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Yo rechazo-Yo apruebo

Yo rechazo/Yo apruebo: Jorge Errázuriz y Francisca Jünemann

Yo rechazo/Yo apruebo: Jorge Errázuriz y Francisca Jünemann

El empresario es consciente de que ganaría el apruebo -"porque es más vendible, es sexy", dice-, aunque asegura que no está dispuesto a ir contra de sus convicciones. Por otro lado, la presidenta de la fundación Chile Mujeres cree que quienes ponen sus energías en el rechazo "le están entregando esa Constitución a los del frente".

Por: María José Gutierrez y Antonia Di Filippo | Publicado: Viernes 4 de septiembre de 2020 a las 04:00
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Jorge Errázuriz "Esto es como tirarse desde un avión sin paracaídas"

Consciente de que ganaría el apruebo -"porque es más vendible, es sexy", dice-, el empresario asegura que no está dispuesto a ir contra de sus convicciones. Y que el país se fracturará aún más.

"Como liberal, lo lógico debería ser estar por un proceso de deliberación democrática de una nueva Constitución”, dice Jorge Errázuriz, miembro de Convergencia Liberal. “En un principio lo pensé así e incluso le dije en mi círculo de amistades que yo estaba por el apruebo y por la asamblea constituyente. De hecho, he sido bastante cercano desde hace mucho tiempo a la posición de Javiera Parada, y he participado en conversaciones de su grupo. Pero cuando me di cuenta que las reglas del juego están totalmente cargadas del otro lado, dije, ‘yo no puedo legitimar este acuerdo trasnochado que además se logró en una situación de violencia’”, agrega el fundador de Celfin. 

-¿Qué gatilló el giro? 

-Cuando veo a Fernando Atria haciendo poco menos que un gran jolgorio por el acuerdo porque le va a permitir anular todo lo que no le gusta de la Constitución, o cuando Girardi habla de que incluso el derecho de propiedad quedaría fuera si no se aceptan las condiciones de ellos, lo que hay detrás de esto es que ellos están felices porque les permite eliminar absolutamente todo lo que no les gusta. En el fondo, cuando a una minoría de un tercio le están dando el poder de retirar todas las garantías que están en esa Constitución entonces uno se da cuenta de que el riesgo que hay detrás de esto es gigante. Porque dependiendo de la mayoría circunstancial que haya, esas leyes se van a cambiar. Para mí esto es como tirarse de un avión sin paracaídas.

Ahora, en Convergencia Liberal -donde el 90% son personas que vienen de la Concertación- dimos libertad de acción porque ambas posiciones son legítimas, y hay que dejar eso siempre bien en claro. 

-¿Qué le parece la postura que ha tomado la derecha? Longueira acaba de hacer un llamado a sumarse al apruebo.

-Mira, es muy probable que gane el apruebo, por varias razones: es más vendible, es sexy, “¡oye, nos vamos a juntar todos y vamos a crear Chile de cero con hoja en blanco! ¡Mira qué maravilla, qué gran oportunidad!” Pero detrás de eso hay un populismo increíble, entonces, los grupos de centroderecha que están por el apruebo, como Longueira, no quieren quedar fuera del bando ganador, quieren ser parte de esa fiesta. 

-¿No comparte la visión de que si ya es un hecho que va a ganar el apruebo es mejor sumarse para evitar una derrota política?

-Es que yo no estoy dispuesto a ir contra mis convicciones. Nos vamos a desgastar dos años para sacar una Constitución absolutamente deficiente. 

-¿Cree que el país se va a fracturar aún más?

-Ganando el apruebo yo creo que sí. Porque las reglas están hechas para incentivar posiciones maximalistas, Una de las cosas que me convencieron a rechazar es que cada artículo que se apruebe tiene que tener 66% pero el texto final que se presentaría en un plebiscito ¡se aprueba por mayoría simple! Esto se habría solucionado si el texto final que se acuerda también requiriera el 66% de la aprobación, es lo que planteó Andrés Allamand y casi lo matan.  

-¿Qué cosas cambiaría de la Constitución?

-Estoy por rechazar para reformar. Se pueden revisar normas como el reconocimiento de pueblos originarios; limitar el control preventivo del Tribunal Constitucional; otorgar mayor autonomía a las regiones.

-¿Le hace sentido cambiar la Constitución de Pinochet?

-Esta es una Constitución que ha sido reformada 30 veces. Los populistas hablan de la Constitución de Pinochet, pero la verdad es que está firmada por Ricardo Lagos y por Francisco Vidal, entre otros. Para mí no tiene el karma. Es más, en el Congreso se puede modificar y hay muchas maneras. Pero partir de cero, hoja en blanco, en la situación actual, cuando sabemos que la agenda de la izquierda es tratar de lograr lo que no han logrado por los votos, no. Yo por lo menos no voy a legitimar eso y es lo que estoy tratando que otros tampoco hagan. Pero creo que va a ganar el apruebo, y ahí hay que dar la pelea y tener buenos candidatos. 

-¿Estaría dispuesto a ser constituyente?

-Yo no tengo ninguna ambición desde ese punto de vista, pero voy a apoyar a todos los que mejor lo puedan hacer. Es mentira esto de que van a estar los ciudadanos y la señora de la calle, no. Este es un tema que lo van a decidir los partidos, quiénes van a estar en las listas. Yo creo que hay que llevar el máximo de gente que realmente entienda el tema legal y constitucional, abogados como Eugenio Edwards y Juano Correa.

-¿Por qué está por una convención constituyente?

-Por una razón muy simple: porque al ser mixta la mitad de la mesa está constituida por el actual Parlamento y ahí ya tiene mayoría la oposición. Entonces mejor hacerla entera de cero. 

-¿Es de los que piensa que esto es como un primer paso para convertirnos en Venezuela? 

-Sin ninguna duda. Estamos entre irnos a Venezuela o Argentina y las dos son pésimas. Lo dramático es que todos tenemos la sensación de que la gran mayoría estamos en el centro, sin embargo, los que están poniendo la canción son los extremos. Acá nadie está defendiendo ni que no quiero pagar impuestos, ni que quiero ser dueño de todo, no. Aquí todos están dispuestos a dar algo pero el tema es que tiene que haber un gran acuerdo de centro y ese es el que no vemos. 

Francisca Jünemann: "Es importante que los cambios se logren con la mayor representatividad posible"

Su voto no es técnico, sino que estratégico. La presidenta de la fundación Chile Mujeres cree que quienes ponen sus energías en el rechazo "le están entregando esa Constitución a los del frente".

“Si me preguntas si técnicamente es necesaria una nueva Constitución para hacer los cambios que en general como país necesitamos, yo creo que no”, dice Francisca Jünemann, presidenta de la fundación Chile Mujeres.

-Entonces, ¿por qué apruebas?

-Mi voto “apruebo” trasciende lo meramente técnico. Yo creo que se podría lograr a través de una reforma a la Constitución. Mi opción es porque creo que lograr una nueva carta magna para Chile es una vía para reforzar la institucionalidad, y darle legitimidad a la institucionalidad es algo que como país necesitamos. Creo que hay momentos en la historia de los países en que se deben producir cambios, es importante que estos cambios significativos sean logrados por la mayor transversalidad y representatividad posible. Chile llegó a ese punto de inflexión en que el país está demandando una nueva Constitución y lo mejor es que todos nos hagamos parte de ella.

En este sentido creo que la estrategia de algunas personas del oficialismo para que el rechazo sea lo más alto posible es a mi entender equivocada. Es muy respetable el voto al rechazo en la medida que pasa por una convicción, pero no por una estrategia para una nueva Constitución, que saben que sí o sí va a venir. Si refuerzan a los sectores que están poniendo todas sus energías en el rechazo, están de alguna forma entregando esa Constitución a los del frente. Por eso la estrategia que a mí me convence es que todos seamos partícipes. 

-¿Siempre tuviste esta postura?

-Sí, nunca lo dudé. Nunca pasé por un proceso de reflexión tampoco.

-¿Estás por una convención mixta o constituyente? 

-En ese punto aún tengo dudas. Me gustaría y les pediría a los partidos políticos que nos den un poco más de información a la ciudadanía respecto de quiénes serían las personas que irían y que nos representarían, y quiénes estarían trabajando en la Constitución por parte de los partidos políticos en caso de que sea sin parlamentarios. Necesitamos tener esos datos para poder votar de manera informada. Ahí hay un vacío en los ciudadanos comunes y corrientes, como yo, que no somos especialistas constitucionales y tenemos muy poca información respecto a qué está pensando. Si elegimos al 100% de las personas, ¿quiénes van a ser? ¿Expertos? ¿Personas elegidas públicamente sin ningún tipo de conocimiento técnico con técnicos por detrás apoyándolas? ¿Quiénes van a ser esos técnicos por detrás? -¿Qué cosas cambiarías de la Constitución actual? 

-No se está conversando bien el sistema presidencial que tenemos con la representación y la forma en que se están eligiendo a los parlamentarios. Ahí es donde deberíamos focalizar gran parte de la discusión que es lo orgánico de la Constitución. Todas las cuestiones del régimen político, sistema electoral y también el tema de la gobernanza territorial ¿Cómo logramos una coherencia entre estos tres sistemas? Tenemos un Congreso fraccionado donde hay representantes que fueron elegidos con un mínimo de votos y que llevan cierta inestabilidad, incertidumbre y conflictos en la posibilidad de leyes que debemos promulgar lo que le está haciendo un daño al país. Debemos elevar las exigencias para ser diputado y senador en cuanto al mínimo de votos que una persona debe tener y también tenemos que evaluar realmente cuáles son las capacidades y competencias de las personas que nos están representando.

Lo otro a considerar es todo el proceso prelegislativo que en Chile no está regulado. Si lográramos tener un proceso prelegislativo donde las leyes se conversaran previamente, se escucharan a los actores técnicos, a la sociedad civil, a las empresas, a los sindicatos, a los diferentes actores, llegaríamos al Congreso con una ley mucho más consensuada y con una aprobación también más alta por parte de la ciudadanía. Al no haber actualmente un proceso regulado prelegislativo se producen negociaciones en la tramitación de las leyes que están generando mucho daño a la institucionalidad del país y a la certeza que necesitamos, donde entra una ley que busca A y termina en Y. 

Por último, desde el punto de vista de género, me gustaría una Constitución que garantizara efectivamente la igualdad de derechos y oportunidades de las mujeres de nuestro país porque todavía existen leyes que son muy discriminatorias. Y que eso se consagrara constitucionalmente en materias de trabajo: que efectivamente las oportunidades y los derechos laborales sean iguales para hombres y mujeres y se termine con un montón de leyes que encarecen la contratación, que afectan las oportunidades de las mujeres, que aumentan la brecha salarial. Le haría bien al país ese reconocimiento en nuestra Constitución. 

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