Punto de partida
Surf en Indonesia, Malaria y números azules: la historia del software que predice accidentes en el transporte
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40º grados de fiebre cruzando en un barco el Océano Índico para llegar a un hospital en Indonesia. Así parte la charla TED del CEO de Gauss Control, José Rafael Campino. En 2011, al egresar de Ingeniería civil en la Universidad Católica y ser galardonado como el mejor alumno del departamento de Ingeniería Hidráulica y Ambiental, quería seguir su pasión: el surf.
Le dijo a su amigo Pier Paolo Colonnello (fundador de Wild Brands) que viajaran a Indonesia -donde están las mejores olas, a su parecer- a grabar un documental. Contaron su idea a todos los canales chilenos y ninguno quiso apoyarlos. Con razones obvias: no sabían de video ni edición.
En ese momento contactaron al cineasta Sebastián Radic. No tenían dinero para un sueldo, pero sí para financiarle el viaje. Surfearon las olas, pero querían más. Decidieron ir a conocer a la tribu de los Mentawais, al interior de la isla de Siberut. Navegaron dos días en canoa río arriba hasta que vieron al Sikerei, el líder de la tribu.
Su casa estaba rodeada de cráneos de animales, su mujer tenía los dientes afilados -símbolo de belleza de la comunidad-, todos fumaban cigarrillos, incluídos los niños. Dormían en el suelo, en el mismo lugar que comían y que hacían sus necesidades. Pese a ello, dice: “Es el lugar más místico que he conocido en mi vida y las personas más acogedoras con las que he estado”. Bailaron, se comunicaron y se despidieron.
Pero estos días sin civilización en la mitad de la selva les pasaron la cuenta.
El emprendimiento
Campino empezó con dolores, fiebre superior a los 40 grados y alucinaciones. Estaba a diez horas en bote de un hospital. Al llegar, no había doctores. Había un feriado de tres días. Le dijo a Colonnello “por favor sácame de aquí”. Un avión del seguro lo trasladó a Singapur, donde estuvo más de una semana.
Llegaron a Chile con 45 horas de material y trabajaron un año en el documental Another Day in Paradise. Fueron seleccionados para estrenar en el festival Sanfic y recibieron ofertas para comprarles la pieza audiovisual, pero la verdadera ganancia de este viaje fue lo que Colonnello le planteó a Campino: “¿Y si hacemos un software para salvar vidas en Chile”. Y empezaron a ver números: el 65% de los accidentes laborales ocurren por transporte, es la octava causa de muerte del mundo”. Decidieron apuntar a ello. Lo llamaron Desert Point, como la mejor playa de Indonesia.
Nace Gauss Control
La idea era desarrollar un modelo matemático cruzando información con accidentes, para así construir un software predictivo y disminuir los catastros. Ninguno sabía de seguridad, transporte ni software. Partió como un proyecto de innovación con la UC y recibieron fondos de Corfo. Sin embargo, a los nueve meses ya no tenían dinero ni menos clientes. Colonnello decidió volver al emprendimiento que había formado hace unos años, Wrap (hoy Wild Brands), que sí le generaba ingresos. Quedó Campino, un matemático y un programador recién egresado de la universidad.
“Después de un año de análisis de datos encontramos modelos matemáticos que fueron capaces de predecir, entender y modelar el riesgo, y en particular encontramos los riesgos relacionados a los accidentes más severos, muchas veces asociados a las fatigas y cansancio”, recuerda Campino. Con esa información construyeron un software de gestión, que se agarra de datos de GPS y telemetría. Era capaz de generar acciones para reducir riesgos.
Ya con big data, inteligencia artificial y modelos predictivos, llegaron sus primeros clientes: Copec y SQM. Tenían un SaaS (software as a service) que permite reducir accidentes viales.
Rondas de capital
En 2018 levantaron una ronda de US$ 300 mil con inversionistas ángeles y se concretaron las primeras compras. “El producto empezó a agarrar vuelo y los clientes vieron una reducción de accidentes graves de manera significativa”, dice el CEO. En el camino, se dieron cuenta de que necesitaban nuevas herramientas, no bastaba con el software predictivo. Levantaron otra ronda de US$ 1.5 millones con Invexor y Chile Ventures justo antes de la pandemia.
Con esto, crearon Cognus, un dispositivo inteligente que es capaz de medir si el conductor está en condiciones de hacer su trabajo midiendo factores como consumo de drogas, alcohol u horas de sueño; y Gauss Alert, un dispositivo que mide el estado de alerta durante la conducción y además considera cursos de formación para los conductores.
Aterrizaje en México
Chile Ventures los contactó con Cemex Ventures (firma ligada a la empresa mexicana de construcción) para conversar sobre el negocio de los fondos; sin embargo, les dijeron que creían que la matriz de la compañía estaba buscando tecnología para seguridad. Partieron con un piloto en Colombia, uno de los países donde los aztecas tienen representanción. “Tenía muy poca fe en que resultara”, confiesa Campino. Todo lo contrario. En diciembre del 2021 les pidieron un piloto para México, y cuatro meses después firmaron un acuerdo.
Mandaron a un jefe de proyecto a implementar el proyecto y -dicen- “salió extraordinario”. Se extendió y negociaron, “nos dijeron que también estaban trabajando con unos gringos (referentes en el mercado), pero que les gustó mucho más nuestra tecnología”, asegura Campino. Eso sí, la competencia era diez veces más barata. Les pidieron llegar a un mejor precio.
Tras ello, empezaron a trabajar en el sureste de México con una flota de 20 mil camiones (Copec tiene mil). En abril de este año les informaron que habían reducido en un 75% los accidentes.
Tienen más de 35 clientes en Chile, Perú y México, 60 empleados y acaban de levantarse al ex gerente de desarrollo de la aseguradora Marsh, Mateo Salazar, y a quién lideró el equipo de seguridad y de logística de Copec por más de 16 años, Javier Lavandero (quien desde Copec apostó por Gauss en 2015). Están creciendo un 90% anual, en 2022 facturaron US$ 2,5 millones, este año esperan facturar US$ 5 millones y en los próximos siete apuntan a generar US$ 100 millones. Hoy, aseguran ser rentables con buenos números azules.