 10 años. Soy poco dado a hacer proyecciones en general, pero me encantaría que en 10 años se haya terminado con la incertidumbre institucional existente, que se estén aplicando las propuestas de El Puente, y que estemos creciendo al 4%. Indudablemente que esto sí se puede hacer, si existe la voluntad política para ello”.
Cruzando la cordillera
- ¿Cómo observa las medidas económicas de Javier Milei en Argentina?- A fines del siglo antepasado Argentina era uno de los países de PIB per cápita más elevados. Si mal no recuerdo, en 1870 era el número 3 y nosotros, los chilenos, éramos el número 7, ambos con una economía de libre mercado abierta al resto del mundo.
Cuando Javier Milei asumió el mando en Argentina, la economía del país estaba por los suelos y los índices de pobreza superaban el 50%. Milei propuso entonces un conjunto de medidas que en cierto modo y en lo esencial, son similares a las de El Ladrillo. De hecho, de visita en Chile unos tres años atrás, sostuvo que uno de sus modelos era la economía chilena. En estos momentos la Argentina está -con gran eficacia e incluso más profundidad que Chile en su época- en el proceso de sanear los indicadores macroeconómicos y de hacer las reformas estructurales básicas para implementar una moderna economía social de mercado. Nosotros no podemos hacer más que desearle mucha suerte”.