Plumas x plumas
Los Keitel hablan de TikTok, deporte y política
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“Ahora ves tranquilas a mis niñitas, pero están todo el día moviéndose. Llega Tatán y le dicen al tiro ‘mira saqué un baile de nuevo de Charli D’Amelio (celebridad estadounidense de Internet)’”, cuenta el diputado Sebastián Keitel en su departamento en Las Condes. En su casa, las redes sociales y los bailes en TikTok son todo un tema: tienen un aro de luz, todos –incluido él– administran una cuenta en la app china y juntos hacen desafíos virales y bailes. El hijo mayor del parlamentario Evópoli, Sebastián Keitel Rondón (23) es un influencer en esa red: tiene 65 mil seguidores, mientras que en Instagram la cifra alcanza los 34 mil. A través de sus posteos deja entrever su buena relación. “Somos un 70% parecidos y 30% diferentes”, cuenta el velocista.
En un principio, el deporte era lo que los mantenía cerca. De hecho los primeros pasos de Tatán, como se le conoce, fueron en la cancha del colegio Verbo Divino, donde tanto su padre (ex alumno de ese lugar), como su madre, la velocista Lissette Rondón, entrenaban a diario. Sus recuerdos más antiguos de infancia se sitúan en la caja de arena de salto alto de ese recinto.
La semana pasada sus nombres tapizaron las redes sociales luego de que Keitel padre revelara (en LUN) que cuando su hijo le contó que era gay, él lo abrazó. “Espero que algún día deje de ser tema, pero hoy hay varios puntos sobre la mesa que no han sido resueltos como el matrimonio, la adopción y otras discriminaciones. Fue un golazo poner el tema nuevamente sobre la mesa”, asegura el ex deportista.
Sobre la plataforma asiática de moda, el diputado asegura: “Me armaron cuenta hace tres semanas y ya tengo cerca de nueve mil seguidores. Pueden decirme ‘oye este viejo medio ridículo en TikTok’ pero es para ponerle humor y estar más incorporado en temas de la familia. Yo soy súper partner en ese sentido con todas las actividades que ellos hacen y si tengo la capacidad de escuchar reggaetón, ¡cómo no voy a tener la capacidad de hacer un TikTok! En el auto escucho mi música, pero basta que se suban y... Bad Bunny a la vena, ¡sin piedad!
-Tatán (T): Para mi las redes sociales partieron por el deporte. Mi primer auspicio fue cuando gané un sudamericano en octavo básico, el 2011. Ahí empecé a cuidar mi perfil.
-¿Cómo fue la transición de dejar el deporte profesional?
-T: Súper lenta. Entré a la Universidad de los Andes a estudiar ingeniería comercial y en el primer semestre seguí entrenando a full y quería tratar de compatibilizar los estudios con el atletismo. Me di cuenta que no se podía, que era muy difícil. De hecho me eché un ramo y casi me echo un segundo. Entonces dije ‘no, no tengo tiempo’. Fui dosificando y bajando el ritmo. Hace dos años decidí dejarlo por completo porque tenía que hacerlo bien en alguna de las dos cosas.
-¿Practicas deporte como aficionado?
-T: Siempre. En tiempos pre pandemia iba al gimnasio lo que más podía.
-Sebastián (S): Hay que tener estado físico para hacer TikTok.
-T: Cuando dejé de hacer atletismo incursioné en escalada en la universidad, entrenamiento funcional, CrossFit… Nunca dejé de hacer deporte.
-S: Finalmente es un hábito que llevas y cada vez que dejas de hacerlo por equis razón lo empiezas a echar de menos. Tatán hace cinco días me decía “papá dónde puedo comprar un punching ball porque quiero hacer box”. Uno va siempre inventando. Yo ayer estuve toda la tarde andando en skate con las niñitas, porque necesito hacer cosas. Necesitamos estar moviéndonos de alguna u otra manera, cada uno a su ritmo, cada uno con sus propios intereses.
"No dudo que Tatán lo pudo haber hecho (ser deportista profesional). Ya no lo hizo, y está grande para tomar sus propias decisiones. Pero de que hubiese podido llegar muy arriba, de todas maneras", señala el diputado. estudiante.
-¿Te hubiera gustado que un hijo se dedique profesionalmente al deporte?
-S: Sí. Es difícil, especialmente en atletismo que no es rentable. Siempre preguntan si el deportista nace o se hace y para mi la genética influye muchísimo. Ellos nacieron con ese talento especial y si lo logran desarrollar en el tiempo las posibilidades de éxito aumentan bastante. No dudo en ningún momento que Tatán lo pudo haber hecho. Ya no lo hizo, y está grande para tomar sus propias decisiones. Pero de que hubiese podido llegar muy arriba, de todas maneras.
De la pista al Congreso
Sebastián Keitel y Lissette Rondón tuvieron dos hijos. Se separaron cuando el mayor de ellos tenía 4 años, luego que el velocista sufriera la rotura en un tendón de Aquiles que lo dejó fuera de sus segundos Juegos Olímpicos en 1996 y sin correr durante dos años. Más tarde, a los 34 años, se retiró del atletismo en búsqueda de nuevos horizontes. Durante ese tiempo, intentó emprender de diferentes formas: con una pista de hielo sintética, una marca de agua mineral, una línea de vitaminas y proteínas, una serie de videos –creados en conjunto con su actual mujer con quien tiene dos hijas– para entrenar en la casa. Incluso trabajó como entrenador en el reality Mundos Opuestos.
-¿Cómo nace tu gusto por la política en este proceso de reinvención?
-S: Después de haberme retirado me dediqué a hacer charlas en escuelas públicas y pude conocer las falencias respecto al mundo privado en lo educacional. Me empezó a tocar las vibras del lado social y entremedio se enfermó mi hermano. Por eso quise ser parte de manera directa de un mundo desprestigiado y de ser una persona relativamente admirada por el tema del deporte pasé a ser una persona relativamente odiada y eso es injusto. Eso es lo que más me ha costado en mi actual trabajo. En la calle antes me podían abrazar y decirme ‘buena campeón’ y hoy día voy mirando a ver qué me van a decir: me van a sacar la madre o me van a felicitar.
-¿Y estás contento?
-S: Si no estuviera contento, no seguiría. En mi vida yo he optado por hacer las cosas de manera muy individual. Elegí un deporte individualista, muy solitario. En todas las cosas en la vida el éxito o el fracaso va a ir asociado a lo que hagas o dejes de hacer, y acá estoy haciéndolo de manera silenciosa. No me vas a ver nunca en un matinal. Soy el político diferente en ese sentido.
-¿No se contradice con que hayas estado en Mundos Opuestos? ¿Qué cambió?
-S: La vida te va cambiando, en ese momento fue un acierto. No entré de manera directa -nunca lo haría- y mi rol era entrenar y fortalecerlos física y mentalmente. Y si me preguntas si volvería a hacerlo, te digo que no. Pero no me arrepiento, porque me ayudó a empezar con mis charlas motivacionales. Son etapas de la vida, tenía 38 años, económicamente no estaba bien y necesitaba trabajar.
-¿El deporte inculca esta habilidad de reinventarse?
-T: Totalmente. Nos ayudó a generar una tolerancia a la frustración. Por cada caída que teníamos sabíamos que podíamos tirar para arriba, salir adelante. Fue lo que le pasó a mi papá con sus emprendimientos. Nos ha servido para la vida.
-S: Yo fui récord de Chile, pero a la media hora estaba diciendo ‘ya, qué puedo hacer para mejorar ese récord y bajar la milésima’. La vida es una competencia constante con uno mismo y mi mayor motivación para presentar proyectos y para salir adelante es mi familia.
El relevo
-Hace un par de años se decía que recibías la posta de tu papá en el deporte, ¿Cómo te sientes ahora que no te dedicas a eso?
-T: Yo creo que traté de buscar cosas en común, que si bien no se tratan del deporte, también es un tipo de posta. Por ejemplo, nos dimos cuenta que a los dos nos gusta la política. Quería sacar la carrera, que me fuera bien, quería dedicarme a otras cosas, pero aún así creo que inculcar el deporte fue fundamental.
-S: El bastón de la posta sigue por otro lado. Es parte de las relaciones padre-hijo o hija que uno quisiera. Lo importante es que existan relaciones y vínculos.
-¿Quieres ser político? Tienes una foto con banda presidencial en Instagram.
-T: ¡Trato de ser yo mismo! Hay gente que me conoce por ser el que tiene esa foto o por las cosas que subo. He logrado crear un personaje que no es inventado, soy yo en un 100%. Con lo que preguntaste de la política, no sé si decirlo.
-S: Pero, ¿por qué no?
-T: El próximo año me voy a postular a concejal por Lo Barnechea. En el colegio estuve metido en el Centro de Alumnos, en la universidad en política universitaria, ahora estoy en la Federación. Siempre me ha gustado. Pienso que por alguna parte hay que empezar y por eso decidí durante este año que me iba a postular. Ojalá resulte.
-S: Quiero rescatar eso. Tatán tiene un humor medio irónico y algunos no lo entienden. Mi mamá es la que más sufre con el humor de él, pero yo mismo he logrado descubrir esa gracia en él. Yo me cago de la risa. El día de mañana si es un político, ojalá sea extraordinario y sé que no va a dejar de ser él, va a seguir haciendo sus fotos y sus cosas entretenidas. Me encanta como es tal cual. No trata de actuar ante nada.