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La denuncia por acoso de un socio del fondo ALLVP que tiene en alerta al mundo startup chileno y mexicano

La denuncia por acoso de un socio del fondo ALLVP que tiene en alerta al mundo startup chileno y mexicano

A fines del año pasado hubo un movimiento de piezas en el influyente fondo mexicano ALLVP, del que aquí en Chile no se habló: Fernando Lelo de Larrea, socio de la firma -en la que también participan Federico Antoni y la chilena Antonia Rojas-, renunció y vendió su participación en la empresa. El ejecutivo debió salir luego de que un grupo de alumnas del ITAM del país azteca lo acusaran por conducta deshonesta.

Por: Nicolás Durante | Publicado: Sábado 21 de mayo de 2022 a las 21:00
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En el mundo emprendedor mexicano principalmente, pero también en Chile y en Colombia, circula un comentario que da cuenta de la delicada situación que enfrenta uno de los  socios -ahora exsocio- del poderoso fondo de inversión en venture capital ALL VP: Fernando cayó en desgracia. 

Fernando Lelo de Larrea y de Haro fundó junto a Federico Antoni en 2012 la empresa, cuando el capital de riesgo para emprendimientos era algo incipiente, y casi desconocido en Latinoamérica. Ahí estuvieron, por ejemplo, en los inicios de emprendimientos chilenos como Cornershop, Fintual y Cumplo.

En enero de 2020, además, sumaron a la chilena Antonia Rojas como socia. Todo un hito para una industria controlada por hombres como esta. 

El éxito era total. Eran un referente en fondos de inversión de este tipo y se habían convertido en uno de los primeros en invertir en serie B de emprendimientos. Además, sus salidas eran millonarias y casi siempre compradas por multinacionales.

El caso de Cornershop con Uber es de los que más orgullo les produce: fueron de los pocos que creyeron en la app de compras, cuando sus socios salieron a levantar capital. Según Crunchbase, han levantado tres fondos por US$ 115 millones, han invertido en 67 startup y ya han hecho “exit” de seis. 

Pero la historia dio un giro el año pasado, cuando Lelo de Larrea impartía clases en el Instituto Tecnológico Autónomo de México (ITAM).

Pedir perdón y corregir

Ocurrió el 10 de noviembre de 2021. Ese día, un grupo de alumnas a través de denuncias anónimas en el “tendedero” -carteles que se publican en universidades y centros educacionales-, aseguraron que el docente “se insinuaba a las alumnas” y “la calificación del curso depende, en buena medida, de si le contestas los mensajes privados donde te invita a salir”. 

Esa denuncia luego saltó a la plataforma Medium, se esparció por el mundo emprendedor mexicano y cruzó las fronteras. 

Lo primero que hicieron en ALLVP, cuentan quienes conocieron de cerca los episodios que se desencadenaron esos días, fue escuchar la versión del aludido. Lelo de Larrea reconoció que los mensajes eran suyos, pero que nunca hubo ningún acercamiento físico de índole sexual con las alumnas, y menos que las calificaciones estuvieran en juego.  

Pasaron varios días, el rumor avanzó por el ecosistema, hasta que Lelo de Larrea decidió enfrentar la acusación y publicó un comunicado.

“Este es un escrito personal, difícil y doloroso, que llega con retraso y con la intención de aclarar, pedir perdón y corregir, para que tengamos un ecosistema más seguro y más profesional, donde el emprendimiento y la inversión lideradas por mujeres alcancen el lugar de paridad que le corresponde”, partía su carta fechada el 2 de diciembre.

Y agregó: “En un acto de incongruencia con la ética con la que busco conducirme, en el pasado cometí errores en comunicaciones con mujeres vía mensajes, donde si bien no hubo nunca una intención enfocada en lastimar, condicionar o faltar al respeto, me expresé de una manera donde incomodé o conduje, inconsciente e irresponsablemente, a interpretaciones que no preví (...) Ofrezco mis más sinceras disculpas por mi falta de entendimiento, de sensibilidad y por las repercusiones a quienes afecté con mis palabras”. 

Pero aclaró: “Puntualizo que bajo ninguna circunstancia he invitado a estudiantes a salir ni he condicionado las calificaciones de su curso de manera alguna a temas no académicos”, y adjuntó una carta de la universidad donde revela que no hay ninguna acusación formal en su contra.

Del apoyo a la salida

Y entonces, al día siguiente, el 3 de diciembre, vino la declaración que lanzó el fondo. “ALLVP es una firma que nació con Fernando y desde el equipo directivo estamos orgullosos de contar con uno de los mejores profesionales de la industria. Confiamos en su voluntad para convertirse en un agente de cambio y contamos con su compromiso para construir una industria más equitativa y segura para las mujeres”, apuntaba la misiva.

Según cuentan conocedores del caso, realizaron una investigación interna para averiguar si los comportamientos del socio se habían repetido al interior de la firma que opera en las Lomas de Chapultepec en la capital de México: hablaron con todas y cada una de las empleadas -son el 70% de la empresa- y nadie denunció ningún tipo de proceder impropio del, hasta ese momento, socio de la firma. 

Con esa información en mano, fueron los socios principales, el mexicano Federico Antoni y la chilena Antonia Rojas, quienes empezaron a llamar a los inversionistas y a las empresas que son parte del portafolio. 

Entre ambos se dividieron los nombres y contactaron a uno por uno. Con algunos la conversación duraba minutos y con otros -que exigían más detalles- se extendía por más tiempo. En general, lo que decían era que estaban muy afectados, que se estaban tomando las denuncias con total seriedad y que una investigación interna descartó comportamientos irregulares del socio. 

“¿Y sigue en la empresa?”, preguntó más de uno. “Estamos en un trabajo interno para tomar decisiones”, respondían los socios. 

Pero las explicaciones no dejaron tranquilos a los demás socios y en diciembre le pidieron la renuncia al fundador, además de ofrecer comprarle su parte.  

El 21 de diciembre, ALLVP dio el anuncio en el mercado startup: “Esta mañana, Fernando Lelo de Larrea se separó de forma definitiva de ALLVP por razones personales. Nos duele lo sucedido y le deseamos lo mejor en su próxima etapa”.

Esta vez la carta iba firmada. Figuraban: “Anne-Charlote, Antonia, Blanca, Chloé, Federico, María Fernanda, Nicolás, Nicole y Patricia”, todos socios y trabajadores del fondo.

Y concluía así: “ALLVP aspira a ser un espacio incluyente, seguro y de confianza. En lo que viene, vamos a dedicar nuestros esfuerzos a contribuir con hechos a un ecosistema más sano y ser el mejor socio que personas excepcionales necesitan para emprender”. 

Rojas y Antoni compraron la participación de Lelo de Larrea y la relación terminó bien entre ellos. No se estimó necesario, por ahora, cambiar el nombre al fondo. 

Sin embargo, en los próximos días anunciarán que una reconocida emprendedora mexicana se sumará como la segunda mujer socia del fondo. Los dueños serán ahora Antoni, Rojas y la nueva accionista, cuyo nombre se mantiene en reserva. 

Además, dentro de las medidas que tomaron, contrataron a la startup brasileña Safe Space para instalar un sistema de denuncia de situaciones reñidas con el código de ética -que actualizaron- de forma anónima y segura. 

La alerta en la industria

Justo cuando la denuncia explotó, ALLVP había recién participado en el levantamiento de capital de Fintual en serie B por US$ 39 millones; Mendel por US$ 15 millones y Nuvocargo por US$ 20 millones. 

Además, estaban levantando su cuarto fondo de inversión, el que pusieron en pausa, aunque por estos días se habría reiniciado. 

Entre medio, escribieron su memoria anual 2021. En las 33 páginas que tiene el documento disponible en su página web, parten refiriéndose a la salida del socio. 

“2021 marcó el final de una era en ALLVP con la partida de nuestro ex socio. Comenzamos una nueva etapa de nuestra firma con más convicción que nunca del potencial de la tecnología para resolver los problemas más difíciles de nuestra región (...) Aprovechamos esta oportunidad de aprendizaje para tomar la iniciativa de un ecosistema empresarial inclusivo y seguro”, dijeron en la carta firmada solo por Antoni y Rojas. En Chile, pese a la cercanía con la firma, de ello ni se habló.

“En consulta con asociaciones, especialistas en género y miembros de la comunidad, hemos implementado una serie de medidas e iniciativas para contribuir a un entorno de respeto, igualdad y equidad. Con un enfoque holístico, hemos reelaborado cuidadosamente cada política que teníamos y hemos comenzado un plan de 5 pasos que estamos ciertos son los primeros de muchos cambios en toda la industria”, concluyen antes de pasar al análisis de los números del año pasado.  

El caso levantó alarmas en el sector. 

De hecho, revelan en off the record varios managers de fondos regionales, las áreas de compliance y los directorios encendieron las alertas por el “caso ALLVP”, e incluso han tenido charlas con grupos que promueven el respeto y expertos en género. 

“Esto le podría pasar a cualquiera, y cuando estás levantando fondos y tratando de invertir en empresas que quieren cambiar el mundo, puede ser brutal una funa o una denuncia”, revela el socio de un fondo. 

En el caso de Lelo de Larrea, quienes han hablado con él cuentan que con el tiempo ha comenzado a reaparecer en la escena pública mexicana y hasta se le ha visto en seminarios; sin embargo, el caso lo afectó mucho en lo personal, familiar y laboral. 

En su LinkedIn solo figura que desde enero de este año es CEO de Papyrus Partners. En internet no hay información de Papyrus, pero se trataría de un nuevo fondo que estaría preparando para lanzar cuando la presión pública baje. 

Además, renunció a los directorios de las startups Flink, Médica Santa Carmen, Enlight, Robinfood, Flat, Slang y SocialDiabetes, donde ocupaba un puesto representando a ALL VP. Él mismo había estado en los pitch iniciales de cada startup de las que tuvo que salir cuando el caso explotó. 

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