Punto de partida
Chilena asume como directora ejecutiva de “venture social” en Miami
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Se llama Paulina Cousiño, tiene 34 años y hace ocho vive en Estados Unidos. Recién fue nombrada directora ejecutiva de Aire Ventures, el único venture studio de impacto social de Miami, y uno de los pocos que existen en EEUU.
“Nuestra idea es apoyar y acelerar el crecimiento de iniciativas sociales para que sean sustentables y puedan crecer”, explica Cousiño.
Y agrega: “El hilo conductor es que todas nuestras iniciativas utilizan la tecnología para dar solución a un problema sistémico que tenga que ver con igualdad racial, diversidad e inclusión”. Aire Ventures es una organización sin fines de lucro que se financia a través de distintos donantes, entre los que están la Knight Foundation, Citibank, JP Morgan Chase, Allegany Franciscan Ministries y The Miami Foundation.
Antes de aterrizar en EEUU, Cousiño trabajó en la Subsecretaría de Prevención del Delito durante el primer gobierno de Sebastián Piñera, y luego en el área de Seguridad de la Municipalidad de Lo Barnechea. En Boston estudió un MBA con especialización en nonprofit management y un diplomado en Filantropía, y trabajó en Social Innovation Forum, una aceleradora para ONGs.
Hace cinco años se trasladó a Miami. Ahí conoció a Leigh-Ann Buchanan, una de las líderes del ecosistema tech de esa ciudad, quien la llevó a trabajar en Venture Cafe Miami, asociado a CIC, el cowork que nació en Cambridge, Massachusetts, dedicado a conectar emprendedores con diferentes recursos.
Tras la pandemia, la dupla dejó la red global de Venture Café (creada originalmente en Boston) para crear Aire Ventures. Lo lanzaron en febrero de 2021 con el propósito de apoyar y acelerar el crecimiento de iniciativas sociales en Miami. Una de ellas es Nyah Project, parte del portafolio de Aire Ventures, que tiene una plataforma de edtech para promover y educar sobre el acceso a la universidad para estudiantes de escasos recursos o de entornos vulnerables.
Otra es Tech Equity Miami (TEM), que hace match entre un consorcio de donantes que quieren hacer inversión filantrópica en proyectos sociales relacionados a tecnología.
“JP Morgan destinó US$10 millones para este ‘fondo’ -que no existe físicamente porque no tenemos la plata, ya que no somos un fondo de inversiones- para financiar proyectos que tengan el sello de aprobación de TEM en los próximos cinco años. Ahí les hicimos match con Rebrand Cities, una organización americana que hace capacitaciones para empresarios y pymes para que sean más tecnológicas”, explica Cousiño.
“Mucha gente cree que somos un VC porque ‘administramos’ plata, pero lo que hacemos es recibir donaciones y distribuirlas a través de nuestro portafolio. Somos una incubadora donde le proveemos el servicio de backoffice a iniciativas sociales para que ellas puedan enfocarse en crecer su proyecto. Los ayudamos en estrategia, contabilidad, finanzas, branding, levantamiento estratégico de capital, los ayudamos a postular a fondos, etc.”, añade.
Buchanan dejó la dirección ejecutiva de la entidad en marzo y dejó en el cargo a Cousiño. “Queremos traer los principios de los negocios y de las startups al mundo social, porque existe la mentalidad de que en las non profit muchas veces el funcionamiento es anticuado, más lento, con estructuras de equipos no tan eficientes, o de financiamiento no tan sostenible”, dice.
Y agrega: “Estamos piloteando modelos que sean expandibles y replicables. Creo que hay un potencial enorme en este mundo de sociedad civil, que en Estados Unidos es muy grande, para aprender las mejores prácticas para el día de mañana poder aterrizarlas en Chile”.