Nathalie llegó a Chile en 2015 como estudiante de intercambio de ingeniería comercial en la Universidad Católica. Una de sus motivaciones para venir aquí era mejorar su español.

“No me funcionó tanto, pero sí aprendí chileno”, acota riendo. De todas maneras, se enamoró del país y decidió quedarse: “Además de sus paisajes, la playa y la montaña tan cerca, tomé cursos de emprendimiento en el Centro de Innovación en el campus en San Joaquín y me di cuenta que estaba pasando mucho en el mundo de startups. Eso me gustó”, relata.

Entró a trabajar como consultora digital de PwC, y estaba en eso cuando se desató la pandemia. “Estaba recién separada, vivía sola, así que tenía mucho tiempo. En ese momento yo sólo trabajaba con un cliente en Australia, así que los horarios estaban cambiados. Dije: ‘No puede ser esta mi vida en Chile’. Y empecé a crear la idea de los calzones menstruales que ya había visto en Estados Unidos y Alemania".

Y agrega: "Hice una encuesta online por Google que mandé un sábado de encierro a todos mis grupos de Whatsapp, Facebook y por Instagram. Me respondieron 200 personas porque todo el mundo estaba aburrido mirando su celular. Como buena emprendedora probé mi hipótesis y encargué las primeras muestras: 70 unidades que se vendieron en tres días por Instagram. Dije: ‘Aquí hay algo’. Y seguí trabajando en la idea desde mi cocina”.

 ¿Qué es un calzón menstrual? Es un calzón común y corriente, explica Wilk, pero con un sistema de capas de algodón, microfibra y una tela especial, que absorben la menstruación y evitan derrames. Se puedan usar sin toallitas y sin tampón, de 8 a 12 horas y después el calzón se lava y se reutiliza por hasta dos años. Existen distintos modelos según flujo y tipo de cuerpos.

“Nuestras tallas vienen desde la talla de adolescente, en sus primeras menstruaciones, hasta la talla XXX. También lo estamos testeando en mujeres con incontinencia leve y también para el postparto. Todos escenarios donde tenemos flujo quizás más alto de lo normal, así que ahí también funciona”.

No solo se trata un tema de comodidad, también de sustentabilidad. Wilk explica que cada producto desechables -toallitas higiénicas y tampones-se demoran hasta 500 años en descomponerse. “El impacto medioambiental de la menstruación es muy grande”, agrega.

 -Hablas de romper tabúes. El tema de la menstruación hasta hace poco era muy íntimo. Ahora vemos que hay un proyecto de ley que menciona los derechos de las personas menstruantes ¿Cómo te enfrentaste a nuestra idiosincrasia nacional?
-Creo que fue parte del éxito del proyecto, porque me di cuenta rápidamente que la gente quería hablar del tema y también que había un vacío de educación. Nuestras redes sociales se dedican muy poco a la venta de calzones. En su mayoría publicamos contenido educativo de manera entretenida y tomamos un rol social casi de activismo. Puedo transmitir un mensaje mucho más grande que solo vender calzones menstruales.

 -¿No te ha traído dificultades al momento de plantearle el negocio a hombres?
- Al contrario, los hombres son los que más quieren hablar del tema. Creo que fueron muchos años de opresión, en general nadie les explicó nada. Por lo menos con los hombres de mi edad he tenido muy buen feedback.

 -¿Cuándo fue que tomaste ya la decisión de dedicarte a Culotte?
- Empecé con los testeos en julio de 2020 y en agosto formé la sociedad. Pasó un mes y contraté a Nikita Sánchez como community manager, ella ha sido un gran aporte para crear esa comunidad, pavimentó el camino. En noviembre decidí renunciar a PwC y justo era el primer día del cyber day. La rompimos, fue una buena decisión.

 -¿Y eso qué significa en números?
- Como referencia, en el año 2020 vendimos US$45.000 netos y subimos 1.300% en 2021. Creció muy orgánicamente y ahora que tenemos inversionistas hay mucho potencial de crecer la marca, en canales de ventas, países y productos.

 -Culotte ahora formará parte del portafolio de marcas del e-commerce de Merama. ¿Cómo funciona esa estructura?
- Yo siempre estaba rechazando inversionistas y al final llegué a un punto que dije ‘esto tiene mucho potencial, pero no puedo hacerlo sola. Va a involucrar mucho tiempo, quizás errores y perder dinero’. Ahí apareció Merama y me convenció su equipo especializado en e-commerce, tienen los mejores expertos en marketing digital, logística e internacionalización. Vendí la marca y ahora estoy contratada por ellos. Tienen más de 20 empresas en toda Latinoamérica, con distintos porcentajes de participación.

 -En menos de dos años creaste tu marca y la vendiste. ¿Qué sigue ahora?
- La venta se cerró hace unas dos o tres semanas, así que ahora estamos full en desarrollo de presupuestos y planes. Tengo muchas ideas, pero hay que estimar las oportunidades de forma muy profesional.

 -En estos meses desde que creaste Culotte ha aparecido competencia. ¿Cómo sería su estrategia de diferenciación?
- Ahora lanzamos con dos marcas de la competencia un comunicado de prensa para el Día de la Higiene Menstrual. Porque todas tenemos la meta de volver la menstruación más sustentable. Somos compañeros porque todavía falta mucha información. Y al final hay muchas personas que menstruan y menstruan todos los meses, así que veo que el mercado es suficiente grande para todos.

 -¿Crees que esa manera colaborativa de relacionarse con la competencia es atribuible a un tema de género?
- ¡Mucho! Estoy en varios grupos de mujeres emprendedoras y es impactante todo el apoyo que se dan entre ellas. Vamos por un bien más allá que solamente nuestra venta del mes. Hay que verlo en perspectiva y creo que juntos podemos llegar a más.

CUESTIONARIO MAS DFniciones

 - ¿Cómo definirías el Chile actual?
- Lo veo muy vinculado a las mujeres emprendedoras. Veo un cambio cultural muy grande en Chile, más conciencia para temas de sustentabilidad y género. Veo que están pasando muy buenas cosas para llegar a un país más equilibrado y justo.

 - ¿Qué es lo más difícil de tu rubro?
- No solamente de mi rubro, pero todas las cosas que uno no puede controlar. En mi caso hay importaciones y puertos cerrados, limitantes Covid-19 y no puedes hacer absolutamente nada.

 ¿Qué oportunidades vislumbras en tu industria?
- Creo que hay mucho todavía por explorar, productos relacionados y oportunidades. Aparte de vender, también podemos derrumbar tabúes, educar y mejorar la vida de las personas.

 ¿Qué has aprendido este último tiempo como como empresaria?
- Quizás es muy cliché, pero lo único constante es el cambio.

 ¿Cómo te imaginas profesionalmente en cinco años más?
- Me gustaría ser experta en la creación de marcas con propósito. Y también aprender cómo es llevar una marca a otros países.

 ¿Qué serie estás viendo actualmente?
- Me da un poco de vergüenza. Estoy saltando de Bridgerton (Netflix), serie romántica que me sirve para liberar un poco la cabeza y Ozark, de crimen y carteles de drogas.

 ¿Qué es lo primero que haces en la mañana?
- Lamentablemente ver el celular porque por el cambio horario con Alemania me escribe gente durante la noche y también veo siempre el Instagram de Culotte.

¿Qué lugar te gustaría visitar en unas próximas vacaciones?
- Siempre quería ir a Hawaii y ahora estoy demasiado feliz porque mis primeras vacaciones, después de mucho tiempo, son en Hawaii en junio.