Cuenta Ignacio Montes, fundador de la app de estacionamientos que reemplaza a los cobradores humanos SimplePark, que la idea inicial que craneó en 2020 con sus socios Cristián López, CEO de Alto USA; Jorge Encina, director de Conecta; y Cristóbal Caorsi, ex jefe División de Gestión y Modernización de las Policías en SP1 fue otra: le plantearon al gigante PaybyPhone, uno de los mayores actores mundiales en el rubro de estacionamientos automatizados, llevar la representación de la compañía a Chile.

Tres de los cuatro fundadores vivían en EEUU, donde prácticamente todas las calles funcionan con esta modalidad. La respuesta de la compañía que procesa más de US$740 millones en pagos al año en 1300 ciudades fue que estaban dando la pelea en EEUU por lo que aún no estaba en sus planes crecer a Latam. Le hicieron la misma pregunta a sus competidores, y recibieron idéntica respuesta. 

“Optamos por partir nosotros solos”, cuenta Montes, quien es director de la empresa y gerente general de la inmobiliaria ALTA en Miami. Desarrollaron una nueva aplicación, integraron los medios de pago y lanzaron un primer piloto en la zona de Zapallar en enero de 2022. Para eso levantaron US$500 mil en 2021 donde participaron los emprendedores Diego Fleischman (Galgo, ex Migrante); Ignacio Detmer (ex OLX Autos); y Macarena Concha (Total Abogados).

“La oferta en Latinoamérica es en base al parquímetro humano. Es un modelo ineficiente, donde el 60% de los ingresos se va a financiar al cobrador, sin contar con los estacionadores informales que existen”, agrega Caorsi, CEO y fundador de SimplePark. 

El piloto, cuentan los socios, probó lo que ellos querían demostrar: que las personas sí estaban dispuestas a pagar desde sus celulares y que la recaudación municipal aumentaría (en esa comuna se duplicó, señalan).

Con esos datos llevaron el servicio a Vitacura, al eje Alonso de Cordova -única zona donde la municipalidad tiene cobro directo de la superficie-. Y aunque el aterrizaje del negocio no ha estado exento de polémica principalmente de vecinos que se oponen al sistema de cobros, en seis meses de operación la municipalidad aumentó su recaudación casi 12 veces, mientras que los usuarios -segun cifras de SimplePark- están pagando 40% menos: $40 pesos costaba el minuto con el modelo humano y con la app cuesta $25. “Nos decían que en la cultura pícara chilena no iba a funcionar, y llegamos a un uso de 80% en Vitacura. Rompimos el paradigma”, añaden.

“Tenemos una lista de 30 comunas que están en distintas etapas de avance, dos de ellas debieran estar partiendo durante este semestre”, dice Caorsi sobre el crecimiento proyectado. Para eso, el rol que pueda jugar Roamy Valera es clave: el estadounidense ejerció como CEO de PaybyPhone hasta 2022. Desde mayo se sumó como accionista y director de SimplePark. “Confío en la capacidad del equipo de SimplePark para llevar soluciones de estacionamiento de ciudades inteligentes a municipios, ciudades y propietarios de estacionamientos, al tiempo que mejoran la experiencia de los usuarios en toda América Latina”, señala.

“Roamy Valera lideró el crecimiento de PayByPhone por todo Estados Unidos, entiende de problemáticas de las municipalidades y en la implementación es un crack”, dice Montes. Por ejemplo,explica, que las distancias de los carteles sean cada cinco autos, y que lleven códigos QR, son propuestas suyas. 

Sobre la evasión, Caorsi señala que “este modelo siempre tiene evasión, el desafío es que sea lo más baja posible”. Por eso cuando se registra un “no pago”, primero se le informa al usuario a través de un “parte de cortesía”, que de ser ignorado puede convertirse en parte municipal. “SimplePark no participa de los partes, por eso la medida de que haya parte de cortesía, lo que buscamos no es pasar un parte a una persona que no sepa cómo usar la aplicación. Por eso hemos hecho mucho trabajo de educación en las calles, tenemos convenios para que los adultos mayores no paguen durante las tres primeras horas de estacionamiento, etc.”, explican.

En el caso de Pamela Díaz, quien recientemente se quejó en las redes sociales por el cobro de una multa de $93.000, explican en la empresa que le enviaron un parte de cortesía que ella ignoró, y luego, cuando se hizo la lectura de patentes aleatoria por parte de la municipalidad, se le envió el parte real.