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Fue futbolista, lavó platos y hoy factura US$ 100 millones: la historia de Janan Knust, fundador de KLog
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KLog es una compañía de logística que digitalizó el proceso de importaciones. Nunca ha levantado capital, hoy factura US$ 100 millones y tiene más de cinco mil clientes y 200 empleados. Pero hace 11 años, cuando su fundador Janan Knust empezó, se trataba de una industria análoga y poco sexy.
Knust se iba a dedicar al fútbol, jugó de lateral derecho en las divisiones inferiores de Universidad Católica y fue compañero de Humberto “Chupete” Suazo. Pocos días antes de rendir la PSU le anunciaron que se iba a préstamo a un equipo del norte. No le gustó la decisión y renunció. Hoy mira para atrás y reflexiona: “No fui resiliente, al primer portazo dije adiós”. No había estudiado nada y los resultados en la prueba no fueron buenos.
Al poco tiempo decidió matricularse en hotelería. “La publicidad era que me iba a vivir a Suiza”, comenta entre risas. Ahí partió su carrera. Lavó platos, fue mesero, barman y administró hoteles. Vivió en Rusia, Rumania, Portugal, Las Maldivas y otros países.
Hace 11 años volvió a Chile a “buscar familia”, comenta. Conoció a una mujer y ocho meses después le pidió matrimonio, hoy tienen cuatro hijos. Ahí, confiesa Knust, le empezó a ir mejor en los negocios. Había emprendido vendiendo cuero y pollos, también haciendo eventos, pero ninguno fue tan rentable como lo que hoy es KLog.
Un día, hace más de cinco años, leyó que una empresa de logística norteamericana había levantado una ronda de capital de más de tres cifras. Ahí se convenció de transformar su compañía en una tecnológica y hacer que la logística fuera atractiva para talento joven.
Convocó a su oficina a tres agencias de marketing. La primera le presentó la idea de sobrevolar un helicóptero con un container en el hotel W y que de éste se bajen modelos. No había ni presupuesto ni ganas de hacer algo de ese estilo. Por ese tiempo Janan estaba perdiendo pelo y la segunda agencia le mostró una foto de él con photoshop en que se parecía a Jeff Bezos si adoptaba la opción de ser pelado.
“¿Estás dispuesto a hacer el ridículo?”, le dijeron. Aceptó y en diversos medios lo llamaron el Jeff Bezos de la logística en Chile. Ahí -recuerda- empezaron a llegar clientes, practicantes y los números subieron.
Tanto así, que en un evento de tecnología en Miami conoció a un norteamericano en un bar, conversaron un rato y al día siguiente éste era uno de los expositores más importantes de la jornada, era el número dos de Amazon. Al bajarse, el chileno se le acercó y le contó la historia de su parecido con Bezos. Le mostró la foto y se la mandaron al fundador de Amazon, éste le respondió con risas y dijo: “Nice”.
Cuando empezó la ola de venture capital en Chile Knust quiso surfearla; con los buenos resultados y sin socios, era una empresa atractiva para invertir. El 2021 estaba en el piso 52 en Manhattan, reunido con uno de los fondos de VC más grandes del mundo, a punto de firmar un term sheet que lo convertiría en unicornio, y desistió. Los detalles de esta escena los cuenta en el podcast.
Hoy Knust está haciendo un MBA executive en Harvard y estudia las formas de liderazgo; de esto, la colaboración en el ecosistema y cómo uno de los pilares centrales de su empresa es donar, conversamos en el quinto episodio de Mas Pitch con JP.